18/05/2024 16:06
18/05/2024 16:04
18/05/2024 16:03
18/05/2024 16:03
18/05/2024 16:02
18/05/2024 15:56
18/05/2024 15:56
18/05/2024 15:56
18/05/2024 15:56
18/05/2024 15:56
» Mdzol
Fecha: 05/05/2024 05:05
Desde hace casi un siglo, la Patagonia había guardado en sus aguas un silencio que parecía eterno para una de sus especies más majestuosas: la ballena sei. Desde el año 1929, cuando los avistajes de estos colosos marinos cesaron debido a la implacable caza que sufrieron, la costa patagónica había sido testigo de su ausencia. Pero hoy, casi un siglo después, las noticias son más que alentadoras para biólogos, habitantes locales y amantes de la naturaleza. En la pintoresca localidad de Rada Tilly, en Chubut, un revuelo de expectativas se apoderó de sus costas. Los pobladores ahora contemplan con renovado interés el horizonte marino, mientras que las autoridades locales vislumbran en este fenómeno una oportunidad para impulsar el desarrollo económico de la región. Y es que la reaparición de las ballenas sei promete no solo un espectáculo natural sin igual, sino también un impulso para el turismo local a través del avistaje de estas majestuosas criaturas. Ballenas sei en Rada Tilly. Los primeros indicios de este regreso se remontan a los años 2003 y 2004, cuando los primeros registros de respiraciones en el mar de Rada Tilly captaron la atención del personal de la reserva natural Punta Marqués. Desde entonces, el interés por estas ballenas no dejó de crecer. En vuelos realizados el año pasado para estimar la población de ballenas sei, se contabilizaron entre 2400 y 2800 ejemplares, una cifra prometedora que augura un resurgimiento de la especie en la región. Rada Tilly, el punto de avistaje para estas ballenas. La majestuosa ballena sei, un verdadero espectáculo de la naturaleza La ballena sei, la tercera más grande del mundo después de la ballena azul y el rorcual común, es un espectáculo de la naturaleza en sí misma. Con una longitud que oscila entre los 18 y 19 metros y medio, se distingue por su imponente figura de color gris acero, contrastado con una panza blanca y estrías marcadas en la garganta. El estudio y seguimiento de estas ballenas se convirtió en una empresa multidisciplinaria que involucra a investigadores, biólogos marinos y entusiastas de la conservación. La Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, a través de la Facultad de Ciencias Naturales y Ciencias de la Salud, lideró esta labor, bajo la dirección de los docentes e investigadores Mariano Coscarella y Marina Riera. A pesar de los desafíos impuestos por la pandemia de COVID-19, el equipo perseveró en su misión de documentar y entender el comportamiento de estas ballenas. Dotados de tecnología de vanguardia, como drones, rastreadores y equipos de buceo, los científicos han logrado obtener valiosa información sobre las migraciones, hábitos alimenticios y áreas de reproducción de las ballenas sei. La colaboración con instituciones como National Geographic ha permitido financiar el implante de rastreadores en los animales, un paso crucial para comprender su comportamiento y garantizar su conservación a largo plazo.
Ver noticia original
 (1).jpg)
.jpg)
/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/artear/NK7ZFAH2QFAP7D343JSKXJAJNQ.jpg)
Examedia © 2024
Desarrollado por