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» La Nacion
Fecha: 09/05/2024 11:14
Escuchar El Gobierno intenta dar una imagen de normalidad, con actividades de rutina en Balcarce 50 y la quinta presidencial de Olivos, ante el paro nacional organizado por la CGT, que a primera hora había logrado reducir de manera mayoritaria el transporte público. Desde temprano, cerca del presidente Javier Milei criticaban la medida de fuerza con un argumento: sostenían que la gente, en general, quería y quiere llegar a sus compromisos y lugares de trabajo. Por eso, recalcaban datos que relativizan el éxito del paro, como la decisión de la empresa Dota de poner a disposición 43 líneas de colectivos, y de ese modo contrariar la decisión de la UTA, uno de los gremios que adhirió al cese de tareas por 24 horas. Una segunda lectura, similar a la de los días anteriores al paro, esbozaba la idea de que, para el Gobierno, el paro beneficia políticamente a Milei, ya que “deja expuestos” a los sindicalistas . “Más del 66% de la gente está en contra del paro de la CGT. El sindicalismo es cada vez menos representativo de los trabajadores. Por eso bloquean el transporte (para no evidenciarlo)”, escribió en su cuenta de X el subsecretario de prensa, Javier Lanari. “Es difícil medir cuánto acatamiento hay. Están atacando a sus propios compañeros”, dijo el secretario de Transporte, Franco Mogetta, en declaraciones a la prensa. Dispuestos a mostrar actividad, y mientras Milei y su núcleo íntimo seguían en la quinta de Olivos, los miembros del gabinete comenzaron a llegar, puntuales, minutos antes de las 8.30. El jefe de gabinete, Nicolás Posse, y los ministros del Interior, Guillermo Francos; de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Economía, Luis Caputo, cruzaron sonrientes el Salón de los Bustos antes de subir las escaleras hacia el salón Eva Perón. Los esperaban los más madrugadores, Luis Petri (Defensa) y Mariano Cúneo Libarona (Justicia), junto al secretario de Legal y Técnica, Javier Herrera Bravo. La secretaria general, Karina Milei, y la canciller Diana Mondino, también participaron, según la información oficial, al igual que el portavoz presidencial, Manuel Adorni. “ Mi solidaridad para con todos los trabajadores que no pueden hoy ir a su trabajo y cobrarán menos a fin de mes, producto de este paro . Siento que el sindicalismo está cada vez más alejado de la realidad. La gente ya abrió los ojos y tiene claro que de este desastre solo se sale con esfuerzo y sacrificio, no malgastando la plata de los contribuyentes o imprimiendo pesos para que cada vez valgan menos. Sigamos confiando, estamos por el buen camino”, tuiteó el ministro Caputo antes de ingresar a la Casa Rosada. “El Presidente llega un poco más tarde”, avisaban cerca del primer mandatario, que a la hora del gabinete tuiteó la frase: “Yo no paro”, junto a su habitual latiguillo: “Viva la Libertad, Carajo”. Al mediodía se esperaba que el primer mandatario estuviera en Balcarce 50, con una agenda que no trascendió. La ministra de Seguridad fue la encargada de transmitir las primeras impresiones oficiales sobre la protesta. “Desde la madrugada la secretaría de Transporte y el ministerio de Seguridad trabajamos en conjunto para que el que quiera trabajar lo pueda hacer, hay muchas líneas de colectivos que trabajan”, afirmó, ante de denunciar los primeros ataques a pedradas a colectivos. Pasadas las 10, la ministra de Seguridad daba una nueva conferencia de prensa desde la estación Constitución para verificar la adhesión del paro. “Los colectiveros en algunos casos fueron agredidos, querían impedir que trabajen”, dijo la ministra Bullrich, que dijo estar recibiendo “una cantidad de denuncias muy importantes” en ese sentido. “Salgan a trabajar, hay medios de transporte, usen sus autos, sus bicicletas, sus motos. Todos aquellos que hacen hechos vandálicos muestran una situación de debilidad”, acotó la ministra.
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