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  • Chicho Serna: “En las negociaciones lo más complicado son los familiares de los jugadores”

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    Fecha: 07/05/2024 04:45

    Random Con Chicho Serna Mauricio Serna, conocido deportivamente como Chicho, es exfutbolista profesional y actual dirigente deportivo. Nació en Colombia, pero pasó gran parte de su carrera deportiva en Argentina, en donde vive actualmente. Debutó en su país natal en el Deportivo Pereira en 1990, luego pasó al club Atlético Nacional donde ganó el campeonato colombiano en 1991 y 1994, además de la Copa Interamericana en 1997. Llegó a Boca Juniors en 1998, en la era de Carlos Bianchi. Además de triunfar a nivel local, con el Xeneize consiguió sus únicos títulos a nivel internacional, entre los cuales destacan las Copas Libertadores 2000 y 2001; y la Copa Intercontinental, también del 2000. Jugó en el fútbol mexicano en Puebla. Pero en 2003, volvió al país para jugar en Chacarita. En 2004 integró el equipo de Talleres y ese mismo año retornó a Colombia. En 2005 se retiró en Atlético Nacional, con la obtención del título en el torneo local. Su despedida fue en el Estadio Atanasio Girardot con un recordado partido del cual participó Diego Armando Maradona. El número 5 en su camiseta lo distinguió a lo largo de su carrera y con los años recibió su apodo: “El 5 de Boca”. Desde 2022 a la actualidad, forma parte del Consejo de Fútbol del Boca Juniors junto a Jorge Bermúdez, Raúl Cascini y Marcelo Delgado, en la gestión de Román Riquelme como presidente del club. Serna fue jugador en Boca y 20 años después se sumó al Consejo de Fútbol de la institución, bajo el mando de Román Riquelme. (@mchichoserna) Boca Leo: — Hace casi 20 años de retirarte como jugador, ¿seguís recibiendo el cariño de la gente, de los hinchas? Chicho: — Sí, nunca paró. Hay una brecha de cuando jugábamos a hoy que se va haciendo cada día más grande, pero la pasión del hincha de Boca siempre está presente. Leo: — ¿Sentís que Boca es diferente a todo? Chicho: — Boca es boca. Es un mundo. Es único. Es difícil de explicarlo aún con todo lo que uno vivió a diario. Leo: — Como jugador ganaste 79 títulos, ¿cuántos de esos fueron con Boca? Chicho: — 6 títulos. Leo: — ¿Qué diferencias notas entre tu época de jugador y ahora como dirigente del club? Chicho: — Es completamente diferentes. El solo hecho de que ya uno no está en condiciones, aunque a veces la cabeza o el corazón te manden mensajes de querer estar dentro del campo de juego, ya es imposible. Uno entonces a veces ve cosas que dice: “Yo lo hubiese hecho diferente, otra jugada o hubiese marcado diferente”. Y es normal. Yo creo que nos pasa a todos lo que hemos jugado al fútbol o practicado algún deporte o, inclusive, en su propia actividad. La experiencia te lleva a decir: “No, esto es mejor de esta manera”. Pero hoy hay otros chicos que lo están haciendo muy bien, nuestros jugadores, a quienes cuidamos, defendemos y valoramos porque la verdad es que nos hacen sentir felices y orgullosos. Leo: — ¿En qué rol sentiste más presión dentro de Boca como jugador o como parte del consejo? Chicho: — Hoy es diferente porque desde afuera no es lo mismo. Se sufre más, sobre todo porque hay mucha más impotencia. Todos quisiéramos estar adentro de la cancha (risas). Uno como jugador tiene hasta el derecho a equivocarse y en un mismo partido la podés arreglar o volver a equivocarte, pero de afuera es tan difícil. Y también de afuera todos vemos todo demasiado fácil, pero hay que estar ahí en la presión, las decisiones en milésimas de segundos, todo cuenta. “Cada vez que te llaman y te ofrecen a un jugador, te dicen que es el mejor”, bromeó Chicho. Consejo de Fútbol Leo: — ¿Qué hacen específicamente para incorporar a un nuevo jugador? Chicho: — Miramos videos de posibles jugadores, todos esos que nos recomiendan muchos amigos del fútbol. Cada vez que te llaman y te ofrecen a un jugador, te están ofreciendo al “mejor jugador”. Entonces, nosotros lo miramos y evaluamos. Después de eso, se le hace un resumen o se le pasa un informe a Román. Pero también estamos pendientes de lo que pasa en la práctica, vemos los entrenamientos, hablamos y estamos presentes si alguno de los futbolistas nos necesita para algo, al igual que el cuerpo técnico, pero no solo en Primera. Leo: — ¿Cómo funciona el trabajo conjunto entre las diferentes áreas del club? Chicho: — En Boca hay una muy buena relación con todos los entrenadores porque muchos fuimos compañeros, entonces el sentido de pertenencia que ha logrado Román que exista desde Primera hasta Inferiores es del diario vivir. Nos vemos todos los días por más que cada uno cumpla sus funciones, ellos como entrenadores, nosotros del otro lado, pero después nos sacamos el titulo o rótulo y compartimos a diario y eso hace que el sentido de pertenencia en el club sea muy importante. Leo: — ¿Cuál es la función de ustedes dentro del club sobre todo cuando explotan situaciones polémicas como ocurrió con Barco recientemente? Chicho: — Nosotros siempre estamos para buscar el mejor camino para el club. Tratamos de que nuestros futbolistas estén bien, se sientan valorados, entendemos que nuestros futbolistas, como todos, tienen sus representantes y cada uno defiende sus intereses y eso me parece lógico y eso va a ser así siempre. Nosotros llevamos negociaciones hasta un punto donde nos han dado una autorización para hacer una negociación. Tenemos una directriz. Leo: — ¿Hablan todos o cada uno se encarga de un caso? Chicho: — Nos toca indistintamente, nos ponemos de acuerdo, pero todos tenemos una misma directriz. Si no se puede cerrar, no cerramos la puerta. Después nos volvemos a juntar el consejo con nuestro presidente y compartimos, debatimos y sacamos conclusiones y vemos hasta dónde podemos llegar. “Desde afuera de la cancha se sufre más porque hay mucha impotencia por no poder jugar”, admitió Chicho en relación a su rol como dirigente. Negociaciones Una de las tareas fundamentales de la función que asumió en 2022 es, junto a sus compañeros, llevar adelante una serie de negociaciones por los jugadores que ingresan al club, aquellos que son vendidos y quienes deben renovar su continuidad. En esa mesa de diálogo se sientan varias partes que velan por los intereses de cada uno y no siempre se llega a un acuerdo, debido a que las exigencias de todas las partes deben ser tenidas en cuenta para alcanzar el objetivo. Leo: — ¿Quiénes son más complicados en las negociaciones los jugadores, los representantes o los familiares? Chicho: — Yo creo que los familiares. Se hace muy difícil porque en muchas de las reuniones, sobre todo con los juveniles, siempre van y participan; y eso a veces es difícil porque uno entiende que el familiar está defendiendo a su hijo o a su hermano, entonces por ahí se mezclan los sentimientos, pero siempre buscamos llegar a un final feliz. Es el objetivo. Nunca buscamos chocar por más que se presenta y es parte de todo este mundo del fútbol, de lo mediático que se maneja hoy. Tratamos de llevarlo de la mejor manera. Leo: — ¿Pasó con el caso del Colo Barco? Chicho: — Si nos juntamos muchas veces con su familia y sí, muchas veces no tuvimos buena relación o las reuniones no salieron de la forma que pensamos. Tal vez no sólo porque ellos defendieron sus posiciones y pensábamos que estaban equivocados, pero también para ellos puede ser que los equivocados éramos nosotros. Cuando hay una negociación es más fácil entre dos, cuando somos más personas es mucho más complejo todo. Leo: — ¿Lo que dificulta llegar a un acuerdo generalmente es el dinero o hay otras cuestiones, como los tiempos de contratos? Chicho: — Las cláusulas influyen. Las negociaciones se empiezan ofreciendo o pidiendo un monto y de ahí hay muchas ramas. “A tantos años, hay que subir la cláusula o no hay que subirla, quiero o no objetivos”, se empieza a evaluar. Por eso las negociaciones no son tan sencillas. Leo: — ¿Cuándo las cláusulas son muy bajas eso afecta a los clubes locales frente a los extranjeros? Chicho: — Es el mundo del fútbol porque Kylian Mbappé por ejemplo ahora se va libre, Lionel Messi se fue libre del Barcelona. Entonces, ¿qué queda para el resto? No es Boca lo que pasa es que todo lo que pasa en el club es elevado a una potencia. Leo: — ¿No hay más amor por la camiseta? ¿Ahora todos los chicos quieren ir a Europa? Chicho: — Sí, si hay amor. Lo que pasa es que frente a los números… Amor sigue habiendo. No sé si en igual medida. Luchar o competir frente a países donde el dólar es mucho más valioso que el peso nuestro, hace una diferencia muy grande y es muy difícil igualar o equiparar lo que te pueden ofrecer en otro lado. Pero también pasa muchas veces que a los jugadores les ofrecen todo, pero después quieren que el club no cobre nada. Entonces, por eso es que hay muchas situaciones que se presentan. Mientras tienen contrato actual, tienen que negociar con Boca. A veces se dan las situaciones de que no quieren que nuestros jugadores tengan el valor que tienen que tener porque después cuando nosotros vamos a preguntar por uno u otro jugador, comprarlo nos cuesta mucho más. Nos ha pasado en diferentes situaciones con diferentes clubes. Cuando preguntamos nosotros los jugadores cuestan una fortuna, pero después quieren a los nuestros gratis. Leo: — Por ser Boca y por estar Román al frente, ¿pasa al revés? Que llega Daniele de Rossi, un Edinson Cavani, que son jugadores caros, pero que quieren sumarse. Chicho: — Indudablemente que Román sea el presidente, que sea quien lo atiende, atrae mucho. Hoy hay ventaja de los futbolistas de hoy que se pueden sentar con nosotros y podemos hablar a la par de temas futbolísticos porque lo vivimos todos. Leo: — Ahora que lidias seguido con ellos y que también has tenido el tuyo como jugador, ¿qué dirías de los representantes, cuál es tu visión? Chicho: — Yo creo que son necesarios. Uno quisiera encontrarse siempre con aquel representante que no solo piense en si su jugador va a ganar un peso más o un peso menos, no solo se enfoque y se visualice en el tema dinero. Hay veces que en toma de decisiones hay que apostar a algún otro proyecto que seguramente más adelante te va a dar mucho más dinero que en ese momento. No es fácil porque además cada presentante, cada empresario, mientras más gane el jugador, más gana él. Entonces, también es un gana-gana. Leo: — ¿Son como una especie de abogados? Chicho: — Sí, son como abogados porque el manager está para defender a su futbolista, para protegerlo, cuidarlo y eso me parece bien. Pero a veces, y nos encontramos muchos, nos dicen: “Estoy seguro que nuestro jugador o mi jugador, merecería ganar mucho más, pero sé que lo que estoy haciendo ahora es buscando lo mejor para que mañana gane muchísimo más dinero”. Entonces, también hay apuestas y cuando uno se encuentra a esas personas a uno le da tranquilidad. Es bueno cuando ambas partes apuestas. El jugador uruguayo llegó a Boca en 2023. (@BocaJrs) Cavani A mediados del 2023, Boca realizó uno de los grandes fichajes. Luego de cuatro intentos, finalmente logró incorporar a Edinson Cavani, que llegó en condición de libre desde Valencia. El uruguayo está entre los 10 máximos goleadores del mundo en actividad y, si bien la adaptación al fútbol argentino le costó más de lo pensado, con el paso de los meses fue mostrando su mejor versión. Leo: — ¿Te gusta cómo juega Cavani? Chicho: — Me encanta. Primero el solo hecho de que un jugador de esa categoría llegara a esta liga, al fútbol argentino, yo creo que sube el nivel y la categoría. Leo: — ¿Cumplió las expectativas? Chicho: — Sí, cada día. La gente solo lo ve en los partidos, pero nosotros que estamos ahí todos los días, vemos la manera cómo se entrena, cómo se cuida, se alimenta. Es un gran profesional. Leo: — ¿Es buen líder, buen compañero? Chicho: — Sí. Además hay una cosa muy importante. Si fuese un argentino acá todavía la gente estaría de fiesta. Valoro mucho más que no sea argentino y que quiera, porque si no quería Cavani darse el gusto de ponerse la camiseta de Boca, no lo hubiera hecho. No lo hizo por plata y estamos seguros que no lo hizo por eso. Leo: — Llegó libre, ¿no? Chicho: — Sí y uno ve cómo motiva, cómo quiere que el equipo trabaje y cómo él lo siente. Nosotros estamos encantados de poder tenerlo en nuestro club, que defienda nuestros colores, que defienda y ame, porque ha demostrado que verdaderamente quería hacerlo. Hace muchos años había dicho que le gustaría ponerse la camiseta de Boca y finalmente se dio. Cuando lo vimos entrenando, marcando goles importantes… para nosotros es un orgullo tenerlo. Valentini no renovó el contrato con Boca y lleva casi un mes sin jugar. (Foto: EFE/ Sebastiao Moreira) Valentini La última gran bomba periodística que explotó en el mundo Boca tiene que ver con Nicolás Valentini. El jugador ha mostrado un exitoso desempeño en el campo de juego, pero está separado del plantel porque las partes no llegan a un acuerdo para renovar su contrato que vence en diciembre de este año. Por fuera de este conflicto con Boca, existen otras consecuencias. Si el jugador no logra solucionar su situación contractual y sigue sin jugar, podría perderse los Juegos Olímpicos de París 2024. El cuerpo técnico que conduce Javier Mascherano ya advirtió que busca que todos los futbolistas que sean citados lleguen con ritmo necesario para el primer encuentro. Leo: — ¿Qué podés decir de ese tema y cómo se manejó Boca con Valentini? Chicho: — Se hizo una negociación y no se ha podido llegar a un acuerdo. Leo: — Mientras tanto, ¿no puede estar a disposición del equipo? ¿Boca lo separó o fue decisión de él también apartarse? Chicho: — Son decisiones que se toman, indistintamente de donde lleguen o cómo se tomen, pero nosotros, como consejo, tenemos la función de cuidar al club. Son negociaciones donde uno ofrece algo, el otro quiere otra cosa. Hay algunas que se dan mucho más fácil, hay otras que son más complejas. Leo: — ¿Esta se complicó y quedó ahí? Chicho: — Sí, ahora está en un Stand by. Leo: — ¿Él se puede ir en junio? Chicho: — No, él tiene contrato con nosotros hasta diciembre. Leo: — Saliendo del tema del conflicto, es un muy buen jugador. Chicho: — Sí y nos ha rendido. Me parece que estando en la reserva hizo un muy buen campeonato, se presentó una muy buena posibilidad de que fuera a Mar del Plata. Fue a jugar allá. Cuando Martín era el entrenador lo llevó, me parece que hizo un muy buen campeonato, cumplió con las expectativas. Al volver a nuestro club, aunque a nivel de club, el resultado con el equipo de Mar del Plata, no fue el mejor. Pero creo que a nivel individual lo que necesitábamos era que el compitiera y lo hizo de muy buena manera. Y después el año pasado, se empezaron las negociaciones y se han alargado más de lo que nosotros pensábamos y estamos ahí. Leo: — ¿Puede volver a jugar? Chicho: — Todo es posible. Nunca hay un no definitivo frente a muchas situaciones. Chicho: “Hay amor por la camiseta, pero frente a los números es difícil”. Dinero El éxito deportivo, generalmente, trae aparejado un crecimiento económico y es ahí en donde la habilidad de administrarlo correctamente le permite a los deportistas vivir un futuro con todas las comodidades o sufrir las consecuencias de las malas decisiones. ¿Cuál es el caso de Chicho? Leo: — ¿Haz cuidado bien tu dinero en estos años? ¿sos gastador o ahorrativo? Chicho: — Hay momentos en los que uno aprovecha y gasta cuando puede, hay otros momentos en los que se hace más difícil, hay momentos en los que uno ha invertido y se ha equivocado. Hay de todo, pero yo creo que lo más importante de todo esto es la familia. Yo siempre he procurado y he luchado para que mi familia esté bien. Soy feliz, que eso es muy importante, con problemas a veces unos más difíciles que otros, pero soy feliz de estar con mi esposa. Ya son 30 años que llevamos juntos. Leo: — ¿Cómo está compuesta tu familia? Chicho: — Tenemos tres hijos: Mateo, que va a cumplir 27 años; Lucas, que va a cumplir 24; y Dulce María que cumplió recientemente 11 años. Todos con la misma mujer (risas). La verdad es que soy feliz y, como decía antes, siempre va a haber problemas, pero es un doble problema cuando no lo asumís. Leo: — ¿Admitís tus errores, te arrepentís de cosas que hacés mal? Chicho: — Sí, siempre. Cuando me equivoco tengo la valentía de admitirlo, aunque el orgullo a veces le puede a uno, pero cuando te equivocas hay que decirlo: “Yo me equivoqué en esto” y listo. Yo nunca busco cagar a nadie, no me interesa. A veces ser frontal te trae problemas, pero prefiero que me lleguen de esa manera y no por traición o por falsedad.

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