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» El Patagonico
Fecha: 10/05/2024 10:05
Desde cambiar de lugar vía mensajes, a subir adelante, son algunas de las precauciones que hay que tomar al subir a un Uber para viajar por la ciudad. Con la última ordenanza aprobada por el Concejo Deliberante y el conflicto activo con taxistas y remiseros, ser Uber y subirse a uno de ellos se convirtió en una tarea de espionaje y contraespionaje. “Esperame en la otra esquina, vi dos taxis muy juntos ¿podrá ser?”, pregunta el Uber en la noche comodorense. “Disculpen que los haga subir en esta esquina, vi esos taxis y empecé a sospechar, están jodidos y ustedes pueden tener un mal rato”, se disculpa el chofer. En el trayecto comenta cómo a un Uber lo llamaron y le pegaron. Otros los persiguen para hacerles saber que son colegas. Además, se sumó el secuestro, el lunes pasado, del vehículo de un sexagenario jubilado que estaría haciendo un dinero extra con su auto. Estas situaciones son calcadas a las sucedidas en todas partes del mundo una vez que aparece la aplicación para viajar y va sumando “choferes”.
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