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» Mdzol
Fecha: 05/05/2024 05:05
El trío compuesto por Patricia Bullrich, Javier Milei y Mauricio Macri, del cual participa como vigiladora presidencial "El Jefe" Karina, está padeciendo el típico desgaste de una relación cruzada por las emociones fuertes y los sentimientos compartidos. De a poco, eso que fue encanto va dando paso para la relación más racional hasta, hoy, empezar a ser una necesidad. “Falta que digan que están juntos por los chicos”, relataba un testigo privilegiado, y otro poco porque comparten el mismo vehículo ideológico, que si fracasa, “costará horrores poder reencauzarlo”. Al parecer, por diferentes motivos, todos personales, quienes más frustrados se encuentran son Patricia y Mauricio, a quienes les costó resolver el duelo de la pérdida electoral, y esa emoción confusa es aprovechada por el presidente y su hermana, verdaderos estrategas para usar la fuerza de los otros. “Bullrich creyó que con ella en el gobierno se iba a llevar a todo el PRO. A su vez, muchos de los nuestros creían que haciendo todos los deberes los iban a premiar y se transformaban en los verdaderos libertarios. No pasó”, inició su charla una de las fuentes más consultadas en los últimos tiempos por MDZ. Entonces, a la ministra de Seguridad la realidad la encuentra lejos de su orilla original, el PRO, y navegando en un Gobierno donde no forma parte de la toma de decisiones sino, a lo sumo, maneja su cartera, que no es poco. Javier Milei compone su primer núcleo con Karina, "El Jefe", quien más lo conoce, la persona que sabe de sus emociones fuertes e inestables, que puede pasar del amor al odio en segundos sin nunca llegar a querer. "Pero si siente alguna simpatía, lo puede llevar a dar todo", dicen. Entonces, "El Jefe" lo frena, lo sosiega, y ahí es donde pierden todos los que quieren acercarse. En igualdad de plano el presidente tiene a Santiago Caputo, su traductor cotidiano con la realidad y el relato. Un paso más atrás se encuentran Guillermo Francos y Nicolás Posse, muy parecido en varias formas a su jefe Milei. ¿Bullrich donde entra? En el tercer anillo, reservado para funcionarios clásicos y nuevos empoderados tal el caso de Eduardo Lule Menem. Macri, por su parte, pasó de apoyar el 99% de las cosas que propone Milei a un 75%, según sus últimas declaraciones. Alguien le ha empezado a mostrar que en algunas oportunidades lo usan más de lo que debe permitirse. “Hace una semana, contó una charla que tuvo con el jefe de Estado, que lo llama siempre con cariño presi", relató un testigo del momento. Este infidente comentó que cuando terminó la votación de Diputados, Milei y Macri hablaron, y cuando el presidente le manifestó, exultante, la labor de los legisladores del PRO, “el presi” fue a fondo. “Bueno, dale, trabajemos juntos”. “Inmediatamente, le cambió de tema y le empezó a hablar de otro tema". Los gobernadores amigos siguen desconfiando del Pacto de Mayo Casi idéntica forma utiliza con más de un intendente y legislador sobrepasado en gestos y guiños. Inclusive a uno de ellos le ofreció una importante candidatura. Entonces, entusiasmado, el visitante presidencial sacó su listado de cuestiones pendientes y Milei le contestó, cortés pero desentendido, “háblalo con Karina”. La frustración fue infinita. Otro aliado natural del espacio libertario, hace meses, fue consultado sobre si estaba de acuerdo en nombrar a una persona de su confianza en una de las oficinas del PAMI en una región en la que tiene influencia directa. Este, como otros, llevaron sus listas. Tras meses sin respuestas, “El Lule”, encargado de ir punteando cada casillero, le respondió si seguía en pie el pedido que le habían formulado. Lamentablemente, la solicitud había llegado para un lugar muy distinto al cual luego había pedido. “En lo que por lo menos acertó fue en el organismo”, se reía el ofendido por el destrato y la desprolijidad. Cerca del PRO, los radicales, a los cuales el presidente destrata compulsivamente, también empiezan a tallar. Aunque se despegan de Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, el voto dividido y casi anárquico que se observó en diputados puede repetirse, en el Senado. Maximiliano Abad ya adelantó que no aprobará todo sin revisar punto por punto y, además, convocará a los gobernadores radicales para que den sus puntos de vista”. Y si entran a tallar los jefes provinciales, otra cuestión también puede aparecer. Más allá de las condecoraciones que prepara la Presidencia de la Nación para aquellos que firmen el Pacto de Mayo, similares a las que se les dan a los invitados extranjeros de honor, Milei y su equipo podrían llevarse una sorpresa. “Faltan más de veinte días, y si nos sigue tratando como a cualquier hijo de vecino, capaz vayan solo los peronistas del norte y algún representante de los partidos provinciales”, se pudo leer en un restringido chat donde todos tienen algo pendiente con el Gobierno nacional.
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