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» Clarin
Fecha: 09/05/2024 06:09
Las conflictivas relaciones familiares entre una madre y su hija son el centro en el que Luz Orlando Brennan ancla la historia de La estrella que perdí. Mirta Busnelli y su hija en la vida real, Ana Pauls, componen a Norma y Celeste, actriz la primera, aspirante a escritora la segunda. Los enfrentamientos, las colisiones entre una y otra también obedecen a que Norma está llegando a una edad en la que no le proponen los mejores papeles para actuar. Y cuando acepta a regañadientes actuar en una obra, interpretando a una mujer mayor inclusive que ella, que sufre Alzheimer, poco a poco comenzará ella misma a confundir ficción y realidad. “En el escenario no me equivoco, en la vida, sí” suele decir cuando debe desplegar sus armas en algún diálogo subido de tono con su hija. O con quien sea: la película va rodeando a Norma de otros personajes secundarios, del director de la obra al novio poeta de su hija, una suerte de manager y su antiguo novio (Gustavo Garzón), al que en su momento le hizo creer que la beba que llevaba en su vientre era de él. Pero no. La estrella que perdí conjuga el drama y la comedia, esto último casi siempre en boca de Norma. “Siempre tuviste facilidad para el melodrama”, le dicen a quien se pasó “la mitad de mi vida” sola. Busnelli interpreta a una actriz en difícil relación con el medio y con su hija. Fotos Cinetren El hecho de que su hija se case y se marche de su casa trae el tema del nido vacío, aunque el tema del Alzheimer es más preponderante en la trama. Inclusive Norma critica a su homónima, Norma Aleandro, en El hijo de la novia, donde la actriz de La historia oficial interpretaba precisamente a una mujer con Alzheimer. La atracción de los diálogos No es la única película argentina a la que se hace referencia. Como un guiño, se muestran imágenes de Boda secreta, de Alejandro Agresti, que Busnelli coprotagonizó. Ana Pauls, en una escena de la opera prima de Luz Orlando Brennan. La película se asienta y genera atracción en los diálogos, y en las actuaciones. Busnelli y Pauls están muy bien, y en el elenco, además de Garzón, están Susana Varela y Julieta Giménez Zapiola, quien desde El fin del amor viene creciendo. En su opera prima, Luz Orlando Brennan demuestra pericia desde el guion hasta la realización, aunque el desenlace parezca entre trunco y abierto. “La estrella que perdí” Buena
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