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» Diario de Cuyo
Fecha: 09/05/2024 15:25
La necesidad de ordenar el sistema jubilatorio argentino El esquema actual es tan complejo que requiere una simplificación que vaya más allá de solucionar el tema de la movilidad, y avanzar sobre una reforma integral para hacerlo sostenible en el tiempo. El sistema jubilatorio argentino tiene más de 100 años en vigencia y desde su creación a principios del siglo pasado ha pasado por muchas etapas con distintos grados de cobertura y de costos, así como diseños institucionales y esquemas financieros. Un dato distintivo respecto de los sistemas jubilatorios de otros países es que ha tenido reformas profundas cada 10 o 15 años, siendo que los sistemas jubilatorios están pensados para largos plazos y a estar sujetos a cambios menores. Ha sido tan inestable la historia de nuestro sistema que en los últimos 30 años los sucesivos gobiernos de turno aprobaron entorno a la ley 24.241, que rige el sistema jubilatorio actual, un total de 1.354 normas correspondiente a 58 leyes, 244 decretos y 1052 resoluciones, modificando su marco legal. Para tener una idea de lo inestable de la situación debemos aclarar que esas normas, si bien algunas son menores, otras cambian las tasas de aportes y contribuciones al sistema, el régimen de gestión financiera, la fórmula de cálculo de los haberes, el derecho a recibir jubilaciones por invalidez y pensiones o la forma en que se aplica la movilidad, uno de los aspectos más controvertidos. Los analistas consideran que todas estas reformas y contrareformas del sistema jubilatorio han ocasionado un constante desorden, contradicciones e incumplimientos que han llevado al sistema a un estado caótico en el que hay algunos sectores que han resultado beneficiados. Y esto puede observarse cuando vemos que en Argentina uno de cada cinco aportantes al sistema se jubila siguiendo las reglas del régimen general. El resto lo hace por alguna excepción ya sea una moratoria, una pensión contributiva, un régimen diferencial especia, provincial, de retiro o como miembro de una caja profesional. En el tema de las jubilaciones hay muchos sinsentidos como el hecho de poder jubilarse a los 40 años, con haberes del 70% o más del salario de un trabajador activo y habiendo trabajado tan solo 20 o 25 años. Por esto la Argentina tiene uno de los sistemas jubilatorios más caros del mundo superando a países con la misma proporción de población mayor de 65 años o más envejecidos como los escadinavos, Canadá y el mismo Japón considerado el país más viejo, en relación a la edad de su población, del mundo. En síntesis, en nuestro país hay muchos beneficiarios jóvenes, otros con más de un beneficio y muchos de los esquemas de excepción perciben beneficios mucho más altos que el promedio. Para cambiar todo esto habría que eliminar excepciones, respetando derechos adquiridos a personas ya jubiladas y corregir algunos problemas del régimen general. Pero se sabe que avanzar en una reforma previsional de fondo ha sido siempre difícil por el costo político que implica. La actual gestión de gobierno tiene en sus planes incursionar en esta área dentro de la transformación general del país. Una tarea que es difícil pero que deberá ser encarada si se quiere dar sostenibilidad al sistema.
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