18/05/2024 21:28
18/05/2024 21:28
18/05/2024 21:28
18/05/2024 21:28
18/05/2024 21:28
18/05/2024 21:27
18/05/2024 21:27
18/05/2024 21:27
18/05/2024 21:27
18/05/2024 21:27
» La Nacion
Fecha: 06/05/2024 00:07
Escuchar El exjefe de gabinete Marcos Peña repasó su experiencia como funcionario del gobierno de Mauricio Macri y reflexionó acerca de las consecuencias para la vida privada que tiene la exposición en cargos públicos ligados directamente al poder. “Es muy difícil, no estamos diseñados para estar en esos lugares”, consideró entrevistado por José Del Rio en el programa Comunidad de Negocios de LN+, y expresó: “No es gratis estar en ese lugar”. En el marco del lanzamiento de su reciente libro El arte de subir (y bajar) la montaña, el politólogo sostuvo que el paso por la gestión pública es “muy intensa” y que “la fama, la exposición, el poder y la conflictividad” generan un fuerte desgaste en la persona, que no debería dejarse pasar, sino entenderlo y tratarlo. “Es importante pensarlo como una etapa o experiencia. Después podés volver o hacer otras cosas. Pero pensarse toda la vida ahí es tóxico y genera malos resultados”. Sobre su rol como jefe de gabinete entre los años 2015 y 2019 dijo: “Mi experiencia fue hermosa. Me siento orgulloso de haberlo atravesado con ese equipo y haber trabajo con Mauricio [Macri], pero también es sano ponerle un cierre a una etapa y aportar desde otro lugar”. Pese a que ya pasaron casi cinco años desde que abandonó la jefatura de gabinete, Peña insistió en que no hay forma de “curar” aquellos males manifestados en la presión y exigencia del día a día. “No sé si se logra eso. Es un proceso que te acompaña. Seguís siendo una persona pública. Por más que uno recorre todos los días la calle en una vida normal, la gente te asocia a ese rol. La fama es un lugar que te restringe libertades. Es un proceso que queda abierto”. En la misma línea, evaluó que quienes están en la gestión pública no deben esperar agradecimientos. “Es un honor y una responsabilidad. Uno llega a pensar que se mata trabajando y no se lo reconocen, pero es parte del juego. Hay que mantener la humildad de saber que al día siguiente sos un ciudadano más. Entrar en ese juego es complicado, porque te quita perspectiva”. Sobre cómo ve a los funcionarios del entonces Cambiemos y hoy Juntos por el Cambio que se sumaron al gobierno de La Libertad Avanza, como el caso de Patricia Bullrich, Luis Caputo o Santiago Bausili, dijo: “No estoy tan en contacto, pero hay buena gente. El aporte del libro es la idea de ayudar a quienes están adentro puedan ayudarse como personas. Es un camino largo y difícil el de cambiar un país. El apuro del día a día te va tapando. Está bueno tirar la energía de no descuidar el factor humano”. Presentación del libro de Marcos Peña en la Feria del Libro, con la moderación de Juan Pablo Varsky en la sala V. Ocampo. Rodrigo Néspolo Aunado a ello, se le preguntó sobre la actualidad de Pro. Peña sostuvo que se trata de “un conjunto de muy buena gente con mucha experiencia acumulada con los años” y pondero el liderazgo de Mauricio Macri: “Es alguien con gran trascendencia política y que tiene mucho espacio para seguir dándonos un lugar de transformación”. Sin embargo advirtió que el partido debe continuar adaptándose a las nuevas exigencias. “El contexto cambia y exige un desafío de interpretar lo demandado. Uno lo mira a nivel de todo el país, con la cantidad de gente que trabaja en el Pro. Ese es el capital humano que se requiere para la transformación. Hay miles y miles de personas que hacen un esfuerzo muy positivo para la transformación. Y otra gente que va perdiendo esa vocación”. Por otro lado, y teniendo en cuenta el desgaste del poder, Del Rio citó un reciente reportaje a Alberto Fernández en el que se refirió al escándalo de la foto en Olivos por el cumpleaños de Fabiola Yáñez en medio de la cuarentena de Covid-19. Peña analizó que una de las cosas más importante que mira la sociedad es la “ejemplaridad” que transmiten los gobernantes. “En el poder estás muy expuesto. Lo que mas mira la gente es la ejemplaridad. Es ineludible. Los pequeños gestos que demuestran el lado más humano del poder. Pero el sistema no está diseñado para eso. El poder fue siempre algo de ocultamiento y misterio. Genera un desafío distinto. Tenés que estar siempre consistentemente alineando en lo que hacés y decís. Es lo que más evalúa la gente, te pueden aceptar distintas cosas, pero la confianza es muy frágil”, sintetizó. LA NACION
Ver noticia original
 (1).jpg)
.jpg)
Examedia © 2024
Desarrollado por