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» El cordillerano
Fecha: 08/05/2024 11:33
EN LA DE 1984 QUEDARON “ESTALACTITAS” DE UN METRO, PERO… | 07/05/2024 Albertina Rahn todavía no había nacido, pero tan vivaces fueron los recuerdos de sus padres que hasta escribió un cuento ambientado en aquel suceso. Ahora bien: 1944, 1984… ¿2024? La memoria barilochense de mediano plazo tiene en un lugar importante a la nevada que se produjo en 1984, pero dice Albertina Rahn que realmente histórica fue la de 1944. La vecina todavía no había nacido, pero fue tan vívido el recuerdo heredado de sus padres que uno de sus cuentos se relaciona con aquel fenómeno. Ahora bien: 1944, 1984… ¿2024 también quedará en la historia por la intensidad de sus nevadas? Aunque sin la precisión que aportó Graciela Pino en su charla con El Cordillerano, Albertina también descartó que las grandes precipitaciones níveas que se produjeron 40 años atrás comenzaran en mayo. “Tenía la idea de que fue en junio la del 84”, señaló. Para su colega escritora, se advirtió la dimensión de la nevada en la mañana del 9 de junio. Si bien para el calendario todavía corría la estación anterior, “fue en invierno”, señaló Albertina. Es que “previo a la nevada hubo heladas, por lo que el suelo estaba frío y la nieve entonces se acumula y dura más”, describió. “La situación era nieve - heladas, nieve - heladas, por lo que tuvimos nieve alrededor de un mes”, recordó. “Esta nevada otoñal, en cambio, es mojada, entre comillas. El suelo todavía no está frío y entonces, se va pronto. Hay más movimiento en las calles y se limpian antes”, resaltó. Nuestra vecina observó la nevada que arrancó el pasado fin de semana a través de las mismas ventanas que 40 años atrás. “Vivo en el mismo lugar: Fagnano al 300”, pero en 1984 “la calle no estaba asfaltada y era una pista de hielo. Recuerdo que brillaba”, compartió. Según de qué barrio se trate, para la tarde del último lunes hubo vecinos que midieron desde 62 centímetros hasta 88, según compartieron en redes sociales. Cuatro décadas atrás, “acá había 50 centímetros”. Albertina en la última feria del libro de Biblioteca Sarmiento. Foto: Vero Manzanares. “Lo que recuerdo son las estalactitas que pendían del techo, de alrededor de un metro de largo y unos 6 centímetros de diámetro en la base. Y durante días y días no derretía ni una gota. Tengo una foto de las estalactitas, pero no la encontré”, se disculpó Albertina ante el cronista. Antes de que levante la mano algún especialista, traigamos a colación que estalactitas son formaciones minerales, las agujas de hielo que se forman por aquí se llaman carámbanos, aunque todos y todas les llamemos como la vecina de calle Fagnano. Entre 1984 y 2024 la escritora no observó que como sociedad que se organiza alrededor de un municipio, hayan cambiado significativamente los comportamientos. “Me parece que con estos fenómenos de la naturaleza no se aprende mucho. No veo mucha diferencia. Las dificultades siguen siendo las mismas”, consideró. “Está bien, no se esperaba una nevada así tan temprano”, reconoció. Cerca de la finalización del intercambio con este cronista, Albertina advirtió: “te recuerdo que la nevada histórica fue la de 1944. ¡Ojo! Yo no había nacido, me contaban mis padres… No se podían abrir las puertas. En lo que es hoy la plaza Belgrano acumuló 1,20 metros. Eran nevadas secas, de abajo, es decir, desde el sudeste. Nieve muy seca y fina. No estoy segura, pero creo que la del 84 también fue de abajo”, evocó. La más reciente hizo estragos en la Línea Sur, así que es verosímil su suposición. Pero tanto marcó el recuerdo del 44 a nuestra interlocutora que uno de sus cuentos tiene que ver con aquella expresión de la naturaleza tan contundente. Se titula “Antes que lo pille la noche” y está en el libro “Cuando el agua se vuelve vidrio”. Más recientemente, elaboró una crónica con testimonios de algunos vecinos que vivieron la de 80 años atrás, pero aún no la pudo editar. Ahora, los pronósticos auguran un respiro de varios días, pero esperemos que 2024 no quede en la historia. Al menos, no por la magnitud inusitada de sus nevadas.
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