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  • Sebastián Rizzitano: “Generar interés en los chicos por la investigación”

    Gualeguay » Debate Pregon

    Fecha: 08/05/2024 16:27

    Me siento inmensamente identificado con Sebastián por el entusiasmo y dedicación que predispone para enseñar Astronomía, la ciencia de los cielos. Sin más preámbulos, conozcamos a Sebastián y su alucinante labor D.L: Sebastián, coméntanos un poco de vos. S.R: Aunque, actualmente, mi ocupación no es específicamente sobre el área que nos convoca, te cuento que hice unos años de la carrera de Licenciatura en Física en la UNSa (Universidad Nacional de Salta) y realicé un profesorado en Física en el Instituto de Formación Docente nº34 de Buenos Aires. Me desempeñé como profe de Física, Matemática, Ciencias Naturales y Química en los colegios secundarios de Buenos Aires y Salta, una vez finalizado mi profesorado y desde entonces (año 2002) estuve dedicado a otra actividad laboral, aunque esos sueños de juventud o incluso, que vienen desde la niñez, siempre afloran de alguna manera. La cuestión es que, desde hace un par de años, decidí alimentar esos sueños remotos y darle una posibilidad de que crezcan, a través de la concreción de un planetario, donde poder establecer un punto de contacto e interés con los temas del espacio para las escuelas y el público en general. D.L: ¿Cómo comienza el proyecto de trabajar con un planetario? ¿Hay otros tipos de actividades astronómicas además de esa? S.R: Desde siempre, me fascinó la magia que representan los planetarios: desde poder estar en una noche cerrada a pleno día, hasta poder movernos en el tiempo, en un sentido u otro, o poder viajar por el cosmos. Son experiencias inmersivas, que existen desde hace mucho tiempo, antes incluso de que se usaran este término. Los planetarios son edificios que atrapan las miradas por su estructura y belleza, y es esta misma forma de semiesfera la que permite emular, de manera única, a la esfera celeste. Una simple caja a la que se le realizaron pequeñas perforaciones y que encierra una bombilla luminosa en su interior, puede proyectar sobre el techo de nuestra habitación algo parecido a estrellas: se trata de un primer modelo de planetario. A pesar de ello, los planetarios más importantes del mundo son estructuras muy complejas desde lo arquitectónico y lo tecnológico, ya que logran reproducir de forma increíblemente fiel la noche y los fenómenos cosmológicos. Plantear un planetario de forma artesanal y con recursos limitados, también fue un desafío. Para ello nos propusimos una idea: hacer un domo geodésico que sirva de cúpula y dentro de ella, poder sentarnos (o tendernos sobre el suelo) sobre almohadones a ver el cielo nocturno que logramos recrear con proyectores de video, a los cuales les modificamos las ópticas para abarcar, lo mejor posible, el interior de la cúpula. Es lógico que el resultado que logramos dista bastante de los conseguidos en los grandes planetarios, pero creemos (y la experiencia adquirida lo confirma) que el público asistente tiene un momento de distención, de aprendizaje y de reencuentro con la mirada al cielo, a su belleza y misterios inagotables. Más allá de los encuentros en el planetario, ocasionalmente hacemos observaciones del cielo con algunos telescopios o experiencias relacionadas como fabricación de relojes de sol, cámaras oscuras para visualizar eclipses o construcción de espectroscopios, a los que se suman colegas entusiastas que abonan el encuentro y lo potencian. También realizamos colaboraciones, que solemos hacerlas en fechas especiales con el Museo de Antropología de Salta, donde hemos creado una pantalla con forma de casquete esférico que está suspendida del techo y proyectamos el cielo nocturno y, en fechas como el Día Internacional de los Museos o la Noche de los Museos, hemos hecho presentaciones para el público del Museo sobre los telescopios como una ventana al pasado o sobre la fiesta del Inti Raymi que, en estos lugares son muy importantes por la concepción presente en la cultura originaria de los pueblos andinos. D.L: Cuando realizas actividades ¿qué es lo que más te preguntan las personas? ¿De quiénes vienen las preguntas más interesantes, de los chicos o los grandes? S.R: Lo que más sorprende al momento de recibir escuelas es lo entusiasmados que llegan los chicos para hablar de estas temáticas y, consecuentemente, lo informados que están. Sin duda son los que formulan las mejores preguntas que van desde los agujeros negros supermasivos hasta los exoplanetas similares a la Tierra, pasando por los motivos por los cuales Plutón ya no es considerado un planeta. D.L: En lo personal, ¿qué tema de astronomía es el que más te gusta hablar y por qué? S.R: Me parece que nuestro lugar o rol en este contexto y que disfruto especialmente, es el de generar interés en los chicos por la investigación, la búsqueda y la exploración de las temáticas que tienen que ver con la naturaleza, con una actitud de responsabilidad y respeto por los saberes originarios. En nuestro planetario habita un personaje llamado Amauta y que es quien le da el nombre al planetario. Se trata de un niño de una comunidad originaria que, por supuesto, va a la escuela. Sin embargo, disfruta mucho dar sus paseos nocturnos con el abuelo, un sabio de su comunidad, quien le explica muchas cosas del cielo. Entre esas dos fuentes: la escuela y lo que le enseña el abuelo, Amauta navega, aprende y disfruta del cosmos presentándonos en cada encuentro distintas situaciones que nos permiten hablar sobre diferentes contenidos: los eclipses, la llegada del invierno (fiesta del Inti Raymi), los cometas, etc. D.L: ¿Qué consejo le podrías dar a aquella persona que quiere iniciar actividades, ya sea con un planetario o simplemente divulgar astronomía? S.R: Creo que estamos en un momento inigualable para estos temas y las posibilidades de aportar desde nuestro lugar son muchísimas. Sin embargo, no debemos olvidar que nuestro lugar en el cosmos es nuestro planeta y debemos hacer especial mención a ello. Los viajes espaciales, los grandes telescopios, los descubrimientos de planetas prometedores, son realmente maravillosos, pero el cuidado y la preservación de nuestra Tierra tiene que estar por sobre todo. Las maravillas que podemos reconocer y las que están aún por descubrirse, la posibilidad de encontrar vida en casi cualquier porción de la superficie o de las masas de agua; convierten a nuestro mundo en un lugar privilegiado y, al menos por ahora, en el único con estas condiciones. Fomentar estos valores en la niñez debe ser nuestra prioridad si queremos que las generaciones futuras puedan soñar con un provenir prometedor. Para finalizar debo agradecer a Ricardo García por darme la oportunidad de conocer a Sebastián y mi agradecimiento se extiende para él por tomarse el tiempo para responder estas preguntas. Hay algo en la divulgación de la Astronomía que no he experimentado ni he visto en otro ámbito, no importa a que distancia te encuentres, si conoces o no a la persona, los cielos siempre nos reúnen, en esta ocasión a Sebastián y a mí, dos de los tantos cadetes del espacio que hay en todo el mundo. Diego Larrosa De Zan Divulgador Científico (col. IASC/NASA)

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