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  • ¡Estudiantes campeón! Otro título para el Pincha, que está llamado a marcar una época

    » El dia La Plata

    Fecha: 06/05/2024 10:38

    Estudiantes volvió a salir campeón. Otra vez en cinco meses. No cabe en el pecho de ningún hincha tanto orgullo y admiración a un plantel que supo reponerse de varias adversidades y logró tocar el cielo del campeonato para bajar la estrella 13 según competencias regulares y la 16 si se suman todos sus títulos. Derrotó por penales a Vélez 4-3 luego de igualar 1-1 en los 120 minutos reglamentarios. Salud, Pincha. Este titulo no es uno más. Primero que vuelve a ganar uno de Liga después del Apertura 2010 pero, por sobre todas las cosas, porque ahora sí se mete en la mesa de los grandes. Por lo pronto hasta que haya un nuevo campeón en Argentina nadie le puede discutir que es el quinto o el cuarto. El número es lo de menos, lo importante es que volvió a escribir su nombre para meterse entre los más ganadores a nivel nacional. No fue su mejor versión, es cierto. Sufrió bastante en varios pasajes e incluso hasta lo pudo haber perdido en tiempo regular. Pero lo indiscutible es que se hizo grande, gigante, cuando las cosas estaban complicadas. Porque los equipos grandes ganan cuando juegan bien y lo merecen, pero también cuando tienen esa cuota de suerte. Anoche en Santiago del Estero la tuvo para un festejo que empezó en el Madre de Ciudades, siguió por las rutas argentinas y culminará esta tarde en plaza Moreno junto a los miles de hinchas que no pudieron viajar. Estudiantes sufrió mucho en el primer tiempo pese a retirarse en ventaja. Es que no pudo manejar la pelota con tranquilidad, estuvo inconexo en el medio y además sufrió una barbaridad para vez que Thiago Fernández lo atacó por la izquierda. Este fue un verdadero problema para Eduardo Domínguez que intentó frenarlo con el cambio de punta de Cetré para ayudar a Mancuso e impedir que el rival atacara tanto por ahí. No pudo lograrlo. Santiago Ascacibar y Mauro Méndez levantan el trofeo obtenido en muy buena ley. Junto a ellos, Eros Mancuso, que convirtió el gol albirrojo, y el chileno Javier Altamirano / Fotobaires El Fortín fue más incisivo en esos 45 minutos, con mucha intensidad y ganas. Tuvo dos o tres situaciones muy claras de gol, primero cuando el juego estaba 0-0 pero también en desventaja como para empatar el parcial. Falló en el pase final, estuvo muy seguro Mansilla y el travesaño le dijo que no a Ordóñez. Estudiantes no pudo salir rápido de contra. Muy impreciso Ascacibar y José Sosa en esa posición en la que insiste Domínguez no pudo darle el cambio de ritmo que pedía el partido. No logró nunca atacar en continuado y colectivamente. Fueron aproximaciones que generalmente terminaron mal. Pero a los 13 minutos, en el único tiro al arco, Eros Mancuso logró romper la resistencia de Tomás Marchiori. En una pelota que fue de izquierda a derecha, recibió unos metros detrás de la medialuna y aprovechó la falta de marca para romperle el arco con un derechazo implacable. Explosión en el Madre de Ciudades y la posibilidad de que un nuevo juego arrancara. Vélez fue por el empate y dejó espacios. Pero no los pudo aprovechar el Pincha, porque extrañamente se llevó mal con la pelota al piso, y eso que tuvo tiempo y lugar como para lastimar con sus extremos, que decididamente jugaron mal en esos 45 minutos. Raro ver al mediocampo manejar tan mal la pelota. No pudieron entre Enzo Pérez y Santiago Ascacibar hacer rápidas transiciones para lastimar por las bandas. La presencia de Fernández por izquierda siempre fue un llamado de atención y eso privó que Mancuso se proyectara y tampoco lo pudo hacer Cetré cuando cambió con Palacios. Mucho para mejorar en el entretiempo pero con una buena noticia: estaba arriba en el marcador. Para el complemento el DT tomó nota y reemplazó a Sosa por Fernando Zuqui, buscando más marca en el medio, ayudar a sus laterales y cambiar un sistema que no estaba dando respuestas. No las encontró porque siguió igual de impreciso y con desatenciones. Esa lentitud en el medio hizo que siempre perdiera la pelota pero a su favor tuvo la falta de gol de su rival, que extrañó a Brian Romero y no encontró en Vecino a su mejor reemplazante. Pero el partido parecía empezar a acabarse cuando a los 14 minutos el central Damián Fernández fue expulsado por un codazo a Cetré. Error. Tres minutos después, con un pase frontal a espaldas de Benedetti Alejo Sarco, que recién ingresaba, se llevó la pelota y con una carambola y de rebote hizo el gol más difícil e insólito para el 1-1. Trompazo para un Estudiantes que ya jugaba mal y ahora ni ganaba. Y cuando buscaba desde la superioridad llegar al arco rival otra vez a espaldas de Benedetti el rival quedó en ventaja y mano a mano con Mansilla. El lateral tuvo que hacer falta e irse expulsado con 20 minutos por jugarse. Pero, es verdad, si no lo frenaba hoy la historia escrita era otra, sin lugar a dudas. El partido se equilibró. Los dos dejaron de atacar vehementemente sino que más bien no quisieron sufrir un contratiempo en el retroceso. No es que los penales les caían bien, pero era mejor llegar hasta esa instancia que quedarse con las manos vacías por una distracción, en este caso para Estudiantes una más. Por eso empezó un juego táctico cargado de nervios y con las pulsaciones a mil. El Pincha terminó sin Sosa y luego sin Enzo Pérez. Otra vez como ante River dos de sus referentes se retiraron agotados físicamente. Y el mediocampo se rearmó con el Ruso, Zuqui y Pablo Piatti, que le dio otra explosión al equipo. Este título le da más fuerza a la consideración del Pincha de ser uno de los más ganadores Casi que no hubo situaciones claras de gol en el tiempo extra. No se lastimaron pese a que de los dos fue el Pincha el que tuvo más actitud y ganas. Los pibes de Vélez empezaron a sentir el desgaste y la presión. Y ahí sí que abrazarse a la definición desde los doce pasos era la mejor opción. Estudiantes buscó un poco más, pero sin volverse loco. En esos 30 minutos agregados no hubo aproximaciones, salvo un remate de Javier Correa desde afuera del área, un desborde de Cetré que casi empuja Pablo Piatti y otro de Sarco que paralizó los corazones albirrojos. Entonces sí, la pelota desde los doce pasos y el dramatismo que se extendió un tiempo más para darle lugar a la euforia de los jugadores y la multitud. Se complicó con el penal que erró Eros Mancuso, pero luego lo revirtió y casi lo gana en los cinco primeros. Pero falló Santiago Ascacibar. Entonces la enorme figura de Matías Mansilla, el gran pero gran héroes de la noche. El gigante que fue discutido en casi todo el torneo pero que en los dos partidos más importantes demostró que tiene algo como para quedar en la historia de Estudiantes. De hecho, anoche lo hizo: este título y sus tres penales atajados se recordarán toda la vida. Video. Martín Cabrera desde Santiago del Estero

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