Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Dos eclipses y el embrión de una lógica

    » El Ancasti

    Fecha: 05/05/2024 13:41

    Quizás no sea desatinado intentar construir una especie de termómetro de las agitaciones históricas argentinas a partir de la frecuencia con que se usa para describir los acontecimientos la célebre caracterización de crisis orgánica acuñada por Antonio Gramsci: “Lo viejo muere y lo nuevo no puede nacer: en ese interregno se verifican los fenómenos morbosos más variados”. Lo bueno, lo malo y lo feo El Gobierno trazó el recorrido de la Ley de Bases Lo bueno, lo malo y lo feo Escuelas sin libros, la decisión que profundiza la desigualdad educativa La figura de Gramsci fue reflotada por el presidente Javier Milei. Inesperadamente, pues se trata de un intelectual de izquierda, discordante en una biblioteca antes paleo que ultraliberal, la aprovecha para darle marco teórico a la “batalla cultural” que ha emprendido contra la educación, la prensa y la cultura. Según el italiano antifascista, el control de estos elementos es clave para la hegemonía capitalista. Para Milei, en cambio, constituyen arietes de la infiltración socialista en Occidente. Lúcida alumna, la diputada Lila Lemoine acierta al definir a la Feria del Libro como “un evento rehén del marxismo cultural”. Insistir en los fenómenos morbosos aportados por Milei y su círculo al interregno nacional en curso sería a esta altura ensañamiento. Más productivo podría resultar detenerse en una lógica de construcción que se desarrolla detrás de los dislates y asomó nítida durante el trámite de la Ley Bases y el paquete fiscal en la Cámara de Diputados. Es como si el sistema político comenzara a enfilarse para encapsular los desvaríos y encontrar mecanismos funcionales. Embrión Un dato relevante son las concesiones que los operadores de Milei hicieron a los interlocutores del “nido de ratas” parlamentario y los “degenerados fiscales” de las provincias para obtener la media sanción de la norma. La aguerrida intransigencia retórica del Presidente no se correspondió en este caso con los hechos. La flexibilización libertaria se espeja en el campo opositor con un avance de los intereses regionales y corporativos como criterio de agrupamiento por sobre las filiaciones políticas. Los legisladores peronistas de las provincias mineras y petroleras se desmarcaron del mandato explicitado horas antes por Cristina Kirchner para lubricar la aprobación del controvertido Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Los de las provincias con mayoría de sueldos por debajo de piso imponible establecido para Ganancias priorizaron el incremento de las respectivas coparticipaciones. El voto de los cuatro catamarqueños es ejemplo de estas variaciones. Votaron en contra en general, pero en particular se pronunciaron a favor o se abstuvieron para no facilitar número al rechazo de las dos propuestas. Falta el Senado, todo es todavía muy embrionario, pero entre la resignación de Milei y el repliegue de los gobernadores en defensa de sus presupuestos y las expectativas de sus provincias, el orden libertario parece empezar a adoptar una morfología, con nuevos actores, nuevas dinámicas, nuevos vectores de tensión. Dos eclipses Pero, siguiendo a Gramsci, lo nuevo todavía no nace porque aún subsisten y operan factores de la fractura que orientó la dinámica política e institucional hasta que la irrupción de Milei la desbordó y la hizo colapsar: kirchnerismo/antikirchnerismo, macrismo/antimacrismo: Kirchner vs. Macri. La declinación de los liderazgos de Cristina Kirchner y Mauricio Macri es tan innegable como aventurado sería considerarlos definitivos. Sin embargo, la conducta de Milei frente a ambos revela una sutileza política que contrasta con sus rabietas. En la diatriba libertaria, la “casta” equivale cada vez más a kirchnerismo. Este matiz podría interpretarse como un gesto de consideración de Milei hacia su admirado Macri, pero las apariencias engañan. La enfatización del antikirchnerismo libertario refuerza la gravitación que Cristina Kirchner mantiene como referente tanto del peronismo como del progresismo. Al mismo tiempo, subraya tácitamente que La Libertad Avanza y Milei son más eficaces para combatirla que el PRO y Macri. Vale decir: que Milei triunfará allí donde Macri fracasó. Protagonista o comparsa El celebrado acuerdo que selló con Milei de cara al balotaje se le vuelve al maquiavélico Macri en contra. Con aquel pacto inconsulto dinamitó Juntos por el Cambio y dañó el vínculo que tenía con el radicalismo, que le daba estructura y proyección nacional a su PRO. La UCR tiene sus propias cuitas internas, pero ¿para qué necesitan ahora sus gobernadores, intendentes y legisladores a Macri si pueden negociar directamente con la administración Milei? Más inquietante para Macri es otro interrogante, que se proyecta hacia las elecciones de medio término del año que viene: ¿para qué lo necesita Milei? Las agresiones libertarias le dan a Cristina Kirchner un rol preponderante en el orden libertario en ciernes. Es el enemigo, la amenaza que aglutina. Milei incluso dijo lo mucho que le gustaría enfrentarla en 2027. Ella asume el papel asignado con entusiasmo porque extiende su vigencia. Por eso reapareció con tanto ímpetu dos días antes de la definición en la Cámara de Diputados. La expresidenta advierte además un detalle que la fascina: en ese esquema que le asegura protagonismo, Macri solo tiene lugar como apéndice de Milei. A diferencia de él, el libertario llegó no solo sin estructura, sino contra las estructuras. Su hermana Karina y el clan Menem diseñan ahora la extensión de La Libertad Avanza a todo el país, sin las incómodas prótesis de radicales y lilitos que tuvo Juntos por el Cambio. ¿Se resignará Macri a ser comparsa?

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por