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  • Cris Miró, una estrella que se apagó muy pronto: el casting que le cambió la vida, su legado y todo sobre la serie

    » Clarin

    Fecha: 07/05/2024 09:49

    Es el verano de 1995, Lino Patalano, a cargo del teatro Maipo, está buscando una atracción para incluir en la nueva revista que estrenará en febrero. Ya tenían elegida a la vedette Cecilia Narova, pero faltaba algo más. Lo que no sabía ni él ni nadie es que en la búsqueda de ese “algo más” descubriría a una de las estrellas más famosas de este país: Cris Miró (1965-1999). Así lo recuerda la mano derecha de Lino, el productor Elio Marchi: “Hicimos casting de humor, bailarines y de vedettes, pero queríamos una sorpresa para el show. Ahí es cuando Juan Belmonte y Enrique Pinti nos dicen: '¿por qué no la conocen a Cris?'”. Lino y Elio a Cris ya la conocían porque la habían visto presentándose en boliches, pero nunca habían pensado en ella para un espectáculo teatral. “Decidimos hacerle una prueba, la llamamos y vino. Fue verla y decir: ‘Ya está, es ella’. Cris realmente tenía algo que no podías dejar de mirarla y no pensabas si era hombre o mujer, no importaba, porque tenía un magnetismo, era tan delicada”, destaca Marchi respecto a aquella primera audición. Pero aquel día, Ricky Pashkus, que estaba a cargo de la dirección coreográfica de la obra, tuvo una opinión completamente diferente durante el casting de Cris. “Cris entró al Maipo con una bicicleta, era un chico de pelo largo, muy largo, femenino podríamos decir, además estaba con su pareja (Pablo), que era un hombre buen mozo, como si te dijera Brad Pitt”, rememora Ricky la primera imagen que tuvo de ella. Según el recuerdo de Pashkus, así describe la audición de Cris: “Se subió al escenario, se puso en una silla de espalda, no tomó demasiado tiempo y con una toalla se tapó como pretendiendo hacer un striptease, yo estaba muy escéptico la verdad, no veía qué era lo que estaba haciendo”. Hoy, Ricky reconoce cuál fue percepción en aquella oportunidad: “Me pareció muy básico, porque estaba buscando el talento en cuanto a lo que el talento se pretende que sea como el acto de cantar, bailar o actuar y no hizo nada de eso. No vi otro aspecto del talento que por supuesto es esencial como el carisma, la luz, la seducción y la personalidad”. De hecho, al terminar el cuadro, Ricky le dijo a Lino que le había parecido “muy básico” a lo que él le contestó: “Sos un tarado, cómo no lo podes ver, es un genio”. Cris Miró. Foto Archivo Clarín “Hablábamos en masculino porque era un chico”, aclara Pashkus que luego vio transicionar a Cris frente a sus ojos. Transicionar de hombre a mujer y también de artista de la noche porteña a estrella nacional. “La vi florecer en todos los aspectos -cuenta Ricky- artístico y de género también, desde ese presentarse como hombre a irse mostrando cada vez más como una mujer. Hoy ya sabemos que es una percepción trans, una mujer asumida, con todas las letras, que abrió el espectro para tantas otras mujeres”. Cris Miró junto con Enrique Pinti en el día de su cumpleaños. Archivo Clarín. Lo que pasó después es historia, Cris Miró formó parte de tres cuadros de Viva La Revista, la obra con la que Lino Patalano reabrió el teatro Maipo. “Acá no se anunciaba que era mujer trans, sino simplemente poner el nombre, nada más. Fue algo estupendo porque la gente quedaba tan maravillada que no le importaba si era hombre o mujer”, recuerda Elio sobre cómo se presentaba a la vedette en la obra: Cris Miró, en las escaleras del teatro Maipo. Foto Archivo Clarín “Ella protagonizaba un strip con cinco muchachos y terminaba con una toallita, no se veía nada más. Después aparecía en otro más grande que era muy exótico con dos dragones, salía una copa del escenario con Cristina adentro y ella hacía de una sacerdotisa que le llevaba algo en las manos”, rememora Marchi. Pero Cris tenía algo tan mágico que la convertía en figura por más que no protagonizara, como por ejemplo un número en el que bajaba desde la cúpula del Maipo sostenida por un arnés. “Le agregamos -recuerda Elio- una aparición en un cuadro donde la protagonista era Cristina. Lino ideó una cosa gloriosa: la bajada de Cris desde la cúpula del teatro, ella descendía con un arnés, totalmente horizontal arrojando purpurina sobre el público y así como bajaba, subía y se iba. Esa fue su primera aparición, era realmente impresionante”. Cris Miró con Lino Patalano. Archivo Clarín. Y asegura: “Esto de bajar desde la cúpula no lo había hecho nadie antes de esa manera y tampoco se volvió a hacer, fue la única vez que alguien aparecía por el techo y se volvía a ir por el mismo lugar”. “Para hacer eso tuvimos que romper la cúpula del Maipo y poner un motor que lleve el cable para que ella pudiera irse por ahí, no existía esa trampa en el techo… de hecho si te fijás, se ve todavía un recuadro”, suma. “Ella rompió el molde en todo sentido: yo creo que sin Cris Miró, Florencia de la Ve no estaría conduciendo un programa de televisión hoy”, precisa Elio. Cris Miró, en camarines. Foto Archivo Clarín. -¿Se plantearon hacer algo disruptivo o quisieron hacer algo artístico? -Una cosa no quita la otra, artístico va a ser siempre, disruptivo era por sí solo. Primero porque la gente no sabía quién era. No se publicitaba, no dijimos nada, entonces se enteraban después cuando leían una nota o les llegaba el comentario de que había una travesti en el Maipo. -¿Qué sumó ella de distinto? -Ese cuadro con una bailarina hubiese sido muy lindo, pero la historia que traía ella detrás lo hacía más grande. Cris Miró: su legado en la memoria de los argentinos Barbie di Rocco, actriz y activista trans, tiene presente el primer momento en el que escuchó hablar por primera vez de Cris, fue durante su infancia: “Lo primero que recuerdo es a unos tíos en un asado familiar que la habían cruzado de cerca en Mar del Plata y decían: 'Parece una mina, es increíble, parece mujer'”. “Esto fue en 1995, yo tenía 7 años. Ya en mi cabeza estaba escuchando el ‘parecía mujer’, pero hablaban de una tal Cris, entonces no entendía. De ahí me quedó el recuerdo, obviamente en ese momento la palabra travesti ni se decía, todo era peyorativo”, aclara. -Para vos, ¿qué fue lo que destacó a Cris de otras mujeres trans? -Cris tuvo un impacto tan fuerte en la gente que aún hoy la recuerdan con amor gracias a su educación, delicadeza... era una mujer fina, elegante y a la gente le sorprendía eso. Estaban acostumbrados a ver de nosotras lo burdo, lo ordinario, lo marginal y Cris rompió con ese esquema. Venía de buena familia, era culta, bella, estudiaba odontología... era lo que se aceptaba socialmente. Entró como atracción al teatro Maipo y terminó robándole protagonismo a la primera vedette, imagínate. Cris Miró era estudiante de odontología antes de convertirse en vedette. Foto Archivo Clarín -¿Sentís que la época tuvo que ver? -Entró en el momento justo, en el momento que una travesti tenía que estar desde el lado del disfrute, el sexo, el show. Entró como anillo al dedo su presencia en los años ‘90. Ella hizo hasta publicidades de lencería, imagínate. Ha sido mega revolucionaria, algo que le debemos muchas. -Si te digo Cris Miró, ¿qué se te viene a la cabeza? -Inspiración, porque ver fotos de ella, conocer su historia, por lo menos a mí me atraviesa completamente. Pisar un escenario y saber que por ahí antes pasó ella. A veces en el show de SEX sentía murmullos, comentarios, que la gente me miraba la entrepierna y si esto me pasó a mí en el 2024, imagínate pobre Cris las que se debe haber fumado en esa época. Ya estamos en un camino bastante pavimentado. -¿Cris Miró le abrió el camino a otras mujeres trans en el ambiente artístico? -Plantó una semilla sin proponérselo, eso es lo más loco. Cada una hace desde su lugar lo que quiere y lo que puede. Y en esa época sin hacerlo, lo hacían. Cuando ella dice en la mesa de Mirtha Legrand: “Mi nombre es el que siento y es Cris”, fue increíble, no existía ni el manuscrito de lo que es hoy la Ley de Identidad de Género y ella con esa frase ya se adelantó. Cris Miró (Ella), la serie basada en la vida de la artista La serie, que se estrenará en junio por TNT y Flow, cuenta con la española Mía Serrano como Cris Miró. Martín Vatenberg, creador y director de la biopic junto a Javier Van de Couter, adelanta: “El relato va desde el ‘95 hasta el final, es una ventana de cuatro años, desde un poquito antes de que salte a la fama de alguna manera. Su vida mediática fue sorprendentemente corta, todo lo que ella hizo en apenas cuatro años... hoy a la distancia parece muy sorprendente todo lo que pasó en ese corto tiempo”. Al igual que Elio Marchi, Martín califica a Cris Miró como “una estrella fugaz”. Video La serie contará la historia de la primera mujer trans argentina en convertirse en vedette del Teatro Maipo en los 90’s. “Llegó, apareció, explotó y se fue demasiado pronto, pero hoy estamos casi 30 años después hablando un poco de ese legado, de esa aparición y de todo lo que de un modo generó”, sostiene. -¿Cuál fue tu objetivo a la hora de escribir esta serie? -El sentido de la serie es humanizar a un personaje que todos tienen asociado a su aparición mediática. -Según lo que pudiste investigar, ¿quién era Cris Miró? -Hay muchas Cris, hay una Cris hermana, hija, amiga, es un personaje muy poliédrico y multidimensional, según las personas con las que hablás, te cuentan algo distinto. Pero todos coinciden en su belleza, empatía y bondad. Ella era muy camaleónica y muy misteriosa: había una Cris en su casa, en el teatro, en los medios y en la noche, esa diversidad de facetas me sorprendió mucho. -¿Creés que Cris Miró rompió el molde? -Fue la primera de muchas cosas, la primera vedette en ser aceptada a nivel masivo. Justamente en el espacio de la vedette y del Maipo, que siempre fue ocupado por mujeres cisgénero, ella fue la primera trans en ocupar ese lugar. -¿Y por qué sentís que fue? -La historia de Cris es diferente al común de las historias que estamos acostumbrados a consumir respecto a la comunidad trans. Ella no fue una persona expulsada de su hogar o analfabeta, es una chica de clase media que tuvo acceso a la universidad y que tuvo la posibilidad de crecer con el amor de su familia. Todo eso le dio muchas herramientas en muchos aspectos. Pero sin dudas también hay algo del orden de estar en el lugar correcto en el momento indicado y de tirarse a la pileta cuando tuvo que hacerlo. Mina Serrano es la actriz que interpreta a Cris Miró en la serie sobre su vida. -¿Cómo llegaron a Mina Serrano, la actriz que interpreta a Cris y que sorprende por su parecido? -Fue muy mágico porque más allá del parecido físico hay algo que está detrás de la mirada que tiene Mina. Hay una conexión entre ellas que lo trasciende todo, era la actriz que este proceso merecía. La primera vez que nos vimos yo la fui a buscar a Ezeiza con mi autito, con Mina nos miramos y construimos una complicidad artística y de trabajo. Dijimos: “Vamos a darlo todo porque sabemos que la otra nos está mirando por ahí”. -Mina es española, ¿cómo llegó a conocerla a Cris? -Ella lo cuenta mejor que yo, pero fue mientras leía Las Malas de Camila Sosa Villada. Justo reparó en esa hojita que Camila habla de la muerte de Cris y buscó en Google quién era Cris Miró. Ese shock del parecido lo tenía presente e, incluso, la figura de Cris la acompañó en su propia transición.

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