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  • Puedes cantar conmigo

    » El Ancasti

    Fecha: 05/05/2024 13:40

    Una mujer, de unos 40 años, un jueves a la noche espera en la mesa del bar su turno y canta el tema “Oncemil” de Abel Pintos, después otro hombre suelta un tema de Andrea Bocelli, su voz de tenor sorprende a todos. Luego le toca a otra mujer, que llegó también sola, y larga un par de ranchadas. Pero antes la pista la puso Laura, entona algunos temas de su repertorio, y comienza a invitar a las personas a que se sumen. Así comienza. Ella está atenta a todo, aporta algún estribillo sí hace falta, pide el acompañamiento del público, ve quien ingresa al lugar y cada uno sabe que tendrá la oportunidad de cantar. Algunos ya estaban preparados, tal vez estuvieron ensayando en el auto, en la ducha, frente al televisor; pero ahí esa noche suben al escenario y despliegan todo su talento. Es una descarga energética, que alegra el alma, poder Desde hace varios años, gente de diversas edades, trabajos, se encuentra en el karaoke que publicita cada semana Laura y otros también. La cita se difunde días previos, cerca del fin de semana. “Esta noche en …”, dice el WhatsApp. Por lo general, los jueves son de karaoke y los fines de semana Laura hace sus propias presentaciones. Cada vez más catamarqueños concurren a los principales bares de la Ciudad buscando disfrutar, darse el placer de cantar. Con una computadora y unos parlantes Laura armó en un tiempo en Cállate Perejil una plataforma de canto popular que se convirtió en un lugar de culto. Nadie falta a su cita, un grupo ya de cantantes la siguen, en el lugar que los convoque, porque saben que ella no hace concursos, que no hay selección previa, y quien va a cantar es solo por el gusto de cantar. Los cantantes pasan uno tras otro, como en una enciclopedia de todas las canciones del mundo. El show es el negativo de los programas de talento, la gente aparentemente normal se convierte en estrella. Aquí los cantantes son aplaudidos por cantar mal, por olvidar la letra, por no saber qué hacer con su cuerpo, por emocionarse o abandonar la canción por la mitad. De alguna manera se aplaude la fragilidad, la vulnerabilidad, la torpeza. Pero también es romper una barrera, la de los prejuicios, los miedos y la timidez. Quizás ésa sea la esencia misma del karaoke. Pero aquí no estamos ante una situación íntima de una fiesta de amigos; hay gente tan diversa, que esa mezcla hace que todos tengan su momento. La mayoría no vive de la música, pero descubrieron una pasión. Tal vez comenzó en algún cumpleaños de amigos o en una fiesta familiar, pero después buscan llegar al micrófono y encender la voz. -Quienes reconocen tu apellido saben que tenes un vínculo especial con la música ¿Pero comenzaste vos? En realidad, comencé cantando hace 5 años aquí en Catamarca, antes nunca cantaba, no me animaba. Soy cordobesa, nacida en Córdoba Capital, hija del negro Bobadilla, que fue el fundador de Los de Córdoba. Tengo raíces folclóricas, amo la música desde siempre, pero fue en Catamarca donde por primera vez me anime a cantar y subir al escenario, con los karaokes, quietita en el escenario. Quietita en el escenario Roberto Costa, fue su mentor. El creador de una inmensa cantidad de pistas, reconocidas en YouTube. Fueron Roberto y su hermano quienes dieron el puntapié inicial para casi todos. (Ver recuadro) El debut de Laura fue de la mano de Roberto Costas, “él fue quien me escuchó y me comenzó a llevar al karaoke, mi primer tema fue “Señor Amante” y un tema de Sabroso, esos dos temas eran mi repertorio. Hasta que un día, me pregunto si me animaba a ser animadora, a compartir un espacio, porque tenía dos lugares fijos y bueno dije vamos a animarnos”. “Los primeros días fueron terribles, había que estar con la gente, luchando para que canten, pero de a poquito me fueron conociendo, y comenzaron a cantar conmigo, o desde la mesa con un micrófono inalámbrico y de ahí comencé. Me convocaron para cantar en un cumpleaños y así se fue dando. Luego en los bailes, peñas”. Roberto Costas, es el que hace todos los editados por Roberto en YouTube. “Los editados por Roberto, son famosos, cuando vivía en San Luis ya lo escuchaba, jamás me imaginé que lo iba a conocer personalmente y trabajar con él en Catamarca”. Ambos son cordobeses, pero como dice Laura, al fin “mitad cordobesa, mitad catamarqueña”. -Cuando cantas en qué momento te reconoces con tu papá… En el carisma con la gente, en la humildad, uno trabaja de esto, pero el solo hecho que la gente se anime, te aplauda, se quiera sacar una foto, te abrace, el compartir con la gente, vale mucho. Siempre me dicen porque no dejo los karaokes y me dedico a grabar, me encantaría, pero los karaokes tienen algo: me encanta que la gente cante, cuanta más gente cante yo soy feliz. El carisma lo heredé de mi papá, pero la voz, de mi mamá Olga, ella tiene una voz hermosa. (Cajón) -Es una interacción constante entre el público, la música, vos, los que ya forman parte, pero es una composición de tres piezas… Yo he visto que hay gente a la que la música le ayuda a liberar las emociones, y a mí en lo personal también me ha pasado, sale la energía buena que tiene uno adentro. Podes tener problemas en tu casa y no ver la hora de ir a cantar. Porque, aunque sean tres canciones, saben que es su momento. Se distraen del mundo, ven a sus amigos cantando, en ese momento sos vos en realidad. Para quien no es cantante profesional, subirse al escenario y cantar ante la gente, es guau…. No pasa por dedicarse a la música, sino por transmitir un placer, otros lo hacen por diversión. Se ha vuelto muy común que la gente compre el parlante, el micrófono y cante en casa. Y eso hace un ambiente muy familiar que tiene el karaoke. Por mucho tiempo Laura, fue la animadora oficial en el bar Cállate Perejil. Ahí formó un grupo de amigos, todos aficionados, que, con su estilo y repertorio, cantan. -Por qué crees que se puso tan en auge el karaoke… En el karaoke no permito que nadie se ría de la otra persona, el karaoke no es para cantantes, es para la gente que le gusta cantar, aman la música, algunos tienen voces para cantar otros no tanto, pero cantan desde el alma. Les encanta cantar, no todos nacemos con ese don… -También es romper un prejuicio… He visto subir al escenario gente que canta y que tal vez no es tan afinado, otros quieren que la gente cante bien, pero para mí lo importante es que salga con naturalidad, que le salga del alma, que transmita. Porque no solo es cantar bonito sino transmitir, que te llegue. Alguien puede tener una hermosa voz aguda, pero nadie escucha porque no llega. -Y un espacio donde los talentos salen a la luz… Hay muchísimos talentos catamarqueños, desde que estoy con los karaokes, he descubierto cada talento, desde los más chicos hasta los más grandes y vos le preguntas porque no te dedicaste a la música y te dicen es complicada la vida del artista. Pero mucha gente canta por vocación, les gusta ir al karaoke, disfrutar ese momento, divertirse, compartir con la gente, pero no buscan otra cosa. -El karaoke es un lugar de pertenencia, implica un ejercicio terapéutico, de integración… Un fin de semana me escriben dos chicos por separado y me dicen, no voy Laura porque no tengo con quien estar, y les dije vengan, se sentaron con mi grupo de amigos y no estuvieron toda la noche solos. Cantaron, bailaron, se hicieron parte del grupo, siempre digo, cuando uno está solo, no hay que quedarse aislado. Una vez me cayó una persona y me dijo, hoy es mi cumpleaños y estaba solo y entre todos le cantamos el cumpleaños. Cada uno tiene su casa, sus cosas y cantar es terapéutico, por un rato te enfocas en otra cosa, no te olvidas, pero dejas los problemas al costadito y por un momento disfrutes. Una cita sagrada Laura conduce, guía y sobre todo ánima. Son todos artistas, ella acompaña a quien no se anima a estar solo en el escenario, cuando se baja está atenta y desde cualquier punto del bar acompaña con un estribillo, estrofa, o final. La computadora está ahí, esperando el cambio de pista. Aún no logró tener una banda de músicos que la acompañen, ese sueño sería un gran paso para establecer su sello propio, como hizo su padre con Los de Córdoba. Todo conlleva un gasto, presupuesto, es un sueño tratar de hacerlo. -Cómo es el ambiente del karaoke, no debe ser fácil, aunque la mujer lleve la batuta en el escenario… No es fácil, me ha costado muchísimo y me cuesta hasta el día de hoy. Sobre todo, la negatividad de algunos lugares, pero bueno, hay un grupo de amigos y personas que me siguen, son los que me apoyan y me dicen no bajes los brazos, los dueños de los bares, como Gustavo Pachado, creen en mi trabajo. También como fue Julio Morales, de Que Época; ahí estaba sagradamente los viernes. Todos querían irlos viernes a cantar ahí, el bar funciona en Hipolitico Irigoyen, los viernes se hacen karaoke y los sábados baile. -Cuando decís esta noche hay clima para cantar, hay show… Yo arranco, hago un par de temitas mientras entra la gente, pero bien se acomodan ya entregó el micrófono y los mandó al escenario. Hay un chico que canta Guaracha muy lindo, y acordamos que tipo 2AM sube al escenario, cuando la fiesta ya está en su máxima. A esa hora quieren fiesta. Todos los que vienen, cantan, no ven un show, al contrario, son parte. Y no importa cómo lo hagan, mientras les guste el tema y quieran, se sube a cantar, así funciona. Todos tienen abierto el micrófono, es totalmente libre, como en casa, como en familia. Lo importante es que la gente cante, se divierta, baile. En cada canción uno puede imaginar la vida de quien canta. A veces por el acento, por la canción que eligió, por la forma de cantar. En el momento de cantar aparece algo de la persona que no era visible, está su historia, el artista preferido, un sentido. Con Laura hay un despojo, la gente se quita la vergüenza, no hay concursos, ni selección previa; todos son protagonistas con la propuesta. Sus proyectos a futuro son grabar algún demo. Grabar un videoclip con los camperos y amigos del karaoke, o que algún productor la conozca, y la lleve por otros escenarios, “pero siempre volviendo a Catamarca”, convence Laura Bobadilla. Texto: Carolina Melnik - Especial para Revista Express Fotos: Ariel Pacheco Para agendar El circuito del Karaoke tiene varios lugares fijos: Reciente se sumó Rincón Universitario, pero están los clásicos como Cállate Perejil, que funciona los jueves con Karaoke. Y los viernes Callejeros, Pericos; Kaki y Es P´ Quedarse; éstos son los lugares más fuertes. Rocky Costa, su gran mentor Quien compartió una reunión, un momento, un karaoke, puede apreciar que Laura tiene una interacción muy fuerte entre el público y el micrófono, invita a cantar naturalmente. Le da una impronta especial, pero fueron los hermanos Roberto y Rocky Costa quienes la descubrieron y le dieron un espacio. Hablar de la trayectoria artística de Rocky Costa, merece una nota aparte, fue Rocky con su hermano los que impulsaron la movida del Karaoke con presentaciones y espectáculos en diferentes bares y circuitos de la música catamarqueña. Solo recordar el Bar 1, 2,3 con el músico Esteban Vega, Matrix que funcionó sobre Av. Virgen del Valle, Tercer Tiempo y otros que dieron espacio a bandas, músicos, y personas que simplemente iban a cantar. Karaoke Catamarca, es el sitio donde Roberto Producciones proporciona las pistas, que muchos usan no solo aquí sino en diversas partes del mundo, donde hay un catamarqueño sacando algún tema. Roberto, anima fiestas y fue en plena pandemia donde a través del estudio de grabación transmitieron a su plataforma música en vivo, ahí también fue invitada Laura Babadilla y otras artistas. Un punto para considerar, es la actual legislación Municipal, que incluye al karaoke como espectáculos públicos, lo que implica conseguir permisos como si actuara una banda con músicos en escena. Se exige contratación de seguros de espectáculos, policías, seguridad, cuando se trata de una computadora con pistas y una voz disponible. Tal vez, habría que revisar ciertas ordenanzas que no se adaptan a la realidad. “La gente llega al karaoke a divertirse, pasar un buen momento. Porque cantar es maravilloso”, afirma Rocky para la Revista Express. Se recuerda el gran lazo de amistad y musical con Hugo Argerich, ambos dieron nombre al disco, “Retumban los corazones”, una chacarera compuesta por Costa en conjunto con Argerich. Esta obra dio paso a otros ocho temas compuestos en sociedad, el disco se presentó en el Cine Teatro Catamarca y en su última presentación en la Fiesta del Poncho, le brindo un homenaje al “Negro” Hugo Argerich. De esa unión también surgió Cállate Perejil, donde Laura Bobadilla incursionó con fuerza. Rocky Costa, es quien la descubrió a Laura, como a otros tantos artistas que encuentran en la música, una razón de vivir. Voces de amigos - “Conocí a Laura en un karaoke donde ella me brindo seguridad y confianza para cantar... terminó siendo una terapia para mí. Gracias Laurita por todo lo que haces con la gente que va al karaoke y disfrutamos desde hace ya 4 años”. Isabel Luna tengo (52) - “Ir a los lugares donde se hace karaoke, y donde canta Laura Bobadilla, es disfrutar y pasar una noche distinta, conociendo a más gente y haciendo amigos, que al igual que yo la siguen en donde canta. Se disfruta la música y la posibilidad de poder participar. La música alimenta el alma”. Oscar Eduardo Salvatierra. - “Voy a los Karaokes que hace Laura Bobadilla porque me gusta como canta y anima. Te hace participar, reír y bailar. La pasamos genial. Ya hace más de 4 años que la conocí y siempre vamos a donde está ella”. Daniel Cordero tengo (43) El “Negro” Bobadilla, su padre En febrero de 1962 se conforman “Los de Córdoba”, en un lugar llamado «Arco Iris» de la localidad Río Ceballos, provincia de Córdoba. Como un encuentro de amigos, de la que participaban: Oscar Bobadilla, Ángel Bustamante, Hugo Monjes, Manuel “Nolo” Merchan y Juan Carlos ZaraikGoulu, surge la idea de integrar un conjunto folklórico que fue en sello del sentir cordobés en peñas y festivales. A mediados de 1962 llegan a Buenos Aires y de inmediato son contratados por Music-Hall y se presentan en el programa «La Pulpería de Mandinga» en Canal 9 y en Radio Belgrano. El grupo tuvo diversas formaciones de este popular conjunto, pero todas, siempre bajo la batuta de su fundador Oscar Bobadilla. Conocieron el aplauso popular, pero también las deserciones y los desencuentros. A finales de la década de 1990 una nueva formación realizó algunas presentaciones en restaurantes de Córdoba, pero la muerte de Oscar Bobadilla cerró para siempre uno de los capítulos más gloriosos en la historia del folklore.

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