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  • Entre Ríos en el Pacto de Mayo

    Parana » Pagina Politica

    Fecha: 05/05/2024 23:00

    La posibilidad de que el Senado pueda introducir una mínima modificación a la Ley Bases y el paquete fiscal haría que la reforma fundacional del mileísmo vuelva en revisión a Diputados y demore su sanción, al punto de no estar listo para su promulgación el 25 de mayo, fecha en la que el presidente Javier Milei fijó para la firma del Pacto de Mayo. Pero, con o sin ley, el Pacto se firmará igual. Y cada vez queda más claro que el acto en Córdoba no tendrá el perfil de una acuerdo nacional, sino de un sector, el de los que adhieren a las políticas libertarias. No todos los gobernadores serán invitados. Rogelio Frigerio si. De eso no hay dudas. A los ojos de la Casa Rosada, el gobernador de Entre Ríos forma parte del pelotón de mandatarios que “la ven”, que comulgan con la necesidad de un cambio en sintonía con las “ideas de la libertad” y en contra de “la casta” y sus “privilegios”, según reza el credo impuesto por el presidente que se auto percibe elegido por las “fuerzas del cielo”. El gobernador entrerriano ha hecho sobrados méritos para eso. Desde un primer momento y a pesar de no estar de acuerdo en muchas de las reformas planteadas en el proyecto que originalmente redactó Federico Sturzenegger, antepuso sus coincidencias generales con el rumbo de la Ley Bases. El apoyo de Frigerio no se limitó a sus reiteradas declaraciones públicas en defensa del proyecto, que desde un primer momento se planteó además como una condición para el acuerdo fiscal que permita volver a una normalidad en el financiamiento de las provincias, brutalmente recortado por Milei. El gobernador tiene para exhibir, además, que puso todo lo que tenía que poner en el Congreso. Seis votos Efectivamente, Frigerio llegará al Pacto de Mayo con el mérito de haber asegurado el voto positivo de los seis legisladores que en el Congreso de la Nación fueron electos en las listas de Juntos por Entre Ríos: dos senadores y cuatro diputados. Es que Frigerio no conduce políticamente a todos. De los seis, tiene sólo a uno que puede considerar como propio: el diputado del PRO Francisco Morchio. Aunque entre los cinco restantes, hay tres a los que no necesita conducir. Se descuenta que los senadores Alfredo de Ángeli (PRO) y Stella Olalla (UCR) votarán en la Cámara Alta los proyectos que vienen con media sanción de Diputados. Es pura lógica: si votaron a favor de un decreto (el DNU 70) tachado de inconstitucional por un sector de la UCR y por eso rechazado en el Senado, no tendrán problemas en acompañar una ley que va en el mismo sentido. De Ángeli no necesita que Frigerio lo conduzca. Es parte del ala más liberal del PRO, asociada a Milei, que deja a la izquierda a Frigerio dentro de ese partido. Olalla votará siempre en sintonía con el líder de su línea interna en la provincia, el diputado Atilio Benedetti, que ha sido el legislador radical que mayor coincidencia mostró con la reformas planteadas por Milei. Benedetti y Olalla jugaron con Patricia Bullrich en la interna de JxC. Pero Frigerio logró alinear a los dos diputados que venían marcando diferencias: Pedro Galimberti y Marcela Ántola. Ambos acompañaron la votación en general y se alejaron de las posiciones que sus referencias en la interna nacional de la UCR marcaron en muchos puntos de la votación en particular, más difíciles de digerir para la tradición radical. Situación límite El paso del tiempo sin que asome una solución al inédito ahogo financiero al que Milei sometió a las provincias con el objeto de reducir el déficit fiscal, puso a prueba la fe de la dirigencia de Juntos por Entre Ríos en la estrategia dialoguista que jamás abandonó Frigerio en su propósito de acordar con Nación. Tras sobrevivir al endeudamiento a corto plazo para el pago de sueldos y aguinaldo, más la devaluación que duplicó en pesos la deuda en dólares heredada de Gustavo Bordet, vino la inflación que licuó salarios y encendió el reclamo paritario. La muñeca política de Frigerio, con el fundamental auxilio del ministro Manuel Troncoso, hizo que la relación con los gremios estatales alcance un tono de convivencia impensado para un contexto como el actual. La urgencia pasó estos meses por hacer frente a los salarios de los casi 89 mil activos y los 60 mil pasivos, que se llevan más del 90% de las erogaciones del estado provincial. Mientras tanto, el desfinanciamiento de Nación a las provincias sigue haciendo historia y se extiende en el tiempo. En Entre Ríos, el 75% de los recursos dependen de la coparticipación, que en estos meses se desplomó por efecto de la recesión. A eso se sumó el recorte casi total a los giros discrecionales y la obra pública. La caída de la actividad derrumbó también Ingresos Brutos, la mayor parte de los impuestos provinciales, que explican el 25% de los ingresos del estado entrerriano. En este contexto, la restitución del impuesto a las ganancias, que se coparticipa con las provincias, resulta clave para sacar de la emergencia a las cuentas públicas provinciales. Aunque antipático para una pequeña porción de asalariados -que en Entre Ríos es muy inferior a la de provincias con sueldos más altos, como las patagónicas- la decisión de gravar los altos ingresos resulta coherente para Frigerio y los legisladores de Juntos por Entre Ríos, que no acompañaron el año pasado la electoral decisión de Sergio Massa y que, sin embargo, votaron los entonces diputados Milei y Victoria Villarruel. En la estrategia de Frigerio, el Pacto de Mayo es el punto de inflexión para la recuperación del país federal que Milei destrozó en diciembre con el propósito de ajustar gastos. No es el Pacto en sí, sino la idea de que se llega a él con la Ley Bases y su recompensa para las provincias, el acuerdo fiscal. Frigerio tiene asegurado el voto de los dos senadores entrerrianos por la mayoría en una cámara donde la aprobación se presenta mucho más ajustada que en Diputados. En teoría, esos dos votos en el Senado valen más que los cuatro de Diputados. Pero Frigerio ya los tenía o, mejor dicho, Milei ya los tenía: no tuvo que persuadir a De Ángeli y Olalla. En política -la política que, más allá de su relato contra la casta, Milei habilitó para lograr su primer triunfo legislativo- se paga a los que cambian de posición. Es probable que algunas provincias gobernadas por peronistas terminen cobrando mucho más que Entre Ríos. Fuente: Página Política

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