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  • El vamping y el efecto de la dopamina: cómo los dispositivos nocturnos alteran la salud mental y social

    Buenos Aires » AmbitoWeb

    Fecha: 05/05/2024 01:10

    El vamping no solo interfiere con nuestro ciclo de sueño, sino que también provoca una respuesta en el cerebro similar a otros comportamientos adictivos. El uso de dispositivos electrónicos antes de dormir , conocido como " vamping" , es un comportamiento predominante en la mayoría de los adultos hoy en día, con estudios recientes mostrando que hasta un 95% de ellos utilizan tecnología justo antes de acostarse. Este hábito, que toma su nombre de las actividades nocturnas de los vampiros, sugiere cómo los dispositivos pueden drenar nuestro tiempo de descanso esencial. El vamping no solo interfiere con nuestro ciclo de sueño, sino que también provoca una respuesta en el cerebro similar a otros comportamientos adictivos. Al navegar por redes sociales y consumir contenido digital, la liberación intermitente de dopamina en nuestro cerebro refuerza el comportamiento de seguir desplazándonos por más contenido. Esta búsqueda constante de gratificación instantánea, aunque momentáneamente placentera, puede llevar a una sensación de vacío y ansiedad después de horas perdidas en perfiles de desconocidos, escuchando a gurús, o leyendo comentarios negativos en línea. Este flujo constante de dopamina nos incita a buscar "un poco más" , creando un ciclo difícil de romper. Fisiológicamente, el efecto de la luz azul de las pantallas en la noche suprime la producción de melatonina, perturbando nuestro ritmo circadiano y haciéndonos más susceptibles al insomnio y a un sueño de baja calidad. A nivel cognitivo, la falta de sueño reparador afecta negativamente nuestras capacidades mentales como la atención, la memoria y la resolución de problemas, lo que puede deteriorar nuestro desempeño diurno. En el ámbito personal, el uso de dispositivos durante la noche puede transformar áreas de descanso, como la cama, en espacios de actividad, alterando la percepción del cerebro de que la cama es para dormir. Esto no solo disminuye la calidad del descanso sino que también puede erosionar las relaciones íntimas y familiares al reducir la interacción directa y crear distancias emocionales. A nivel social, el vamping fomenta malentendidos y dificultades comunicativas debido a la falta de interacciones cara a cara y la fatiga. Además, el comportamiento compulsivo de no poder dejar de desplazarse a través de las redes puede aumentar la sensación de soledad y aislamiento social, a pesar de la percepción de estar conectados. Luz Azul.jpg Ante esta realidad, muchas personas buscan soluciones rápidas como medicamentos para dormir, pero estos tratamientos pueden generar dependencia y no abordan el problema subyacente. Es esencial que reconsideremos y regulemos el uso de dispositivos antes de dormir para proteger nuestra salud mental y restaurar la calidad de nuestras relaciones. En conclusión, el vamping es más que un simple hábito nocturno; es un problema serio que afecta nuestra salud física, mental y social. Es imperativo abordar este comportamiento, comprendiendo los efectos de la dopamina y la necesidad de un descanso adecuado para mejorar no solo nuestro descanso nocturno sino también nuestra calidad de vida y relaciones interpersonales. Dra. en Psicología especialista en neurociencias y terapia online.

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