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» La Política
Fecha: 09/05/2024 05:23
Victoria Villarruel y Bartolomé Abdala ya se resignaron a extender el plazo de tratamiento de la ley ómnibus en el plenario de comisiones. Aunque arrancaron con las reuniones informativas este martes y pretendían dictaminar el expediente este jueves, justo cuando se realiza el paro convocado por la CGT, fuentes del oficialismo admitieron ante LPO que hasta el mediodía del miércoles les faltaban al menos dos firmas para sacar despacho de mayoría. El plenario de las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Asuntos Constitucionales está integrado por 53 senadores. Para que el proyecto llegue a recinto, necesitaría que 27 de ellos, 9 por cada comisión, estampe su nombre en el dictamen. La dificultad de La Libertad Avanza (LLA) trasciende la oposición del peronismo en este caso. Bajo el articulado en discusión, ni siquiera un grupo de senadores del PRO y el radicalismo estarían dispuestos a firmar. La cantidad de rúbricas en el dictamen remite al fantasma de lo ocurrido en la noche del 23 de enero pasado, cuando el oficialismo juntó más firmas en disidencia que apoyos para la primera versión de la ley Bases en Diputados. Al día siguiente, LPO destapó el escándalo del dictamen blue, que empañó todo el debate posterior. Frente a esa situación, el oficialismo habría aceptado dilatar el debate aunque eso implique estirar el cronograma que imaginó la Casa Rosada para que Javier Milei llegara al Pacto de Mayo con la sanción de la norma. "Si quieren sacar dictamen esta semana, van a tener que firmar los kirchneristas", soltó una legisladora de un bloque aliado. En ese contexto, informaron a LPO desde un despacho opositor que "todos los bloques están metiendo un listado de expositores". "Esto no sale antes del 25 de mayo. Va a haber trabajo en comisión al menos dos semanas más", confiaron cerca de una senadora kirchnerista. Para colmo, la agenda del Presidente incluye para el 18 de mayo una visita a España y eso le exigiría salir del país el jueves próximo, cuando se estipulaba que podía sesionarse. Si se convocara al recinto, Villarruel no podría presidir el cuerpo porque tiene que relevar a Milei en su ausencia y Abdala debería relevarla. La preocupación del oficialismo sería que la Vicepresidenta no pueda estar al frente de la sesión, un rol fundamental con un temario caliente. También ese detalle obligaría a posponer el tratamiento y la eventual votación de la ley en el pleno de la Cámara Alta. La ampliación del plazo, por lo demás, abre un abanico de posibilidades al gobierno para conseguir voluntades a favor en base a la negociación.
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