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» Infobae
Fecha: 05/05/2024 18:35
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Alejo Arias González está preso desde julio de 2023 en El Salvador El argentino Alejo Arias González, preso desde julio de 2023 en El Salvador, recibió buenas noticias esta semana, ya que tendrá por delante una audiencia judicial en junio que podría terminar en su extradición. Además, lo trasladaron al Penal Occidental de Santa Ana, considerado de menor seguridad. Esto lo confirmó el abogado del mendocino de 25 años, Miguel Ángel Pierri, quien afirmó que a su cliente lo llevaron a una prisión con un régimen semiabierto de detención, lo que le permite comunicarse con sus familiares y también recibir visitas, según declaró en MDZ Online. A su vez, Pierri destacó el trabajo legal y el rol de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y explicó: “Alejo fue acusado de formar parte de una banda criminal, con roles de autor y organizador de delitos, lo que aquí en la Argentina sería una asociación ilícita. Con el correr del tiempo se comprobó que él no tenía nada que ver y ahora se espera que sea juzgado bajo una calificación legal distinta y menos grave”. Además, el abogado agregó que “esto podría allanar el camino para su extradición a Argentina, donde lo esperan ansiosamente su madre, su padre y los hermanos”. Es un paso fundamental”, enfatizó el letrado y contó: “Fueron días muy complicados. Hoy podemos decir que esto se acabó y que en un corto periodo estará aquí con nosotros. Fue un proceso largo y lleno de dificultades, sin embargo, estamos esperanzados de que todo esto termine”. Alejo había viajado en marzo del 2023 con una propuesta laboral de una financiera y la compañía resultó ser una asociación ilícita Al respecto de la extradición, Pierri detalló: “El 25 de junio está prevista esta audiencia que será fundamental. Esta decidirá el futuro de Alejo, donde podría cambiar su situación. De mejorar, y si todo sale bien, podría recuperar su libertad y en julio podríamos extraditarlo a la Argentina”. Asimismo, el representante legal del joven de 25 años concluyó: “El trabajo del defensor público oficial, del procurador general de la República de El Salvador y del embajador en la Argentina, con los que tuvimos desde el primer momento contacto, fue de entera responsabilidad y profesionalismo. Han respondido de inmediato ante la situación de Arias González, pese a las duras y restringidas medidas de ese país. Gracias a ellos, todo esto ha pasado con éxito y podemos decir que él estuvo siempre en buenas manos”. Cabe destacar que Pierri ya le había hecho un pedido formal de clemencia al presidente Nayik Bukele para que revisaran el caso, alegando que se trataba de una víctima y pidiendo que analizara la chance de dejarlo en libertad para que pudiera volver a Argentina. “Lo que motiva esta respetuosa petición se encuentra enmarcado en la necesidad de confirmar que -aunque si bien puede considerarse en parte duro- el régimen de excepción que usted se encuentra administrando en su Nación funciona para el beneficio de las víctimas e inocentes. Por esto mismo que le solicito tenga bien en cuenta este Pedido de Clemencia para Alejo Octavio Arias González”, decía el escrito. El caso Alejo había viajado al país centroamericano en marzo del 2023 con una propuesta laboral de una financiera. Lo hizo con la intención de ahorrar dinero y regresar a su ciudad para pagarse su carrera universitaria. Lo que desconocía, de acuerdo a su versión, es que la compañía en realidad era una asociación ilícita que se dedicaba al lavado de dinero y que estaba siendo intensamente investigada por el gobierno local. Unos días antes de su regreso al país, fue detenido y, desde entonces, vivió un calvario en una de las naciones con el régimen penitenciario más estricto de la región. Pierri dijo que su cliente ha sido doblemente víctima, ya que fue engañado por sus empleadores y detenido “injustamente al involucrarlo con una organización de la cual él desconocía desde que arribó a la República de El Salvador”. La banda fue desbaratada y, en consecuencia, capturaron a 110 sospechosos. Entre ellos el joven mendocino, el único argentino.
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