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» Diario Puntal
Fecha: 06/05/2024 13:00
Feria multitudinaria Las icónicas carpas azul y blanco se desplegaron en forma de U, de manera que la entrada a la feria funcione, al mismo tiempo, como salida. La diferencia entre ambas era abismal. El ingreso estaba repleto: una pareja de abuelos sentados desde sus reposeras observaba todo el panorama. A su lado, un niño de no más de 5 años zamarreaba el pantalón de su padre preguntando: “¿Cuánto falta, pa?”, mientras el aludido bajaba del árbol a la escurridiza hermana, unos años más grande, que pendulaba de una rama poco confiable. Un grito de “Gol” hizo girar todas las cabezas hacia atrás con una coordinación que cualquier ballet de élite envidiaría. Todo esto y más sucedió en la fila. A pocos metros estaba la salida. Parecía dar indicios, por su poca o casi nula concurrencia, de que dentro del predio la gente estaba decidiendo quedarse. Razones no faltaban. Más de 200 puestos Tejidos de hilo y lana, piezas de cerámica, cuchillos brillantes cohabitaban dentro de las carpas. Un aroma a lavanda proveniente del artesano vecino impregnaba el ambiente, cuando, justo en el límite de su alcance, se interponía un olor más penetrante, ahumado y hasta saboreable. Quesos saborizados de amarillos apastelados, salames de todos los tamaños colgando y el puestero que, desplegando su agilidad motriz, atendía a los desesperados comensales ansiosos por la degustación de aquellos manjares. Nadie se quedó sin probar. Exactamente, estos eran los momentos en los que el ritmo del paseo disminuía, incluso hasta llegar a estado de reposo. Inmovilidad total pero pasajera. Sin embargo, la pausa colectiva era momentánea y aprovechada para contemplar las artesanías con mas detenimiento. Miles de personas concurrieron a la esperada Feria de Artesanías, en la que los vecinos pudieron disfrutar de una agradable y soleada tarde de otoño. Fuera de las carpas, quienes ya habían completado el recorrido se quedaron echados en el césped tomando mates bajo el sol. Diferentes food trucks ofrecieron amplios y diversos menús para el disfrute de los visitantes. Ventas A simple vista, se pudo evidenciar una inclinación general a la compra de los productos. Gran porcentaje de quienes concurrieron decidieron comprar los productos exhibidos. Se pudo ver a varias personas llevando bolsas con aritos, collares, pulseras, sahumerios, mates y yerba orgánica, frascos de dulce de leche y mermelada, entre otras cosas. Los artesanos se mostraron muy satisfechos con Río Cuarto. La calidez y el respeto de los vecinos hacen que los puesteros decidan volver todos los años.
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