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» Elterritorio
Fecha: 05/05/2024 09:24
El hospital busca sostener los mismos valores de Madariaga, pero con tecnología de punta, personal en continua formación y acceso universal a la salud. Los desafíos en telemedicina domingo 05 de mayo de 2024 | 6:05hs. El hospital es elegido cada día por personas con y sin obra social. Fotos: MARCELO RODRÍGUEZ Este año el Hospital Madariaga de Posadas cumplió un siglo en funcionamiento y catorce años en su nuevo edificio. Aunque hoy es uno de los centros de salud más importantes de la región, el primigenio se gestó con otros fines, con otro nombre, en una ciudad de la que hoy casi nada queda, pero con una población en crecimiento. La piedra fundamental del nuevo hospital para el entonces pueblo de Posadas fue colocada el 22 de agosto de 1916 y el pabellón central fue inaugurado el 21 de enero de 1924, según los historiadores Alba Celina Etorena y José Carlos Freaza. El primer director interino del hospital fue Alberto Fitz Simon, quien al mes fue reemplazado por el titular, el médico Edmundo Barreyro. El área de Diagnóstico por Imágenes tiene tecnología de punta y alta demanda de pacientes. Así comenzaba el derrotero del nosocomio que inicialmente se denominó Hospital Regional Común de Posadas, pero en junio de 1953 adoptó el nombre de Hospital Central Domingo Perón. Sin embargo, en busca de homenajear a un recordado y querido médico de principios del siglo pasado, en 1955 se le colocó el nombre definitivo “Doctor Ramón Madariaga”, en homenaje al galeno español muy prestigioso en Misiones por brindar atención a los más necesitados. Hoy el centro de salud se erige como uno de Nivel III, esto es con la más alta complejidad para atender y resolver problemas de salud de distinta índole en la población adulta y está dotado con maquinaria de primer nivel. A su vez, se ganó el nombre de hospital escuela ya que es lugar de formación y especialización de médicos, enfermeros y otros profesionales de la salud que realizan allí sus residencias. A diario llegan a sus instalaciones cientos de personas, algunos incluso con cobertura de salud privada. Más de 200 médicos especialistas y en formación se desempeñan allí. En los últimos días El Territorio visitó las instalaciones del edificio que hoy se inserta dentro del Parque de la Salud y comparte locación con otros dos hospitales de Nivel III como lo son el Pediátrico y el Neonatal y el Banco de Sangre junto con el Instituto del Cáncer, entre otras instituciones. El médico Oriel Sosa, que integra el actual trío dirigencial dentro del hospital, explicó qué simboliza un nuevo aniversario dentro de la comunidad médica. “Significa una continuidad al reconocimiento que se hizo a la gente que supo apostar a la salud en distintos tiempos. Este proyecto del nuevo edificio comenzó en 2005 con su edificación, pero en 2010 se hizo la inauguración oficial. Desde ahí generó un cambio en lo que es el manejo de la salud desde la actividad pública, desde lo que el Gobierno viene a apostar. Acá se apuesta a un hospital de alta complejidad, se apuesta al acceso a la salud universal, para toda la gente, con y sin obra social, pero con una especial mirada hacia los más pobres”, señaló. Miles de personas pasan cada día por los distintos servicios médicos. Por otro lado, resaltó la importancia de que con los años se haya decidido conservar el nombre. “El viejo hospital primero tuvo otro nombre y ubicación, fue Hospital de Caridad -cuando se situaba en la esquina de calle Rivadavia y avenida Mitre-, luego un hospital central ya en el actual predio y más tarde toma el nombre del doctor Madariaga como parte de los homenajes que se le fueron haciendo post-mortem, la comunidad le hace un homenaje al doctor. Y que tenga la continuidad de ese nombre en este edificio nuevo significa apostar casi con la misma fuerza que lo que fue en esa época”, explicó. Siguiendo la línea histórica, consideró que la idea de construir un edificio como el del primer Madariaga -cuya estructura edilicia se conserva dentro del Parque de la Salud- fue una revolución y reivindicación para la comunidad de esa época de principios del siglo XX. “Incluso con toda su influencia con la gente de Encarnación y del interior de la provincia, era un hospital de gran tamaño para esa época. Más aún en el contexto económico y social que había en ese momento. Y algo parecido fue el proyecto que estamos teniendo con el nuevo edificio. Por eso creo que se merece la continuidad del nombre”, destacó. Cambio de mentalidad Ya adentrado en lo que es el moderno edificio que le toca dirigir, comentó que también significó un cambio en la concepción de la salud pública en la provincia. “Hace 20 años no teníamos todas las características y las tecnologías con las que hoy se cuenta, muchas veces el misionero entendía que la atención de calidad era en el sector privado y al sector público le faltaba un poquito de complejidad. Hoy en día tener cirugía laparoscópica, artroscópica, de distintas especialidades como las que tenemos en el hospital, inclusive innovar en cirugía robótica, cardiovascular, plástica, que se está haciendo en toda la provincia es muy importante”, sostuvo y continuó: “También diagnóstico por imágenes, eso era algo impensado hace 20 años. Entonces la Provincia invirtió para tener un hospital que esté posicionado como uno de alta complejidad que dé respuesta a todo”. El nuevo edificio le dio un nuevo paradigma a la salud misionera. En ese sentido, comentó que otra de las prácticas médicas de vanguardia que sobresalen tiene que ver con los trasplantes que se realizan y los cirujanos que llegan invitados para, por ejemplo, realizar procedimientos neurológicos de tumores cerebrales o epilepsia. “Además nos caracteriza que somos unidad formadora, tanto en la parte médica como la no médica. Así que para nosotros tener el nombre del doctor Ramón Madariaga significa tener el mismo énfasis que pusieron hace unos años para que la salud pública cambie en Misiones”, indicó. Actualmente el nosocomio cuenta con 320 camas de internación de las cuales alrededor del 20% son de terapia intensiva o pacientes críticos y un plantel de 260 médicos especialistas y subespecialistas. A su vez, pasan por la guardia de emergencia unas 1.500 personas cada día y un número similar acude para realizarse algún tipo de estudios o atención en consultorio. “Estamos teniendo una alta ocupación en todos los niveles, porque no solamente damos atención en Posadas, sino que somos el centro de derivación de alta complejidad de toda la provincia”, dijo Sosa que comparte la dirección del hospital con los médicos Alejandra Schmid y Darío Trela. En esa línea, consultado sobre si la actual situación económica impacta en la atención, precisó: “estamos a tope hace bastante tiempo con respecto a la cantidad de gente que se vuelca a la atención. Siempre hubo una preferencia de las personas con obra social a elegir las prestaciones del hospital. Vemos mucho eso en el área de imágenes. Por ejemplo, tenemos un resonador 3.0 Tesla, que es uno de los primeros que tuvimos en la provincia con esa característica. Medicina nuclear también se hace mucho acá. Entonces, siempre hay una integración que, por más que tengan obra social, los pacientes vienen para acá. Lo que estamos viendo, sobre todo en los últimos meses, es que hay inclusive más demanda de parte de la gente con obra social”. “Además nuestro Servicio de Emergencias tiene mucha carga asistencial todos los días, sin importar si es fin de semana, si es feriado, no solamente porque es el lugar donde se deriva primero, sino que también se cuenta con imágenes las 24 horas, laboratorios las 24 horas, algo con lo que por ahí otras instituciones no cuentan”, añadió. Y acotó que la llegada de pacientes desde el extranjero es muy pequeña y “el 0,1% es extranjero, no nos mueve la aguja. Nuestra prioridad es el misionero”. Desafíos Por último se refirió a la principal consulta que se da actualmente. Aunque el Madariaga es un nosocomio de patologías agudas, a nivel mundial -y Misiones no está exenta- prevalecen las enfermedades crónicas y en ese sentido buscan poder tener más especialistas en clínica médica, aunque también escasean endocrinólogo -hay sólo una- y cirujanos torácicos. “Estamos viendo que solemos tener muchas internaciones de pacientes crónicos”, sostuvo entre las que aparecen patologías como diabetes, hipertensión, cardiopatías, artritis, enfermedad renal, enfermedad pulmonar, mental, entre otras. Por ello habló sobre la importancia de tener una red con otros hospitales de Posadas y la provincia y que el paciente no necesite llegar hasta la capital misionera para resolver sus problemas de salud. “El desafío nuestro es que si antes no queríamos que el paciente vaya a Buenos Aires para tratar de darle todas las prestaciones acá, hoy queremos que la gente no venga siquiera a Posadas y tenga una resolución de alta complejidad en el interior de la provincia. El trabajo conjunto que estamos haciendo -con otros hospitales- es el desafío más fuerte que tenemos. El segundo desafío es dar respuesta a la digitalización y la telemedicina. Porque cada vez está más en auge y estamos creciendo en lo digital, con las historias clínicas informatizadas. Entonces cuando alguien escribe algo en la Red de Información de Salud Misiones (Rismi) yo estoy viendo qué está pasando con ese paciente, queda todo digitalizado”, finalizó. Informe de domingo Hospital Madariaga, 100 años de historia “Se apuesta a la alta complejidad, con especial mirada a los más pobres” “Todavía no sé si el hospital es mi segundo hogar o es el primero” Escuela de formación para otros profesionales de la salud De centro médico primigenio a museo de la salud misionera
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