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» El Esquiu
Fecha: 09/05/2024 11:18
jueves, 9 de mayo de 2024 07:04 Si existe un hombre público que, por más de 60 años, haya cumplido tareas de funcionario u otras diversas en el ámbito privado, ese es Antonio Bernabé Monllau, quien tras sufrir una enfermedad que no hace mucho lo había alejado de las actividades cotidianas cerró los ojos para siempre en la noche del 7 de mayo. Aparte de haber formado una familia ejemplar con Carmen -de allí nacieron Amelia, Peggy, Beatriz, Marcos Antonio y Karina, la mayoría de ellos profesionales-, Antonio Bernabé fue trabajador genuino al que le tocó enfrentar diversas misiones públicas que supo cumplir con alto sentido de la responsabilidad, reconocida por propios y extraños. Desde los viejos tiempos en que tenía a su cargo el viejo matadero municipal, el hombre fue escalando posiciones y, de esa manera, fue director de Obras Públicas y Secretario General de la Municipalidad en épocas que la conducción la formaban el exintendente Arnoldo Aníbal Castillo, Enrique Lillejedhal, Hugo Rolando Vázquez, el periodista Nicolás Angel Romero o el “Coya” Varela Dallalasta, quien reemplazó a Arnoldo cuando éste llegó a la gobernación. Con el advenimiento de la democracia mantuvo numerosas funciones directivas, especialmente en el tiempo que fue “mano derecha” de su amigo de toda la vida, el extinto José Guido Jalil, padre del actual gobernador. Tras haberse pasado por casi todos los cargos, aceptó ser director provincial de Rentas, donde produjo cambios que beneficiaron a la provincia y a los empleados que duran hasta la actualidad. El paso del tiempo nunca fue un obstáculo para que se mantuviera activo. De esta forma llegó a ser gerente, por espacio de tres años, de una de las principales editoriales del medio, donde también dejó indeleble su impronta de trabajador sin que le importaran mucho los cargos y los honores. Su relación con el fútbol Mientras cumplía múltiples funciones y no descuidaba a su familia y el destino de sus hijos, Antonio Monllau, fue un protagonista excluyente del fútbol local, como que llegó a ser delegado de Sarmiento y, más tarde, presidente de la Liga Catamarqueña, en la que en la década del 60 supo acompañar a su amigo Jalil. Antes y después de estos acontecimientos, fue ladero casi inseparable en el futbol y el comercio de don Adolfo Sánchez, con quien dirigió a numerosos equipos y al propio combinado local. En el comercio se desempeñó en la vieja y tradicional tienda “Los Cadetes”, que llegó a convertirse en líder de la moda a nivel local. El próximo 11 de junio, Monllau iba a cumplir 90 años y era el hermano menor de otros personajes notorios de la sociedad como Diego y Alberto Monllau, quienes también dejaron una huella imborrable durante su pasaje terrenal. Murió don Antonio Bernabé Monllau. Su paso por la vida, claramente, no pasó desapercibido. ¡Que haya paz en su tumba¡ El Esquiú
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