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  • Acaba la investigación: El Tuvi será juzgado por violar, vejar y asesinar a Wafaa tras "un sufrimiento lento y continuado"

    » Diario Cordoba

    Fecha: 07/05/2024 06:22

    Como una letanía, el juez enumera, una a una, la sucesión de humillaciones, vejaciones, torturas y agresiones, la última de ellas, letal, que sufrió Wafaa Sebbah, que tenía solo 19 años, a manos de quien se decía su amigo, David S. O. ‘Tuvi’, y por las que cree que debe ser juzgado por un tribunal popular. Así lo recoge el magistrado en el auto de apertura de juicio oral y cierre de la causa, que ha tardado casi cinco largos años en instruirse, y que ya ha sido remitida a la Oficina del Jurado, en Valencia, para que le ponga fecha al juicio, que probablemente será para después del verano. El juez de Instrucción número 4 de Alzira recoge entre los hechos por los que debe responder David S. O., para quien, obviamente, mantiene la situación de prisión provisional hasta el juicio, que atacó a Wafaa por negarse a tener relaciones sexuales con él y que la mató, ejerciendo un "sufrimiento lento, continuado" e "innecesario" por ser mujer y magrebí. Detalla cómo, tras recogerla aquella tarde del 17 de noviembre de 2019 en Carcaixent, la llevó primero al chalé del abuelo, en la partida El Plá, muy alejado del municipio, y después, para cometer el asesinato "con impunidad", dado el aislamiento y la falta de testigos de ambos lugares, a la finca agrícola de la familia, la llamada Casa Vidalet, en la partida La Pedrera, también en Carcaixent y, ironías de la vida, a poco más de 800 metros en línea recta de la casa de los padres de la chica, ubicada en la Pobla Llarga. Allí, "habiendo sido rechazado por ella, el acusado con ánimo lúbrico, y siendo plenamente consciente de la oposición de aquella, le habría quitado los pantalones y las bragas, y le habría cortado el sujetador entre ambas copas y la habría hecho objeto de algún tipo de acto de naturaleza sexual que no ha podido precisarse por el estado en que fue hallado el cuerpo", en el fondo del pozo de riego de Casa Vidalet, casi dos años después, el 17 de junio de 2021, un día después de la detención de David S. O. por este crimen, por el que tanto la fiscal como las dos acusaciones particulares, que ejercen los penalistas Javier Ruiz de Valbuena, Juan Carlos Navarro e Isabel Carricondo en nombre de la familia de la chica, piden la pena de prisión permanente revisable. Quiso humillarla por ser mujer "Para evitar su resistencia", continúa el juez, "la habría maniatado, precintando sus muñecas y antebrazos por delante del cuerpo con cinta americana y la habría agarrado del cuello presionándolo. Con ánimo de causarle dolor y sufrimiento innecesarios, actuando por delante y por detrás de la víctima, le habría disparado hasta en siete ocasiones con una carabina de balines, de su propiedad, impactando los proyectiles, de 4,5 mm de calibre, en nalgas, ambos brazos y antebrazos". Estos últimos cuando ella los puso ante su cara en gesto de defensa. "Igualmente, con la finalidad de ocasionarle un sufrimiento innecesario", afirma el magistrado, "habría procedido a apuñalar a la víctima hasta en tres ocasiones en zonas no vitales, una de ellas al menos en la espalda con algún arma blanca corto-punzante que no ha sido hallada". Y continúa: "Estas acciones de maniatado, disparo y apuñalamiento las habría llevado a cabo el encausado de manera secuencial con el fin de causar a la víctima humillación por su condición femenina, y para causarle un sufrimiento lento y continuado". "Finalmente, y para ocultar todos los hechos cometidos contra la víctima y atentar contra su vida, siendo que aquella se encontraba maniatada, herida, y sin posibilidad alguna de defensa, habría empleado cinta adhesiva americana con la que le habría tapado por completo la cabeza, con oclusión total de los ojos, nariz y boca. Luego, para ocultar lo que había hecho, la arrojó al interior del pozo, tras atarle una azada al cuerpo para lastrarlo, "encontrándose [Wafaa] ya cadáver o en estado agónico". La joven "habría muerto a consecuencia de la asfixia mecánica por oclusión completa de vías superiores (sofocación) que ocasionó una insuficiencia respiratoria aguda, sin descartar que la causa de la muerte tuviera como concausa una afectación visceral y/o de vasos sanguíneos derivada de las heridas por arma blanca", ya que el estado del cuerpo no ha permitido encontrar más que la huella de tres de las puñaladas. El cuerpo de Wafaa fue sacado del interior de ese pozo a las cinco de la tarde de 17 de junio de 2021 por especialistas del grupo de rescate en montaña del Greim de la Guardia Civil. "El cadáver", recuerda ahora el juez de Alzira, "portaba una chaqueta negra con cremallera forrada de pelo, y un sujetador rosa seccionado entre las dos copas, no portando ropa interior íntima, ni pantalón ni zapatillas, encontrándose todas estas prendas separadas de los restos del cuerpo en el interior del pozo". Un crimen sádico-sexual con ritual de 'bondage' El pésimo estado de conservación del cuerpo, con destrucción casi completa de buena parte de los tejidos blandos, ha provocado que los forenses no hayan podido encontrar evidencias físicas de la violación. No ha sido necesario. Como en cualquier agresión sexual, hay señales periféricas que permiten inferir la violación, ya que la mayoría de los ataques sexuales no dejan marcas físicas. En este caso, ha sido la unidad de análisis de la conducta de la Guardia Civil quien ha establecido, en un extenso y riguroso informe, que Wafaa fue objeto de agresión sexual como prueban el tipo de ataduras, el corte del sujetador, el hecho de haber sido desposeída de su ropa interior y de los pantalones, unido a los numerosos testimonios de amigos que acreditan las intenciones sexuales de David S. O. con Wafaa, rechazadas desde hacía años por ella. Por todo ello, la Guardia Civil concluye en ese informe, tal como adelantó en su día en exclusiva Levante-EMV, del mismo grupo editorial, que el de Wafaa fue un asesinato sádico-sexual con un ritual de ‘bondage’. El juez lo resume así: "Todos estos hechos los habría llevado a cabo el encausado como expresión de su superioridad y dominación sobre la mujer y al permitirle experimentar, al llevarlas a cabo, sensaciones de poder y control sobre Wafaa, sometiéndola a todas las acciones descritas tratándola como un mero objeto y movido igualmente por el desprecio hacia la identidad racial de la misma". También recoge que a los jurados se les pregunte sobre si El Tuvi estaba afectado por un supuesto "trastorno orgánico de la personalidad con origen en un traumatismo craneoencefálico grave, relacionado con su consumo bebidas alcohólicas, cannabis y cocaína, que habría podido afectar parcialmente a las bases psicobiológicas de su imputabilidad". Quien mantiene esa tesis es, obviamente, su abogado defensor. Su letrado, que pide la libre absolución, sostiene que Tuvi no ha cometido delito alguno y que, de haberlo hecho, no puede ser considerado responsable porque quedó cerebralmente afectado por un accidente de tráfico cuando conducía ebrio en diciembre de 2015, y que esa situación se agravó porque consumía drogas, alcohol y anabolizantes. Y se sustenta en un informe de un psiquiatra particular, que pagó su madre, y a quien buscaron en marzo de 2021, justo días después de que le llamase a declarar la Policía Nacional por primera vez por los otros dos crímenes que se le imputan: el de Isabell Elena Raducanu, de 36 años, y el de su hija nonata, de seis meses de gestación, cuando su madre fue estrangulada y acuchillada 37 veces supuestamente por David S. O. en el piso de ella, en Xàtiva, cinco meses antes que Wafaa y en un ritual que se parece demasiado como para ser casual. "Sobradamente capacitado" para matar Esa visita al psiquiatra fue la única que realizó desde el accidente hasta su detención, el 16 de junio de 2021, por el asesinato de Wafaa. Los psiquiatras forenses del Instituto de Medicina Legal (IML) de Valencia, sin embargo, discrepan del perito de parte. Básicamente concluyen, tras cinco entrevistas con el acusado, que no han encontrado una sola evidencia del consumo de tóxicos y que sospechan que aquel no les contó la verdad respecto de cómo sucedieron los hechos. Así, afirman que el trastorno orgánico de la personalidad existe, pero que es "aislado" y sin consecuencias, y que pudo afectarle, pero también "no afectarle en absoluto, ya que está sobradamente capacitado para dar muerte a una persona de manera consciente y deliberada, como lo está el común de las personas".

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