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» Diario Cordoba
Fecha: 04/05/2024 22:06
Mes de mayo, mes de las flores, de los patios y de San Rafael, el Arcángel Custodio de la ciudad, que este sábado volvió a recorrer las calles en una gloriosa procesión con la que la hermandad que le rinde culto conmemora la aparición del Arcángel al venerable padre Andrés de las Roelas. Puntualmente, la nueva cruz de guía de la hermandad estaba en la puerta de la basílica del Juramento. Las campanas del templo redoblaban de júbilo ante la inminente salida de San Rafael, que ya se vislumbraba en el interior de la basílica. Poco después, los ciriales anunciaban que el Custodio estaba a punto de cruzar el dintel del templo. Tras una dificultosa maniobra el paso se puso en pie mientras los sones de la banda de música de María Santísima de la Esperanza interpretaban la marcha ‘Saeta cordobesa’, con la que el Custodio de la ciudad tomaba la calle entre los aplausos del numeroso público que se dio cita en la plaza de San Rafael. Un público que pudo admirar de cerca el nuevo paso totalmente terminado en su fase de talla, así como los medallones dorados que recorren todo el respiradero. En cuanto al paso, fue exornado con un clásico friso de clavel rojo y gladiolos también en color rojo. Así el Custodio de la ciudad, a muy buen ritmo, fue adentrándose en barrios como San Lorenzo para después continuar su camino hasta San Andrés, donde llego triunfante a los sones de la marcha ‘La Virgen del Carmen’. Numeroso público contempla la salida del Custodio de su templo. / Víctor Castro Por la calle de San Pablo se dirigió hacia el Ayuntamiento, donde por cierto no hubiese estado mal que la corporación municipal hubiese recibido al Custodio de la ciudad y alcalde perpetuo de la misma. No obstante, el alcalde, José María Bellido, acompañó a la hermandad en una parte del recorrido. Quedaban pocos metros para que el cortejo llegará a la basílica menor de San Pedro, donde la hermandad hizo estación ante las reliquias de los Santos Mártires, en un recorrido que lo llevó por calles como la antigua Espartería, donde una intensa petalada cayó sobre el Arcángel entre aplausos y vivas al Custodio de la ciudad. Tras el paso por San Pedro el cortejo retomó el camino de vuelta, que lo llevó de nuevo a la basílica del Juramento en una tarde de mayo donde San Rafael volvió a reinar por las calles de la ciudad.
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