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  • 10 indicios de que tenés déficit de atención con hiperactividad y no lo sabés

    » La Nacion

    Fecha: 09/05/2024 18:04

    Escuchar El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) no es exclusivo de la infancia, sino que puede persistir hasta la adultez, aunque a menudo pasa desapercibido. Con frecuencia, se cree erróneamente que la agitación mental y la falta de enfoque son simplemente parte del estrés cotidiano, pero, ¿si estos síntomas son más que solo las luchas típicas de la vida? La inquietud y los arrebatos emocionales, que pueden estar presentes en otras condiciones mentales, también pueden considerarse síntomas del TDAH Los expertos advierten que los síntomas del TDAH pueden presentarse de manera diferente en adultos, lo que dificulta el reconocimiento temprano de la afección. A menudo, los adultos con TDAH no exhiben los comportamientos hiperactivos clásicos asociados con los niños, sino que enfrentan desafíos como la desorganización, la falta de atención y una sensación de abrumadora incapacidad para mantenerse al día con las demandas diarias. Aunque la mayoría de los casos de TDAH se diagnostican en la infancia, aún hay un número significativo de adultos que descubren que padecen esta condición más adelante en la vida. Dede O’Shea, neuropsicólogo de Beth Israel Lahey Health en Massachusetts, le dijo al Huffington Post que los adultos que buscan un diagnóstico a menudo presentan signos sutiles, lo que complica aún más la identificación de la afección. La falta de atención, la impulsividad y la hiperactividad, características clave del TDAH, pueden no ser tan evidentes en adultos como lo son en los más pequeños, lo que hace que el proceso de reconocimiento sea aún más desafiante. Además, los síntomas se pueden superponer con los de la ansiedad o la depresión, lo que lleva a diagnósticos erróneos y tratamientos ineficaces. Es fácil atribuir ciertos sentimientos y comportamientos a otras causas, como el exceso de café o la falta de sueño, cuando en realidad podrían ser indicios del TDAH en adultos. La clave está en reconocer los signos sutiles y buscar ayuda profesional si se sospecha que se está luchando con esta afección, ya que un diagnóstico adecuado puede marcar la diferencia en la calidad de vida y el bienestar mental. De acuerdo con lo que publica el Huffington Post, existen en el mundo 365 millones de personas que padecen este trastorno y la mayoría de ellas no lo sabe. Aquí diez señales para detectarlo: Procrastinación Los cerebros con TDAH tienen una particularidad: la búsqueda constante de dopamina, una sustancia química que despierta sensaciones de placer y motivación. Cuando los niveles de dopamina son bajos, las tareas mundanas se vuelven aún más tediosas, llevando a las personas con TDAH a buscar actividades más estimulantes. La falta de dopamina durante las actividades rutinarias puede hacer que estas parezcan intolerables para quienes padecen este trastorno. Es como si su cerebro estuviera constantemente buscando ese impulso de recompensa y placer que la dopamina proporciona, y cuando no lo encuentra, tienden a evadir esas tareas a toda costa. O’Shea explica que este comportamiento puede malinterpretarse como pereza o falta de motivación, cuando en realidad es una respuesta a la dificultad para mantener la atención y el interés en actividades que carecen de estímulos emocionantes. Hiperenfoque La hiperconcentración, una característica distintiva del TDAH, puede sumergirte por completo en una tarea una vez que la has comenzado. Sin embargo, esta inmersión puede resultar en descuidar otras responsabilidades, lo que a menudo se malinterpreta como egoísmo o exceso de entusiasmo. Para aquellos con TDAH, comenzar tareas puede ser desafiante, pero una vez inmersos, es difícil cambiar de enfoque debido a los niveles bajos de dopamina en el cerebro. Esta dificultad para cambiar de tema puede llevar a hacer sentir que uno está atrapado en la tarea actual, lo que resulta en la pérdida de otros eventos o en la incapacidad para realizar transiciones fluidas entre tareas. Es importante reconocer y gestionar este aspecto del TDAH para mantener un equilibrio saludable en la vida diaria. En búsqueda del placer que otorga la dopamina, las personas con este trastorno presentan problemas financieros serios debido a las compras compulsivas Gastos impulsivos Los adultos con TDAH pueden enfrentar desafíos únicos en el manejo de sus finanzas. La búsqueda de gratificación instantánea a través de compras impulsivas puede prevalecer sobre tareas menos estimulantes, como pagar facturas. Esta tendencia puede atribuirse a deficiencias en los ganglios basales, regiones del cerebro claves para la evaluación emocional, la motivación y la toma de decisiones. Estos “cortocircuitos” en la capacidad de procesamiento pueden dificultar la gestión de señales financieras, lo que lleva a decisiones que no son óptimas. Es crucial comprender estos desafíos y desarrollar estrategias efectivas para promover una salud económica sólida en adultos con TDAH. Pérdida de la noción del tiempo La percepción del tiempo es un desafío para las personas con TDAH, una condición que a menudo se conoce como “ceguera del tiempo”. Aunque aún no se ha identificado una región específica del cerebro responsable de esta habilidad, se cree que la corteza prefrontal desempeña un papel crucial. Esta región, fundamental para el funcionamiento ejecutivo y la atención, depende de señales dopaminérgicas para un rendimiento óptimo. Como resultado, las personas pueden experimentar dificultades para estimar adecuadamente el tiempo necesario para realizar una tarea o llegar a un compromiso puntual. Arrebatos emocionales Las personas con TDAH a menudo experimentan una gama de emociones intensas, que van desde la ansiedad y la ira hasta la felicidad y la sociabilidad. Esta desregulación emocional puede resultar desconcertante, ya que las reacciones suelen ser abrumadoras e impredecibles. Según O’Shea, estas respuestas emocionales están vinculadas a dificultades para gestionar la atención y dirigir la energía, así como para encontrar el equilibrio adecuado de estimulación mental. A menudo, estas reacciones se interpretan erróneamente como trastornos emocionales, cuando en realidad son síntomas subyacentes del TDAH en adultos. Olvidar la comida Las personas con este trastorno pueden enfrentar desafíos para mantener hábitos alimentarios consistentes. La comida puede convertirse en un medio para combatir el aburrimiento, pero la hiperfocalización en una tarea puede llevar al olvido de comer durante horas. La investigación indica una fuerte asociación entre el TDAH y patrones alimentarios irregulares, como atracones y omisión de comidas. Aunque los mecanismos exactos aún no se han determinado, se sugiere que la actividad cerebral alterada en la corteza prefrontal y el sistema límbico podría estar involucrada. Dificultades para dormir Si bien el insomnio no es un síntoma exclusivo, investigaciones sugieren que los adultos con este trastorno pueden tener dificultades para conciliar el sueño. Esto podría estar relacionado con la actividad alterada en el sistema de activación reticular (RAS), esencial para regular el nivel de conciencia. La desregulación del RAS dificulta discernir entre estímulos importantes y ruido sensorial, lo que resulta en problemas para regular la excitación y las transiciones entre sueño y vigilia. Además, algunas personas experimentan alteraciones en su ritmo circadiano, como el retraso en la fase del sueño o la producción tardía de melatonina. Las personas con TDAH padecen de insomnio y de otros problemas para conciliar el sueño Problemas para decidir Hay personas que experimentan una velocidad de procesamiento más lenta, lo que afecta la rapidez con la que reaccionan ante las situaciones. Esto no implica indecisión, sino que requiere más tiempo para analizar las opciones y llegar a una conclusión. “Esto se debe a la dificultad para controlar la atención lo suficientemente bien como para analizar los pros y los contras de una decisión y recordar lo que estabas pensando”, agregó O’Shea. Inquietud Experimentar períodos de inquietud no necesariamente indica que se tenga TDAH, pero los expertos sugieren que sentirse perpetuamente inquieto puede ser motivo de reflexión. Este es uno de los signos más sutiles, ya que la inquietud se atribuye fácilmente a otras causas, como el consumo excesivo de café o, simplemente, tener mucha energía. “Los adultos con TDAH pueden manifestar inquietud al sentir la necesidad de levantarse y caminar constantemente”, señaló O’Shea y agregó: “Pueden tener dificultades para mantener la atención en actividades como ver una película sin distraerse con la necesidad de hablar o revisar su teléfono”. Complicaciones en el diálogo Mantener una conversación puede ser todo un desafío, incluso en las circunstancias más favorables. Las interrupciones frecuentes son comunes, ya que la dificultad para recordar lo que se iba a decir o lo que se dijo previamente puede cortar el flujo de la conversación. A su vez, hay una tendencia a saltar de un pensamiento a otro sin seguir una secuencia lógica. Según el especialista, esto se debe a un control deficiente de la atención y a problemas para retener información en el momento. LA NACION

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