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  • Ailén Bechara: “Me alejé de los medios cuando estaba en el furor de mi carrera y hoy me arrepiento”

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    Fecha: 08/05/2024 04:43

    Ailén Bechara es oriunda de Darregueira, una localidad bonaerense, que limita con La Pampa. Ailén llegó a la Ciudad de Buenos Aires muy joven y con el sueño de trabajar como modelo. Tuvo su debut en la pantalla chica de la mano del ciclo A todo o nada que condujo el actor y animador Guido Kazcka. Era una de las azafatas del programa que se emitió durante cuatro años en el trece. En 2015 Ailén participó del certamen de baile Bailando, conducido por Marcelo Tinelli. Para ingresar, debió atravesar una suerte de casting en vivo en el programa Este es el show que le permitió el pase a la competencia oficial. Con el apoyo del público, llegó a la final y obtuvo el segundo puesto. Actualmente, continúa su carrera como modelo e influenceren las redes sociales, donde posee más de 3 millones de seguidores. Además, es mamá de Francisco, de 6 años, fruto de su relación con Agustín Jiménez, empresario y representante de futbolistas. “Yo digo mucho que soy libre, pero en definitiva no lo soy”, confesó Ailén. (Gastón Taylor) La idea de libertad Rulo: — ¿Haces terapia? Ailén: — Sí, desde que tengo uso de razón. Hablo de las cosas que me pasaron y me pasan. Estoy ahora con una terapeuta nueva descubriendo otras cosas, patrones que tal vez estoy repitiendo de mi familia. Rulo: — ¿Cuáles son? Ailén: — Estoy repitiendo, tal vez, en algún sentido la historia de mi papá y de mi mamá en otros aspectos. Rulo: — Tu papá falleció hace algunos años, pero mientras vos estabas en un buen momento laboral, salió a la luz de que era gay, ¿cómo viviste toda esa exposición? Ailén: — Yo lo sabía, todo el mundo lo sabía, pero nadie tiene por qué revelar la identidad de otro en los medios. Pasó algo en un programa que a mí no me gustó nada cómo se dieron las cosas, y tuve que salir a contar mi verdad. Fue raro porque ellos no sabían en qué situación estaba mi familia y de pronto sucedió eso y todo el mundo salió a preguntarme. Justo mi papá se estaba haciendo quimioterapia y mi respuesta fue que respeten. Mi viejo murió cuando yo estaba embarazada. Yo lo acepté, lo trabajé. Yo descubro esto cuando era muy chiquita. A los doce años y en ese momento no se habla ni existía lo que existe hoy que cualquier persona dice quién es y nadie te dice nada. Rulo: — ¿Y qué parámetros sentís que estás repitiendo de él? Ailén: — Tal vez que yo digo mucho que soy libre, que soy libre, que soy libre y en definitiva no soy libre nada. Yo me siento como que todavía me falta salir... Rulo: — ¿Explorar nuevas cosas? Ailén: — ¿De estar con una chica decís? No, no es eso. Rulo: — No te iba a preguntar nada, pero si lo preguntas vos (risas). ¿Estarías con una chica? Ailén: — Lo he experimentado. Rulo: — ¿Y cómo te fue? Ailén: — Bien, pero me gustan los hombres. Pero yo hablo de una libertad más de vida. Otra cosa. Me falta abrir la puerta y salir a vivir. Rulo: — ¿Están para incorporar a alguien en la pareja? Ailén: — Lo he tirado, pero todavía no pasó nada. Sería para divertirnos (risas). Igual, uno habla mucho de la boca para afuera, pero después… Es mi pareja, el papá de mi hijo, es con quien convivo. Yo se lo dije un día en Madrid, no acá porque la idea era que no nos conozca nadie (risas). No ha pasado. Rulo: — ¿Dudó? Ailén: — Son momentos. Hoy capaz yo pienso así y el todavía no. Que se yo. Él está bien así conmigo, no necesita meter a nadie más. Yo se lo dije medio copeteada, no todo el mundo está dispuesto a escuchar esas cosas. Él lo tomó bien, pero nunca pasó nada. Quedó ahí como una anécdota. Ailén junto a su pareja Agustín y su hijito Francisco. (@ailen_bechara) Pareja Hace casi ocho años que está en pareja y si bien se separó en algunas ocasiones, el último reencuentro se dio a fin del año pasado. Ambos apostaron al amor, incorporando pequeños cambios que los ayuden a encontrar el equilibrio entre la familia que construyeron y sus profesiones. Rulo: — ¿Cómo es eso de separarte y volver? ¿Priorizaste la familia? Ailén: — Yo varias veces le dije: “Loco, hasta acá”. La última vez me separé tres meses y anteriormente un mes. Pero esta última vez yo estaba segura de que ya estaba. Y de pronto, no sé, van pasando cosas, la vida, nuestro hijo. No le quiero poner la mochila a mi hijo de que vuelvo por él porque eso jamás. Pero lo veía muy triste y yo también estaba triste. Al principio, estaba bien y de pronto mi tristeza en mi casa fue imparable. Uno trata de intentar porque tiene una familia, pero soy yo siempre la que está disconforme. Rulo: — ¿Es por los viajes? Ailén: — No, de hecho yo amo que viaje, que haga su trabajo, le va re bien. Al contrario. Está re bien porque es un aire para la pareja. Siempre soy yo, tal vez, no sé si soy la complicada yo, pero bueno la convivencia medio que mata la pareja. Pero de pronto me salta a mí de cero a cien. Nunca me separé con eso. Rulo: — Cuando hay separaciones siempre se habla de terceros o dicen: “Lo enganchó con alguien,” pero a vos se te ve muy abierta en eso, ¿sería un motivo de separación? Ailén: — No, nunca lo enganché con nadie. Se ha dicho. Hay comentarios de que él está de joda con los jugadores, la verdad que ni idea lo que hace. Si está de joda siempre le digo: “No me hagas quedar como una boluda”. Luego de tres meses de estar separados, a finales del año pasado Ailén y su pareja se reconciliaron. Rulo: — ¿Cuándo está de viaje le preguntas qué hiciste, con quién saliste? Ailén: — Al principio lo hacía. Yo era muy celosa, demasiado tóxica hasta que me di cuenta que la pasaba mal él y la pasaba mal yo; y no está bueno. Hasta que entendí que si quiere hacer algo lo va a hacer también en Buenos Aires, en Madrid o en La Quiaca. No necesita irse del país. Te puede decir: “Estoy en una reunión”. No es por eso. Nunca lo enganché en nada. Mis separaciones fueron porque tal vez yo necesito que la comunicación fluya de otra manera. Uno va evolucionando y necesitando otras cosas en la pareja y en la vida. Él sabe que yo soy así y me re banca. A veces pienso: qué paciencia me tiene este hombre. Me debe querer mucho. Él no es fácil y yo tampoco. Es lo normal en cualquier pareja. Tengo un carácter fuerte, la que pone orden, la que lleva las riendas de mi casa. Tal vez no digo bien las cosas, viste que con el que más tenésconfianza… Rulo: — ¿Qué es algo que te molesta? Ailén: — Que está todo el día con el telefonito y yo estoy: “Dale, loco. Te necesito acá. Presente. Hablame, divertime, hagamos algo”. Sí hicimos varios viajes, pero ahora mi hijo empezó primaria y es más difícil. Yo ahora estoy enfocada en mí y volver a mí, a mi carrera. Rulo: — Me quedó resonando lo que decías antes de “ser libre”, ¿qué te gustaría hacer? Ailén: — Si fuera por mí. Agarraría una valija y me iría a la India. Obviamente, uno tiene responsabilidades y mi primera responsabilidad es Francisco, mi hijo. No puedo hacer la que yo quiera. Tengo un hijo. No es tal fácil. Hoy pienso más en mi hijo que en mí. Deseosa de volver a trabajar en televisión, Ailén aseguró que quiere encontrar un lugar en el que pueda ser ella misma y divertir al público. (Gastón Taylor) Por si o por no Rulo invitó a Ailén a contestar el cuestionario levantando los carteles de Sí o No, según corresponda. Sexo, dinero y vínculos, fueron las temáticas. ¿Qué dijo? Rulo: — ¿Dos freepass por año para vos y tu pareja para estar con otra persona? Ailén: — Sí ¿Por qué no? ¡Experimentemos, vivamos la vida!, loco. Uno siempre dice así o jode en cenas con amigos, después en el momento capaz que decís: “No, loco. No lo puedo ver con otra”. Rulo: — Serían dos freepass, pero vos no te enterás. Solamente a fin de año le preguntas, por ejemplo cuando están en Navidad, si lo usó. Y si te dice que sí, ¿qué le dirías? Ailén: — Genial. De hecho la mayoría de las parejas son hipócritas. Te dicen: “No, pareja abierta no”, pero un cuerno sí. Y es lo mismo. Rulo: — ¿Serías azafata de nuevo? Ailén: — Sí. La pasé tan bien. Tengo los mejores recuerdos. Hice muchas amistades que siguen hasta el día de hoy. Con la que más compartí es con Barbie Franco, pero también me quedé muy amiga de productoras. Seguimos saliendo a cenar. La pasé bomba. Rulo: — ¿Venderías contenido erótico? Ailén: — No. Por momentos, cuando tengo la autoestima muy elevada, me veo y digo: “Ay sí, cómo garparía” (risas). Pero no es algo a lo que yo apunto en mi carrera. Cuando yo empecé hice Playboy. Jamás mostré nada, hice una tapa divina, sexy, pero nunca mostré. Pero no sé si volvería porque no es a lo que apunto hoy en día. Rulo: — ¿Revisarías el celular de tu pareja? Ailén: — No, no. Basta de toxicidad. El que busca encuentra (risas). Nunca revisé igual. Es la intimidad del otro. Aparte todo el mundo habla cualquier cosa con su mamá con sus amigas. Es la intimidad de uno. Rulo: — ¿El revisaría el tuyo? Ailén: — No, tampoco. Es cero celoso, cero tóxico. Yo era tóxica cuando él viajaba. Me volvía loca. Fue horrible. La pasaba muy mal yo y él ni hablar porque no está bueno tener una persona que te esté quemando el celular. Después me adapté, me curé. Ailén: “Yo era muy celosa, demasiado tóxica hasta que me di cuenta que la pasábamos mal los dos”. (Gastón Taylor) Su carrera Desde muy joven Ailén comenzó a trabajar en televisión y ese desafío le fue abriendo puertas. Sin embargo, no siempre el camino fue ascendente sino que tuvo altibajos que tuvieron que ver con la falta de propuestas, pero también con decisiones de la vida personal en donde priorizó otras cuestiones como la maternidad. Rulo: — Te va muy bien en Instagram, pero estuviste un poco alejada de la televisión en los últimos años, ¿qué te gustaría hacer ahora o a futuro? Ailén: — En realidad toda esa meseta que tuve fue porque yo la permití. Hoy miro para atrás y digo: “Qué boluda” porque estaba en el furor de mi carrera, me estaba yendo re bien, pero bueno fui mamá, me pasaron cosas, te metés en una y hoy me arrepiento un toque de eso porque soy feliz haciendo televisión. Extraño, me encanta ese laburo. Tal vez muchas de las angustias que he pasado fue por no estar trabajando. Rulo: — ¿Te daría angustia no estar tan presente con tu hijo para poder trabajar? Ailén: — El año pasado hice un programa y la pasé bomba. No lo podía ir a buscar a la tarde, pero estaba bien yo. Y tu hijo percibe todo. Una madre feliz y trabajadora es el ejemplo que le quiero dar. Rulo: — ¿Querés volver a hacer televisión? Ailén: — Sí me gustaría. Quiero volver a hacer televisión. Rulo: — ¿Te sentís olvidada? ¿Tenés miedo que pase el tiempo y se pase el furor aunque sos una figura instalada? Ailén: — Sí, es siempre van llegando nuevos. A mí trabajar en el televisión es algo que me hace realmente feliz. Lo que me pasó con el Bailando es que llegué a la final, fui a hacer temporada a Carlos Paz y de pronto no me llamaron más. Y te juro que eso no sabés cómo me pegó. Yo no tenía un representante, un guía, alguien que me oriente de vuelta. Tuve un año intenso de trabajar, presencias, todo junto, era un boom y después nada. Terminó la temporada, me fui de vacaciones con mi mamá y la depre que me agarró… Yo me la agarro con la comida. Me comí todo. Fue muy fuerte. No la pasé bien. Después hice otro año de teatro, lo conocí a Agustín y tuve un embarazo muy pronto. No llegué al año de estar con Agustín que me embaracé. Me fui a convivir y a los meses ya estaba embarazada. Todo fue porque tenía que suceder así, pero sí me tiré a la comodidad. "Tuve muchos trastornos alimenticios de chica y siento que de eso es muy difícil curarse", reconoció la modelo e influencer. (Gastón Taylor) El aspecto físico La exigencia de la imagen en el modelaje y en los medios, genera muchas veces una presión que es difícil de llevar para quienes trabajan con su cuerpo y le dan vida a campañas publicitarias o a personajes en series y películas. Ailén en sus redes sociales se refirió varias veces al tema de los trastornos alimenticios y contó su experiencia con su comunidad de seguidores. ¿Cómo lo trata? ¿Cómo lo vive actualmente? Rulo: — ¿Te preocupa el físico? Ailén: — Uh que tema. Yo tuve muchos trastornos alimenticios de chica y siento que de eso es muy difícil curarse. Hay momentos en los que estoy re bien y otros en los que tengo que tener mucha voluntad para estar bien. Soy una persona que tuvo problemas alimenticios, ya encontré la causa haciendo terapia, ya sé de dónde viene todo. Rulo: — ¿Sentís que es un día a la vez, que no se logra superar por completo? Ailén: — Un trastorno alimenticio no es fácil de resolver. Yo siendo que nunca me lo pude erradicar y que no me importe nada más. Rulo: — ¿Te lleva a no comer? Ailén: — No, al contrario. Mi descarga es comer. Yo me angustio, me siento sola y con lo que me pase, me la agarro con la comida. Me pegaba un atracón. Lo traté en terapia. Es muy complicado. Rulo: — ¿Y qué herramientas utilizas para estar bien? Ailén: — Cuando tengo hambre como, me instruí mucho sobre qué le hace bien a mi cuerpo, qué no. Trato de no seguir dieta porque cuando lo hice me fue mal. Hoy estoy enfocada, estoy más grande, tengo un hijo, que trato de que no tenga ningún trastorno sobre todo con lo alimenticio, estoy tratando de estar mejor, aprendiendo. Que yo no sigo ninguna dieta. Cuando tengo hambre como, cuando no tengo hambre trato de no comer. Me cuido. Soy media obse. Hago ayuno intermitente, me hace re bien, entreno. Pero no sigo el librito de nadie. Yo ya descubrí lo que me hace bien a mí. El equilibrio. Nada que sea prohibirme me hace bien. Cuando estaba separada de Agustín tenía unos bajones en los que me comía todo. Hoy me río de que le agarraba los chocolates a mi hijo, pero en ese momento es horrible. Se te bloquea la cabeza y no tenés control de nada. “Muchas de las angustias que pasé fue por no estar trabajando, admitió la entrevistada en diálogo con Rulo. (Gastón Taylor) Dinero El avance en la carrera profesional de muchas personalidades de los medios y las redes trae aparejado un crecimiento económico que, en algunas ocasiones, no es sencillo de manejar. Cómo se administra Ailén en esta área y cuánta importancia le brinda. Rulo: — ¿Te gustan las inversiones? ¿Estás atenta al dinero? ¿Cómo te manejas cuando ganas plata con Instagram? Ailén: — En realidad sí le doy bola. Pero me relajo. Cuando estuve sin Agustín, me metí compraba, ganaba, etc. Ahora me relajo. Rulo: — ¿Qué pensás de las criptomonedas? Ailén: — No entiendo nada. A mí me gusta la viva (risas). Rulo: — ¿No confias o te gustaría entender? Ailén: — Me gustaría entender. Me gusta tener mi plata. Que no esté en el aire. Invierto, tengo los huevos en varias canastas, sí me importa estar pendiente del dinero. Sin Agustín compraba dólar mep, estaba más activa.

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