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» Clarin
Fecha: 04/05/2024 17:34
Oscar Puente, el ministro del gobierno de Pedro Sánchez que considera que Javier Milei es “muy malo” y que consumía “vaya uno a saber qué sustancias”, es conocido en la política española por sus ocurrencias provocadoras. Algunas más afortunadas que otras. Su abuelo fue un socialista que soportó la cárcel durante la dictadura franquista. Y él, que nació en noviembre del ’68 y optó por estudiar abogacía, no se afilió al PSOE hasta 1990. Consiguió la alcaldía de Valladolid en 2015 y renovó su mandato en 2019, algo que no pudo repetir en las elecciones municipales del año pasado cuando, a pesar de haber ganado en votos, un pacto entre el Partido Popular y Vox lo dejaron afuera del ayuntamiento. Se lució como actor de teatro en tiempos universitarios y se mostró junto a su hija, Carmen, cuando la adolescente participó en los certámenes de canto La Voz Kids y Benidorm Fest. Algo de aquella oratoria histriónica pudo verse en septiembre del año pasado en el Congreso de los Diputados, cuando Alberto Núñez Feijóo, líder de la oposición y presidente del Partido Popular, intentó ser investido presidente. En las elecciones de julio de 2023 Núñez Feijóo fue el candidato más votado, aunque no obtuvo la mayoría absoluta. Su imposibilidad de pactar con otros partidos, más allá de Vox, hizo naufragar sus sueños de convertirse en jefe del gobierno de España. Sin embargo se presentó ante el Parlamento y defendió su candidatura, a la que Pedro Sánchez replicó enviando al estrado al diputado Oscar Puente. Frente a los 349 diputados que junto con él integraban el Parlamento del año pasado, Puente ironizó. Se dirigió a Núñez Feijóo “de ganador a ganador”, aludiendo a las elecciones en Valladolid en las que, a pesar de haber cosechado más votos que nadie, lo dejaron a él también fuera de circulación para seguir ocupando el puesto de alcalde. “Estamos en igualdad de condiciones”, le dijo Puente al líder del PP. “¿Por qué tiene usted más derecho a ser presidente del gobierno que yo a ser alcalde de Valladolid?”, le preguntó con sorna. El estilo filoso de Puente que tantos fans cosechó en el Congreso de los Diputados cuando Núñez Feijóo no logró ser nombrado presidente hoy pone en aprietos al gobierno de España. Por más que Puente diga que su "chat de WhatsApp con Pedro algún día dará para un libro de los buenos". Pedro Sánchez no está pasando su mejor momento. Viene de días de agobio, en los que acaba de confirmar que no renuncia, aunque los frentes de desgaste siguen abiertos: una investigación a su esposa por presunta corrupción, acusaciones de coimas entre los suyos por compra de material sanitario durante la pandemia y la incertidumbre que plantean las elecciones catalanas del domingo 12, donde los independentistas condicionan sus apoyos parlamentarios al presidente al resultado electoral.
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