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» El Liberal
Fecha: 05/05/2024 12:29
Hace una semana, Rodolfo Bustos recibía una llamada que desearía con todas sus fuerzas jamás haberla recibido. Era la Policía de Quimilí que le informaba que su hijo Leonel había sido arrollado por una camioneta y había perdido la vida. Con el dolor de una pérdida irreparable, pero convencido de que no claudicará en la lucha por Justicia, dialogó con EL LIBERAL y aseguró que quiere la máxima pena posible para los responsables de la muerte de su hijo. Consultado sobre qué espera de la Justicia para los implicados en el siniestro ocurrido en el cruce de Rivadavia y Roca de Quimilí en la madrugada del pasado domingo, Rodolfo aseguró: "Esto es desconocido, estamos hablando con nuestros abogados y ahora sabemos que lo máximo en estos casos es el "Homicidio simple con dolo eventual" (calificativa), que prevé una pena entre 8 y 25 años de prisión, por lo que nosotros aspiramos a lo máximo", explicó. Seguidamente agregó: "Tenemos la convicción que fue el hijo (adolescente de 16 años) del dueño de la camioneta, porque en el momento de conmoción, en el hospital, varios jóvenes nos manifestaban que había sido el adolescente. El hombre después declaró en la Fiscalía y lo admitió y cuando él llegó esa noche, lo hizo con cara de dormido". Rodolfo, su esposa y su hija menor de 12 años están atravesando los días más dolorosos. "Esto te cambia la vida, yo siento que ya no soy el que era. Convivimos con el dolor de forma continua. Ahora estoy hablando, pero quizás en 10 minutos me quiebro y comienzo a llorar sin parar, después me tranquilizo, y así". "Lo que sí sabemos es que nos tenemos que levantar y luchar por conseguir Justicia. Quizás el conductor es menor, pero el padre tiene que pagar, porque él se culpó y al hacerlo, no se le pudieron hacer pericias al hijo y ya pasaron varios días, al igual que el otro conductor. Nunca se pusieron a derecho o a disposición de la Justicia. Lo chocaron y se fueron los dos vehículos tratando de ocultar lo que han hecho", enfatizó Bustos. Seguidamente reflexionó: "Esto que estamos pasando nos ha permitido conocer personas muy malas y personas muy buenas. Personas que se han puesto a disposición de nosotros para lo que necesitemos, y muchísimas muestras de solidaridad, descubrir que las personas buenas son muchísimo más que la gente sin valores, y después está este tipo de gente como las familias de los chicos que hacían estas 'picadas'". Ante la pregunta de cómo reaccionaría si las familias de los acusados intentarían acercarse para pedir perdón, Rodolfo Bustos fue tajante: "No quiero que se arrimen, no les creería, esto no tendría que haber pasado. Yo siempre le he enseñado a mi hijo a cuidarse y manejarse en sociedad, porque si le doy un vehículo, se podía dañar él y a otros". "Sabemos lo que está bien y lo que está mal... si ellos han elegido obrar haciendo las cosas mal, que le pidan perdón a Dios, a mí no, yo no los quiero ver, no los quiero cerca, no los quiero cruzar", cerró Rodolfo Bustos. "Especial" Leonel Bustos Ruiz tenía 17 años, según contó su padre, esa noche acompañaba a un amigo que le pidió un favor. El joven debía dejar una moto en la casa de un tío y "Leo", lo traería de vuelta a su casa. "Leonel era un chico especial, gracias a Dios nosotros por nuestro trabajo, también le dimos la posibilidad de conducir vehículos, pero andaba en bici o caminando, la moto la ocupaba ocasionalmente, no le interesaba tanto lo económico", aseguró Rodolfo. "Era muy educado, muy solidario, por ello como habrán visto las muestras que hay, el apoyo y acompañamiento de la gente. Hay amigos que se hicieron tatuajes en honor a él", contó el padre de la víctima. Con la angustia lógica, recordó: "Era su último año de secundaria y ya tenía pensado en seguir estudiando y trabajar con nosotros al mediodía. Esa noche él acompañó a un amigo, después tenía un cumpleaños de 15", al que nunca pudo llegar. "A nosotros nos llamó la Policía, nos habíamos acostado temprano y nos enteramos de esa forma. Fue un shock, que nunca había imaginado pasar por eso", recordó sobre esa fatídica madrugada. "Siempre traté de acompañarlo y que tenga muchas experiencias y vivencias conmigo, quería que guarde esas experiencias con su padre, pero todos esos momentos me han quedado a mí". "Condena social" Casi 2.000 personas se volcaron anoche a las calles para marchar reclamando Justicia por Leonel Bustos Ruiz. Los padres del joven encabezaron la marcha que culminó frente a la Alcaidía del Departamento de Seguridad Ciudadana Nº 12. Con la foto de Leo estampada en remeras y carteles, recorrieron la ciudad con un pedido: Justicia. Fueron casi cuatro cuadras de personas que caminaban brindando su apoyo a una familia que no volverá a ser la misma. Ante todas las personas, Rodolfo, hizo uso de la palabra y mencionando los nombres de los menores que conducían las dos camionetas que corrían la "picada" en la que murió su hijo, aseguró que son dos "asesinos" y que sus padres son "cómplices" y aseguró que espera que al menos tengan la condena social que se merecen.
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