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  • Juicio a Rivero: "Soy culpable, pido una oportunidad y una sentencia justa"

    » Elterritorio

    Fecha: 08/05/2024 16:14

    En la mañana de este miércoles se reinició el debate oral contra Manuel Rivero (59), acusado de intentar matar con un arma de fuego a tres personas -entre ellas su expareja-. El imputado se hizo responsable de los hechos y escuchó el relato de una de las víctimas. El debate continuará mañana con la declaración de peritos. miércoles 08 de mayo de 2024 | 14:10hs. Manuel Rivero (59) está imputado por intento de homicidio agravado por el vínculo y dos hechos de intento de homicidio. //Foto: Matías Peralta Luego de 69 días de espera, en la mañana de este miércoles en la sala de audiencias del Tribunal Penal Uno de Posadas volvió a comenzar el juicio contra el albañil correntino Manuel Rivero (59), quien está acusado de intentar matar con un arma de fuego a tres personas: su ex pareja y madre de sus hijos, a un joven que se hallaba en la parada de colectivo y a una vecina. Los tres ataques sucedieron en pocos minutos en la mañana del 14 de diciembre de 2017 sobre la avenida Avellaneda del barrio San Marcos de la capital provincial. Rivero, quien llegó detenido y con custodia policial, está imputado por los delitos de homicidio calificado por el vínculo en grado de tentativa, doble homicidio simple en grado de tentativa y portación ilegal de arma de fuego en concurso real. Como informó El Territorio, las víctimas son Elisa De Souza -expareja de Rivero-, Arnaldo Álvez -el joven que intentó defender a De Souza en la parada de colectivos- y Rosalba Ramírez, vecina a quien el acusado le habría disparado porque fue testigo desde la ventana de su kiosco como Rivero le apuntaba y gatilló a las primeras dos víctimas. En tanto, el Tribunal está conformado por los jueces Viviana Cukla (presidente), Gustavo Bernie y Fernando Verón (subrogante). La parte acusatoria está a cargo del fiscal Martin Rau y del abogado querellante Ariel Pianesi, mientras que la defensa está representada por el defensor oficial Mario Ramirez. El debate oral, que tiene en su agenda al menos cuatro jornadas y que se tienen previstas las comparecencias de al menos 8 testigos -entre ellas las declaraciones de las víctimas-, comenzó pasadas las 8.30 con la lectura del requerimiento de elevación a juicio, el cual detalló cada secuencia de ese lamentable día. En la lectura, se planteó que en los delitos que son materia de juicio el hombre de 59 lo cometió con conciencia, y con la intención de matar, no logrando su cometido "por razones ajenas a su voluntad". A su vez, en la elevación a juicio se consideró que Rivero "puso en riesgo la vida de tres personas y del público", actuando con desprecio y que las cuatro acciones -utilización del arma de forma ilegal y los tres intentos de homicidio- son independientes entre sí, a pesar de que fueron cometidos en un mismo contexto. "Soy culpable" Terminada la lectura, el acusado fue consultado si prestaría declaración ante los jueces. Momento en el que aprovechó para hacerse responsable de los hechos por lo que está siendo juzgado, manifestando que "reconozco que soy culpable. Pido una oportunidad y una sentencia justa". "Me equivoqué como cualquier persona. Tenemos el derecho de que podamos recibir una oportunidad", continuó Rivero, alegando que "el fracaso de mi pasado me sirve para poder conducirme rectamente en el futuro". Por último, dirigió unas palabras de perdón para Elisa De Souza -su expareja-, quien se encontraba en la sala de debates. "Humildemente le pido perdón por lo ocasionado. Ya sé que no se puede reparar con un perdón (…) Hice algo malo y destruí una familia", expresó, añadiendo que "los que más están sufriendo son mis hijos, que saben perfectamente que siempre me reconocí y siempre les pedí perdón". "Tenía mucho miedo" Luego, justamente fue el momento de declarar como testigo, Elisa De Souza contó el calvario que le tocó vivir pero sin la presencia del imputado en la sala, que fue retirado bajo su pedido. En su exposición, la mujer describió a Rivero como alguien que siempre fue "violento, tanto verbalmente como físicamente. Eran empujones, agresiones verbales y de todo tipo". En esa línea, Elisa detalló que Rivero denigraba su persona frente a sus hijos: "Él me decía que yo era puta, que era una prostituta, que no servía para nada". Incluso, mencionó que muchas veces la obligó a tener relaciones sexuales. "Era una persona muy agresiva. Decía muchas cosas feas. Pero yo estaba ahí porque tenía mucho miedo, porque siempre me amenazaba que me iba a matar". Todo planeado Respecto al hecho, la mujer indicó que cree que fue todo planeado. "Si no era planeado, él no hubiese pedido para llevarle a todos los chicos a Ituzaingó. Si él no tenía la intención de hacerme algo, él podía haberle dejado por lo menos al chiquito conmigo, pero quiso llevarle a todos, quiso que yo esté sola", lamentó. En tanto, sobre el día del traumático episodio, la mujer contó que se levantó a la mañana para preparar a sus hijos y los acompañó a la parada de colectivos para que vayan a la Terminal de Ómnibus, de donde presuntamente saldrían hacia la localidad correntina por invitación del imputado. En ese marco, volvió a su domicilio y se sentó a tomar mate en la galería de su propiedad, sin imaginar que minutos después comenzaría la cacería que casi le cuesta la vida. "Escuché un ruido, él estaba detrás de mí y sonreía con un arma en la mano", explicó con angustia la mujer. En esa línea, recordó: "Tiró el arma en una silla. Le pregunté qué iba a hacer y él me respondió que yo ya sabía, que me iba a matar, 'porque si no sos mía, no sos de nadie'". La víctima continuó su relato manifestando que en ese momento pensó que realmente Rivero la mataría, por lo que lo empujó contra una pared y salió corriendo hacia el interior de su vivienda, para luego salir por la puerta trasera sin rumbo preciso. "No sabía qué hacer ni dónde ir", lamentó. En su apuro por escapar y ponerse a salvo, se dirigió a la parada de colectivos porque vio que se encontraba un chico. Le contó lo que estaba ocurriendo y el joven, al tomar conocimiento de la situación, "me dijo que me ponga detrás de él", indicó. A pesar de esto, De Souza contó que Rivero llegó a la parada y le decía que vuelva a la casa. Al no hacerle caso, el hombre ejecutó un disparo que impactó primero en el brazo del joven para luego atravesar el brazo izquierdo de la madre de sus hijos, que ocasionó la fractura del húmero. En esas circunstancias, la mujer mencionó que "el chico salió a correr y yo caí. Cuando estaba en el piso, él (Rivero) me tiró dos veces más y después salió corriendo". Respecto a los siguientes minutos de haber recibido los tres disparos, expresó entre lágrimas que "mi cuerpo no lo sentía. Escuchaba los murmullos de la gente y nada más. Recuerdo que llegué al hospital y no recuerdo más nada". Por último, De Souza reveló que todavía siente miedo y que no creyó en el pedido de disculpas que hizo el acusado previamente. "Todavía tengo mucho miedo. Quiero que si él llega a salir de la cárcel, cuando salga que me avisen porque entonces me tengo que ir", dijo la mujer, en relación a que teme que si Rivero está en la calle puede volver a lastimarla. Justamente, cuando Elisa se encontraba internada en el hospital, recordó que tuvo que ser dada de alta sin estar del todo recuperada, puesto a que el hombre se había fugado de la seccional Octava, un mes después de haber quedado detenido. Por último, respondió al pedido de disculpas que le hizo el imputado en la sala de debate. "No creo en sus disculpas porque él manipula y es muy mentiroso. El pedido de disculpas de él no sirve, porque siempre fue así. Inclusive se arrodillaba pidiendo perdón y terminaba haciendo peores cosas", cerró. Después del relato de Elisa se presentó como testigo David Rivero, uno de los hijos, quien fue el que recibió la llamada por parte de su padre momentos posteriores al ataque hacia su madre. En su breve declaración, el joven reforzó lo dicho por su madre, expresando que "en mi punto de vista, todo fue planeado". Otro intento de matarla Por otro lado, David contó que en una oportunidad, él vio que su papá se dirigía a la habitación de su madre con un cuchillo, pero que al verlo a él, frenó su marcha y se fue a dormir. "En una ocasión estábamos durmiendo con mi mamá, y escuché un ruido. Cuando me levanté e iba a salir de la pieza, le vi a él en la puerta parado con un cuchillo en la mano. Cuando le pregunté al otro día que estaba haciendo, me dijo que iba a matar a mamá, pero que se arrepintió al verme". Por último, también se presentó como testigo Rosalba Ramírez, la vecina que fue atacada en su propiedad por tres disparos a quemarropa por parte del acusado, quien relató que se acercó al frente de su propiedad en la mañana de ese 14 de diciembre, porque escuchó gritos de ayuda que provenían de la parada de colectivos. "Yo tengo un kiosco en mi casa, entonces voy rápido a cerrar la ventana del negocio, y ahí el hombre se para enfrente mío, me apunta y me ejecuta tres disparos", recordó la testigo, agregando que "yo me tiro al piso en el primer disparo y gracias a eso el tiro no me impactó en la cabeza". Asimismo, Ramírez describió que ese día vio a Rivero "muy íntegro. No vi que estaba fuera de sí o ebrio". Respecto al ataque hacia ella, indicó que no sabía el motivo del ataque del hombre. "Nunca tuvimos problema con el vecino. En ese entonces, hacía 10 años que estaba en el barrio y la señora y sus hijos eran muy buenos vecinos. Al señor le conozco muy poco", cerró. Al finalizar su testimonio, el debate oral entró en un cuarto intermedio hasta las 10.30 de este jueves. Está previsto que se presenten como testigos dos profesionales a cargo de las pericias.

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