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Buenos Aires » AmbitoWeb
Fecha: 06/05/2024 17:07
Un proyecto que premia al que evade y castiga al que pagó durante todo este mismo tiempo los aportes previsionales correctamente. Lo que el Estado se perderá de recaudar. Desde tiempo inmemorial las sociedades humanas se han organizado en base a sistemas de premios y castigos, es decir cuando una conducta es deseada por la sociedad esta conducta es premiada, y cuando la conducta no deseada por la sociedad es castigada. Luego de esta brevísima introducción, informamos al lector que pretendemos realizar un análisis distinto de los acontecidos hasta ahora sobre los efectos que la pretendida reforma laboral tendría sobre nuestra sociedad y sobre las cuentas públicas. Entonces – a propósito de la llamada Ley de Bases -nos preguntamos: ¿ Cuál es una conducta buscada por este Gobierno? ¿la evasión de las cargas sociales? A juzgar por la legislación introducida en la reforma laboral de la Ley de Bases parecería que sí. La ley de bases establece la derogación de las indemnizaciones agravadas contenidas en las leyes N° 24.013 y N° 25.323 , como así también la derogación de la ley 25.345 que otorga a los trabajadores la posibilidad de exigirle a sus empleadores certificados de trabajo que acrediten su formación profesional y la comprobación de los aportes efectuados a la seguridad social por parte de este de estos. Entonces sí ya no existirá sanción ante la falta de aportes y contribuciones. Resulta lógico pensar que los empleadores, como empresarios - seres racionales - que buscan maximizar su ganancia van a dejar de hacerlos en mayor o menor medida. Y decimos en mayor o menor medida, porque tal vez prefieran tener a sus empleados con cierto nivel de cobertura contra riesgos del trabajo. En cuyo caso registrarán la relación por un monto menor para que los mismos puedan gozar de un seguro (ante accidentes o enfermedades) pero efectuando un aporte reducido al sistema de la seguridad social. ¿Cuál es la prioridad para nuestro presidente Javier Milei? Es el el superávit fiscal, el denominado “déficit cero”. Que no es otra cosa que el balance de las cuentas públicas y la “cero emisión” de moneda. Hace poco tiempo nuestro Presidente, en cadena nacional el día 22 de abril de 2024, anunció con bombos y platillos haber alcanzado el superávit el fiscal. La pregunta que debemos hacernos es: ¿cómo se alcanzó dicho superávit fiscal? Y aquí es donde viene la crudeza de los números, pues el superávit fiscal se alcanzó en gran parte licuando las jubilaciones. Es decir subiéndolas por debajo de la inflación, quitándoles poder adquisitivo a los jubilados y pensionados. Al sector pasivo de nuestra sociedad. Uno de cada tres pesos ahorrados de ese jactancioso superávit fiscal fue por quitarle plata del bolsillo a los jubilados. Es decir que hoy en la Argentina tenemos superávit fiscal a costa de un grave déficit social. Para que todos lo entendamos. ¿Con qué plata que se le paga a los jubilados? El dinero para pagarle a los jubilados proviene precisamente de la recaudación de los aportes a la seguridad social que realiza el sector activo. Para decirlo con mayor claridad, son los aportes que se realizan por los trabajadores registrados. O como se los conoce en la jerga, los trabajadores “en blanco”. Entonces si el gobierno libertario deroga las sanciones por la falta de pago de aportes lo más probable es que en el mediano y largo plazo caiga la recaudación por este ítem, y por ende, si cae la recaudación por la falta de pago de aportes previsionales no habrá plata para pagarle a los jubilados. Esto afectará, sin dudas, las cuentas nacionales es decir afectará el déficit cero que tanto desvela a nuestro presidente. ¿Por qué decimos que lo afectará en el mediano o largo plazo? Porque seguramente los defensores de esta mala técnica legislativa denominada Ley de bases mostrarán que - si se sanciona - aumentará la recaudación fiscal por aportes previsionales. Pero sólo será para todos aquellos casos de deudores que accedan al “blanqueo” y estimamos mayormente que serán todos aquellos que se encuentren actualmente en juicio. Este beneficio la ley lo contempla en sus artículos 75 al 80 del proyecto de ley aprobado en Diputados. Articulado que consideramos ilegal por tener efectos retroactivos, donde se les permite a los deudores morosos recalcitrantes evitar las sanciones agravada de las leyes N° 24.013 y N° 25.323 aún encontrándose en juicio mediante el acceso a una moratoria. Entonces, cualquier empleador racional, bien asesorado accederá a este beneficio pagando como máximo el 30% de lo que debe (art. 76 in fine) probablemente con muchos menos intereses. Y, de esta forma, evitará una condena por un monto mucho mayor. Y aquí también veremos cómo se afectan las cuentas nacionales y por ende, el famoso “superávit” porque el Estado se perderá de recaudar mucho más dinero del que efectivamente se le debe. Otro punto de análisis, desde las escuelas de Chicago y Harvard (p. ej. Church, Jeffrey y Ware, Roger, 2000, Industrial Organization, Boston, McGraw-Hill), es decir un análisis absolutamente liberal - como los que le gustan al Presidente - es el pésimo sistema de incentivos que esta ley de bases nos trae. Donde se premia al que evade y se castiga al que pagó durante todo este mismo tiempo los aportes previsionales correctamente. Es decir, el que evadió aportes tuvo una mayor tasa de ganancia, o un mayor margen de ganancia respecto de aquel que pagó todo en regla y en terminó asumiendo un mayor esfuerzo para mantener su negocio, empresa o comercio. El Presidente de la Nación envía mensajes contradictorios todo el tiempo. Por un lado quiere tener superávit fiscal pero por otro, declara públicamente que el que fuga dólares es un héroe y luego promueve leyes como la Ley de Bases donde premia (o al menos perdona) a los que evaden aportes a la seguridad social. Esperemos que esta breve reflexión aporte al debate público en una época donde los valores se encuentran subvertidos, donde los que cumplen son menospreciados y los que incumplen son premiados con normativas laxas que desincentivan a los cumplidores a seguir cumpliendo. Anhelamos vivir en una sociedad donde el superávit fiscal y el equilibrio de las cuentas públicas sea consecuencia de un aumento en la recaudación de las actividades productivas y no por sacarle dinero para su subsistencia a los mas vulnerables del sistema. Nahuel Altieri es abogado, Presidente de Abogados del Fuero y profesor de Derecho del Trabajo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
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