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Crespo » Paralelo 32
Fecha: 09/05/2024 16:27
La fragilidad y la lucha por la supervivencia se vuelven sinónimos cuando hablamos de bebés prematuros. Nacer antes de tiempo no solo implica un desafío físico y emocional para los padres, sino también una batalla contra un mayor riesgo de infecciones, especialmente las respiratorias. El Ministerio de Salud de Entre Ríos advierte sobre esta realidad, destacando la importancia de extremar los cuidados en este segmento de la población, cuyo sistema inmunitario y pulmones aún no están completamente desarrollados. La inmadurez del sistema inmune y pulmonar deja a estos pequeños más susceptibles a diversas enfermedades, entre ellas, las infecciones respiratorias agudas. La bronquiolitis, una de las preocupaciones principales durante los meses de otoño e invierno, puede convertirse en un desafío crucial para los prematuros. Damián Monzón, referente técnico del programa de Infecciones Respiratorias Agudas Bajas (IRAB) de la Dirección de Maternidad e Infancia, explica que esta enfermedad afecta las vías aéreas pequeñas, lo que puede ocasionar dificultades para respirar, alimentarse o incluso dormir. Los síntomas incluyen agitación, tos y decaimiento, señales que no deben pasarse por alto. Ante cualquier indicio de dificultad respiratoria, Monzón insta a los padres a buscar atención médica de manera inmediata. La prontitud en la intervención es clave, ya que, lamentablemente, no existen tratamientos específicos para el virus sincicial respiratorio (VSR), el principal culpable de la bronquiolitis. La prevención se erige como el mejor escudo contra estas amenazas para los prematuros. La vacunación de las embarazadas contra el VSR, una medida implementada a partir de marzo de 2024, y el fomento de la lactancia materna son dos estrategias fundamentales que pueden marcar la diferencia. Además, Monzón destaca la disponibilidad del Palivizumab, un anticuerpo especial que se administra durante los meses de invierno para prevenir hospitalizaciones en prematuros de muy bajo peso al nacer y en aquellos con cardiopatías congénitas. En resumen, la atención especializada y las medidas preventivas son esenciales para proteger a los prematuros de las infecciones respiratorias. La fragilidad de estos pequeños luchadores exige una vigilancia constante y un compromiso colectivo para asegurarles un camino más seguro hacia la salud y el bienestar. Medidas de prevención para bronquiolitis y otras infecciones respiratorias: ¿Tener las dosis de vacunas que contempla el Calendario Nacional de Vacunación según la etapa de la vida. ¿No exponer a los niños al humo del cigarrillo ni de braseros o estufas a leña. ¿Higienizar frecuentemente, con agua y jabón, los elementos del bebé (chupetes, juguetes) y las superficies donde se lo cambia o donde se preparan sus alimentos. ¿Lavado de manos frecuente, con agua y jabón. Se puede reforzar la higiene con alcohol en gel. ¿Ventilar los ambientes de la casa al menos una vez al día. ¿Mantener alejados a los bebés de las personas que están resfriadas o tienen tos. ¿Si los cuidadores tienen alguna infección de las vías respiratorias deben lavarse las manos, especialmente antes de alzar, cambiar o alimentar al bebé. Pueden usar el tapaboca como medida de apoyo, para evitar el contagio por secreciones. ¿No se debe colocar tapaboca en los niños menores de dos años. ¿En los niños con más riesgo de bronquiolitis grave (menores de tres meses, prematuros, con enfermedades crónicas), no está recomendada la asistencia al jardín materna
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