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  • Cómo operan "Los Tucumanos", las células detrás de millonarias salideras

    » Cadena3

    Fecha: 08/05/2024 22:03

    Juan Federico Cuando los policías terminaron de entregar el procedimiento en la unidad judicial, él ya se había marchado. Carlos Ponce (37) es un hombre oriundo de la provincia de Tucumán, con un extenso prontuario que incluye una última condena a prisión condicional de tres años que aún no terminó de purgar, que hace unos meses se instaló en la ciudad de Córdoba. Antes, estuvo en Santiago del Estero, donde acumuló un nuevo renglón a su planilla de antecedentes. El lunes pasado, una patrulla policial lo había demorado junto a otros cuatro hombres, todos tucumanos, luego de que los sorprendieran "en actitud sospechosa" en el Centro de la ciudad de Córdoba. Los policías que caminan a diario la zona del microcentro cordobés ya han aprendido a agudizar algunos sentidos. Saben que hace tiempo hay varios delincuentes que caminan la peatonal y pasan largos minutos simulando esperar un ómnibus mientras "marcan" a los clientes de las financieras de ese sector. Durante semanas, han ido controlando y fichando, uno tras otros, a estos sospechosos, sobre todo en la zona de la peatonal de la 25 de Mayo. Por la fuerza de la repetición, y ante una seguidilla imparable de "salideras" (roban a quienes acaban de extraer o cambiar una abultada suma de dinero), tuvieron que poner una lupa más grande para aprender a reconocer quiénes son los que caminan el Centro y quiénes en realidad lo merodean. Cuando el lunes advirtieron que un Toyota blanco y una moto Honda Tornado se movían casi a la par a lo largo de varias cuadras, decidieron a interceptarlos. Los cinco sospechosos eran tucumanos. Dijeron que habían llegado a Córdoba por negocios, para comprar muebles. Lo mismo que vienen repitiendo otros tucumanos cuando son controlados. El ayudante fiscal dijo que no encontraba pruebas de delitos y ordenó que todos se fueran, sin avanzar en ninguna imputación. Cuarenta y ocho horas después, Ponce y un cómplice fueron denunciados cuando viajaban en una moto Honda Falcon por La Rioja y Urquiza. Los testigos que llamaron al 911 dijeron que el que iba atrás se descolgó, intentó arrebatar algo y regresó corriendo a la moto, que continuó la marcha a toda velocidad. Sabiendo que los seguían, los sospechosos comenzaron una huida en zigzagueante por pleno Centro. A los pocos metros, el que iba atrás se descolgó y se perdió por plena peatonal. Las cámaras de la Policía continuaron con el conductor de la moto en la mira. Fueron casi 10 cuadras, en la que el conductor fue arrojando una millonaria suma de dinero en pesos con el objetivo de que los transeúntes se desesperaran y dificultaran la persecución policial. Finalmente, el conductor fue atrapado cuando intentó ingresar en una playa de estacionamiento de la avenida Olmos al 60. ¿Acaso tenían otro auto esperándolo allí? La pregunta aún no tiene respuesta. Lo concreto es que tenía un bolso con casi cuatro millones de pesos, que sumado a lo que fue arrojando daba un total de más de cinco millones de pesos. Sin embargo, ese dinero no había sido sustraído cuando los testigos llamaron al 911, por lo que en un primer momento la Policía indicó que ignoraba el origen de semejante suma. Horas después, un empresario de barrio Bajo Palermo se comunicó por teléfono con una unidad judicial y dijo que a él le habían robado ese dinero. Los pormenores de la sustracción ahora se investigan. Cuando fue atrapado, los policías constataron que el motociclista era el mismo Ponce que ya habían demorado sólo 48 horas antes. Quedó detenido por el momento. Esa misma mañana, en la zona del Cerro de las Rosas, dos motochoros le reventaron la ventanilla al conductor de un Toyota Corolla que acababa de salir de una financiera de la zona y le quitaron su maletín. A las pocas cuadras, uno de los delincuentes se bajó de la moto y corrió con el maletín a una camioneta Volkswagen Amarok negra. Se subió, se sacó el buzo y arrancó. Un testigo ocasional advirtió la situación y le avisó a la Policía. Sólo le había llamado la atención que el muchacho estuviera apurado para quitarse la parte de arriba de la ropa. /Inicio Código Embebido/ /Fin Código Embebido/ Con la descripción aportada comenzó un operativo policial que minutos después dio sus frutos en la calle Ciudad de Tampa al 3000, a media cuadra del colegio Peña. La camioneta fue interceptada por los móviles y el conductor no tuvo más remedio que frenar. Aún tenía el maletín que acababan de robar. Fue identificado como Guillermo Moreno (23), oriundo de Tucumán. ¿Ponce y Moreno forman parte de la misma banda? Los investigadores dudan. Seguidilla En realidad, hace meses que diferentes policías tienen a "Los Tucumanos" en la mira, a raíz de una escalada de las salideras. El 22 de noviembre pasado a la siesta, en el cruce de las calles La Coruña y Revolución de Mayo, entre los barrios capitalinos de Crisol y Maipú, un policía de civil mató a un motochoro que intentó romperle el vidrio del auto y quitarle el bolso con dinero que acababa de extraer de una financiera. El fallecido fue identificado como Cristian Raúl Valdéz (25), oriundo de la provincia de Tucumán. /Inicio Código Embebido/ /Fin Código Embebido/ Hace menos de un mes, el 18 de abril, también a la siesta, en calle Luis de Tejeda al 4300, Cerro de las Rosas, dos motochoros le rompieron el vidrio del acompañante a una Jeep Renegade y sustrajeron un bolso en el que la propietaria del vehículo guardaba un dinero que acababa de retirar. Un vecino advirtió la situación y logró interceptar a uno de los motociclistas, al que retuvo allí, mientras otros testigos avisaban a la Policía. El otro motociclista salió corriendo y se subió a una camioneta Dodge Journey que lo aguardaba en las inmediaciones. Se montó un operativo y cuadras más adelante, a la altura del club Teléfonos, sobre calle Fernando Fader al 4500, el rodado fue interceptado por los móviles. Sus cuatro ocupantes quedaron demorados. Todos ellos, al igual que el primer motochoro detenido, eran oriundos de Tucumán. Varios habían sido demorados, identificados y liberados sólo unos días antes en la city cordobesa. Varias bandas Por ahora, ninguna de estas investigaciones han sido unidas en un mismo expediente, sino que se analizan por separado. Por eso, el genérico "la banda de Los Tucumanos" hoy puede llevar a una confusión: en la Justicia los casos se investigan por separado, como bandas distintas que sólo comparten el mismo origen provincial. En los últimos meses, Cadena 3 ha entrevistado a funcionarios judiciales, investigadores policiales, detectives privados y vecinos de diferentes barrios de la ciudad. A partir de estos datos, se avanzó en una radiografía periodística sobre cómo operan las células de "Los Tucumanos" pese a que esta pesquisa aún no figura, toda junta, en ningún ámbito judicial o policial. Una de las bandas hace semanas que tiene la base en la casa de una mujer de barrio Quintas de San Jorge, a pocos metros de la llamada "cuadra narco", un sector caliente de la periferia norte de la ciudad. Allí, los tucumanos llegan en vehículos que van cambiando de manera constante. También otra célula dedicada a estas salideras se hospedaría en hostel u hoteles de baja categoría del Centro cordobés, sobre todo cerca de la Terminal de Ómnibus. En los múltiples controles a sospechosos en la zona de la peatonal 25 de Mayo, en la city cordobesa, ya han identificado a más de 20 sospechosos tucumanos. Todos son demorados, dan sus documentos y muestran que los papeles de los vehículos con los que acaban de llegar al Centro son legales. Se han detectado la camioneta Volkswagen Amarok negra que fue interceptada en Villa Cabrera (estuvo estacionada al lado de una sucursal bancaria de calle Alvear, un día antes), un Ford Focus, un Volkswagen Fox, un Peugeot 3009, la camioneta Dodge Journey en la que atraparon a los sospechosos del Cerro de las Rosas y al menos dos motos de alta cilindrada. A fines de 2023, en Rosario advirtieron un modus operandis similar: tucumanos que asaltaban a automovilistas cuando acababan de extraer dinero. Pero los sospechosos siempre que eran controlados no tenían nada encima, por lo que quedaban en libertad. Cuando se les preguntaban dónde estaban viviendo en Rosario, aseguraban que estaban de visita en la casa de un conocido o familiar. Siempre daban las mismas direcciones. Cuatro de "los tucumanos" terminaron condenados a penas menores en Rosario. Pero en los submundos del delito se cuenta que en realidad debieron dejar esa ciudad por otras razones: les robaron a las personas equivocadas. Que las bandas formadas en una provincia se trasladen a otras a robar ya no es novedad. Hay explicaciones lógicas: en sus territorios, estos delincuentes ya están "quemados" y no puden moverse con facilidad. Ante esto, buscan nuevos horizontes, donde no los conocen y en los que a los investigadores locales les va a llevar un tiempo detectar tanto a ellos como a la modalidad delictiva. Los cordobeses, especialistas en "escruches" (robos a viviendas sin moradores, con una tarea de inteligencia) o al robo de vehículos con "inhibidores", suelen viajar a Tucumán, Cuyo, Rosario o Buenos Aires, por ejemplo. Lo que se dice un intercambio de delincuentes de ida y vuelta. Roles y eslabones En Córdoba los pesquisas no dudan que estas células tienen cómplices locales. Que les dan alojamiento y la logística necesaria para detectar las zonas de las "cuevas" financieras, donde todo se mueve en efectivo. "Los Tucumanos" utilizan vehículos legales, sin órdenes de captura. Saben que en cualquier momento pueden ser controlados y la premisa es mostrarse siempre limpios. Los "marcadores" llegan en estos vehículos al Centro y en minutos se desparraman por la city. Disimulan todo el tiempo, mientras intentan fijar el blanco. Incluso, agregan otro ardid: llegan juntos delincuentes con antecedentes y otros que no tienen prontuarios. Los primeros se hacen notar a propósito, los policías los controlan, descubren que tienen antecedentes y se demoran varios minutos con ellos. Mientras tanto, el resto de los cómplices continúa buscando potenciales víctimas sin entrar en el radar de los agentes. Como se movilizan en vehículos nuevos, varios costosos, y en regla, apenas detectan a un blanco, comienzan a seguirlo. Por lo general, este primer seguimiento se hace hasta que las víctimas pasen los puentes, que están controlados. Es entonces que a la "persecución" se suman los motochoros. Son estos últimos que ejecutan el robo. Un golpe en la ventanilla y arrebatan el bolso con el dinero. Luego, escapan y a los pocos metros se dividen. Uno se lleva la moto, sin nada más, y el otro se sube a alguno de los vehículos de apoyo, con el botín. Las víctimas por lo general sólo se dieron cuenta de los motociclistas, por lo que cuando denuncian sólo hablan de dos delincuentes en moto y aportan las características. A esa altura, ya no hay dos en una moto, sino sólo el conductor. Y si los logran interceptar, no tendrá nada encima que lo incrimine. "No sólo hicieron lo mismo en Rosario, sino que estas bandas aparecen en Neuquén, Mar del Plata y Catamarca... han estado por todos lados", apuntó un avezado investigador. El sabueso planteó que hubiese sido importante que cada vez que les controlaban los vehículos a "los tucumanos" se hubiese realizado un entrecruzamiento de información con las planillas prontuariales de todo el país y, al mismo, con las diferentes bases de datos de las patentes. Así, con el registro de las multas se podría haber advertido cómo estas bandas se han ido moviendo de un lado a otro del país por las rutas. "Están haciendo un surco desde Tucumán a Córdoba y hasta ahora en ningún control se dan cuenta, aunque sea para avisar que están entrando en la ciudad, así se activan las alertas de inteligencia", añadió. ¿Cuántas bandas o células de 'los tucumanos' están hoy activas en Córdoba? ¿Qué cantidad real de salideras han ejecutado en los últimos tiempos? ¿A cuánto ascienden los millones de pesos que llevan recaudados? ¿Quiénes son los cómplices locales que les aseguran toda la logística para actuar con semejante sensación de impunidad? ¿Por qué se ha demorado tanto en aglutinar todos estos casos bajo una misma trama investigativa? Preguntas que todavía aguardan respuestas. /Inicio Código Embebido/ DETUVIMOS A UN HOMBRE Y SECUESTRAMOS MÁS DE $4.000.000 ?? Luego de un seguimiento controlado en una playa de estacionamiento de Av. Olmos al 60 Bº #Centro, detuvimos a un hombre de 37 años (oriundo de la prov. de #Tucumán), tras sustraer una suma de dinero en el sector. ?… pic.twitter.com/tyxOJEZs4j — Policía de Córdoba (@PoliciaCbaOf) May 8, 2024 /Fin Código Embebido/

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