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  • Meditación en niños

    » Diario Puntal

    Fecha: 06/05/2024 13:00

    Esta antigua práctica, que ha trascendido culturas y siglos, ofrece en la actualidad un refugio seguro y efectivo para fomentar la concentración, la empatía y la tranquilidad en la vida de los más jóvenes. Los expertos dicen que la práctica diaria de la meditación en la infancia logra que los chicos desarrollen una mayor autoestima, se quieran, conozcan y respeten más a sí mismos y al mundo que los rodea. Conversamos con la Terapista Ocupacional Leide Vagliente – M.P: 14066 @ambitosalud, quién destaca la importancia de enseñarles a meditar a los niños desde pequeños como una herramienta de autocontrol y los beneficios que esta práctica trae consigo. Meditar desde pequeños “Se puede meditar de muchas maneras. Se puede proponer a los niños distintas formas para que practiquen y elijan la que más les guste o vayan rotando entre una y otra. Es importante aclarar, que lejos de ser una técnica de relajación, la meditación es un elemento esencial en el desarrollo cognitivo y emocional de niños y adolescentes, proporcionando herramientas vitales para enfrentar los retos de su entorno”, inició la profesional. Beneficios de practicar la meditación en niños De acuerdo a un estudio realizado en Brasil, arrojó como resultado que la meditación tiene un impacto positivo en el bienestar, al tiempo que reduce la ansiedad y el estrés entre quienes la practican, funcionando principalmente como un recurso para afrontar las dificultades cotidianas. La meditación puede ofrecer beneficios muy importantes para el desarrollo afectivo y cognitivo de niños, adolescentes y también adultos. “El primer e inmediato efecto que tiene la meditación en los niños, es calmarlos y tranquilizarlos, porque se les enseña desde pequeños a enfocar su atención en lo importante, a mantener la calma, a entender mejor sus emociones y a mejorar su concentración”, declaró la Terapista. Los niños, al igual que los adultos, cuando están calmados, pueden enfocar su atención en lo que sea que vaya a ocurrir o que estén atravesando. Una vez que se llega a la calma, el siguiente paso es el enfoque de la atención en aquello que deseo. Esto puede ser gestionar una emoción, hacer un ejercicio, atender a una explicación, ver una película, jugar con mamá y papá, planificar una acción, comprender a un amigo que tiene un problema, decir que no a algo que puede ser peligroso, etc. “La meditación ofrece varios beneficios. En las nuevas generaciones reduce del estrés y la ansiedad, mejora la atención y la concentración, permite el desarrollo de la empatía y la compasión. Es clave para la regulación de emociones y sentimientos, los ayuda a gestionar situaciones complejas, reduciendo los niveles de ansiedad”, recalcó. Identificar las emociones “Durante el proceso de la infancia, los niños descubren el mundo a través de los sentidos: el tacto, la vista, el olfato, el gusto, el oído, usando como herramienta la exploración sensorial”, aclaró Vagliente. Además, manifestó, “a través de estímulos sensoriales que nos brinda el ambiente, se activan los sentidos y se prepara al cerebro para la recepción de información, lo cual da lugar al aprendizaje, que se encuentra atravesado por diferentes emociones que pueden beneficiar o dificultar el mismo. En niños que tienen desafíos en el desarrollo, se pueden presentar diferentes dificultades para procesar la información sensorial que ingresa al cuerpo y la respuesta adaptativa que se brinda al ambiente, que puede reflejarse en su conducta, y aumentar los desafíos para la autonomía ocupacional”. Resulta necesario y fundamental, poder acompañar este proceso para identificar las emociones y poder brindarles herramientas a ellos y a sus familias, para los momentos que no sabemos cómo manejar esa emoción. “Lo principal es poder identificar la emoción, para luego poder abordarla; esto ayuda a nuestro crecimiento personal, ya que nos permite aumentar la capacidad para enfrentarnos a situaciones y desafíos de la vida cotidiana, y para establecer relaciones sociales en ámbitos diversos, una vez que se identifica la emoción, la aplicación de la meditación será una herramienta muy poderosa para poder manifestarla y trabajar en ella. De esta manera la meditación, es una herramienta fundamental para enfrentar los desafíos, las adversidades y las dificultades que se le pueden presentar y buscar otras formas más constructivas para enfrentarla”, aclaró la Terapista Ocupacional. Incorporar la meditación en la rutina de los más pequeños “La meditación es un gran recurso para practicar con los niños; una forma de conectar con nuestro estado de conciencia presente, nos permite registrar nuestras emociones explorando la introspección, y focalizando en lo que realmente necesitamos. Podemos comenzar practicando la respiración, con diferentes estrategias lúdicas que brinden los profesionales formados en el área, ya que es importante tener en cuenta los desafíos de cada niño para brindarle la herramienta adecuada”, detalló la Terapista. Por otro lado, aclaró, “lo podemos aplicar no solo en el ámbito terapéutico, sino trasladarlo a los hogares, brindando las pautas indicadas a las familias para saber en qué momento y como realizarla; la meditación nos acerca a lo cotidiano, a lo humano, a conectarnos con nuestro cuerpo, ayuda a la concentración, atención, a disminuir ansiedad, a dedicarnos tiempo para nuestras propias necesidades”. Llevarlo a la práctica “Hay muchos profesionales que trabajan la meditación en niños y adolescentes, enseñándoles cómo llevarlo al terreno de la práctica. Las técnicas habituales de relajación incluyen la meditación, ejercicios respiratorios, la atención plena, la concentración, mindfulness, la relajación muscular y muchas otras herramientas y recursos útiles. Es muy importante consultar siempre con profesionales y terapeutas expertos en la materia, sobre las mejores alternativas para que los niños incursionen en esta práctica. En Ámbito, nuestro centro integral de salud, contamos con muchos profesionales que ofrecen alternativas para enseñar y lograr la relajación en niños”, concluyó la profesional. Por Julieta Varroni

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