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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 07/05/2024 01:46
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, instó al Congreso a declarar una situación de calamidad pública debido a las intensas lluvias e inundaciones que han cobrado la vida de al menos 85 personas en el estado de Rio Grande do Sul, en el sur del país. Más de 130 personas continúan desaparecidas y alrededor de 150,000 han sido desplazadas como consecuencia de las inundaciones, que han golpeado a más de dos tercios de las casi 500 ciudades del estado, según informes de la autoridad estatal de defensa civil. Las lluvias han causado estragos, destruyendo carreteras y puentes, provocando deslizamientos de tierra y dejando un rastro de destrucción en su camino. Lula busca que el Congreso apruebe la declaración de calamidad pública, lo que permitiría un gasto adicional del gobierno sin necesidad de cumplir con los límites fiscales establecidos el año anterior. Además, los gastos y exenciones fiscales relacionados con la recuperación del estado no afectarían el resultado fiscal del gobierno. La ministra de Planificación, Simone Tebet, señaló que aún no se ha determinado la magnitud total de los daños, ya que esto solo será evidente una vez que las aguas retrocedan. Mientras tanto, los residentes como Flavio Rosa, de 72 años, de la ciudad de Canoas, están conmocionados por la devastación sin precedentes causada por las lluvias. Aunque las condiciones climáticas mejoraron temporalmente, se pronostica que las lluvias regresarán en menor medida esta semana y podrían intensificarse nuevamente en la segunda semana de mayo. El centro de meteorología local MetSul Meteorologia advierte sobre escenarios hidrológicos y meteorológicos desfavorables en el corto y mediano plazo, lo que prolongaría las difíciles condiciones en algunas áreas. El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, teme que el número de víctimas mortales aumente significativamente a medida que los equipos de rescate accedan a más zonas afectadas. Las empresas también están sufriendo graves repercusiones, con varias plantas de procesamiento de carne paralizadas y problemas en el suministro de biocombustibles debido a los daños en la infraestructura. La refinería Canoas de Petrobras sigue funcionando, aunque el Aeropuerto Internacional Salgado Filho de Porto Alegre, uno de los más importantes de Brasil, ha suspendido sus operaciones por tiempo indefinido debido a las inundaciones.
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