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» Clarin
Fecha: 04/05/2024 01:20
En solo cinco meses se dio vuelta la película y del aluvión de chilenos que cruzaban a Mendoza para aprovechar los buenos precios pasamos a largas filas de argentinos yendo a comprar “lo que sea”. Un informe del IERAL puntualiza que la merma en el poder adquisitivo de chilenos y brasileños para comprar en la Argentina fue de entre el 38% y el 42% en los últimos cinco meses. La actividad en el paso fronterizo es una evidencia de que en los últimos meses Argentina se puso cara en dólares. Pero no todo es consecuencia del atraso cambiario. Los especialistas en el tema marcan que el país arrastra problemas estructurales que hacen que aquí los productos cuesten más que en Santiago de Chile, Miami o Madrid. El propio Javier Milei se sumó el viernes a esta polémica al refutar a quienes hablan de dólar atrasado. “¿Estamos frente a un caso de apreciación cambiaria o a un caso de reacomodamiento de precios relativos donde Argentina es cara en dólares dada su estructura fiscal y regulatoria?”, planteó en la red social X. Para Fernando Marengo, economista jefe de Black Toro, “Argentina es cara y no es problema de tipo de cambio”. Hay varios ítems que explican el problema: uno de los principales son los impuestos. “Tenemos una de las presiones impositivas más altas del mundo. Si se la mide contra el PBI no es tan alta, pero si se la ajusta por informalidad es fenomenal”. Desde Abeceb, la economista Elisabet Bacigalupo marca que en términos efectivos la carga tributaria puede llegar al 70% sobre las empresas formales. “Es extraordinariamente alta y con un montón de distorsiones que hay que analizar bien por bien. En los autos, el arancel extra Mercosur, el impuesto al lujo y la tasa de estadística hacen que en algunos casos el precio suba más del 100%.” Martín Kalos, director de la consultora Epica, señala que Argentina seguirá siendo cara. “La política monetaria plantea hacia adelante un escenario con un crawling peg a 2%. Incluso con una inflación de 5 o 6% Argentina se va a seguir encareciendo”. Marengo marca que también hay que tener en cuenta "los temas relacionados con la infraestructura, las carencias de las rutas en el campo y los problemas para acceder a los puertos". En momentos en que el atraso cambiario vuelve a formar parte de las discusiones Marengo dice que “la devaluación no resuelve el problema de la competitividad, si fuera así Argentina debería ser el país más competitivo del mundo porque nadie devaluó como nosotros”. “Con la distorsión de precios más el sistema de tipos de cambios múltiples con una economía con el crawling peg al 2% se empiezan a encender luces amarillas que se están poniendo naranjas. El problema no es si hay atraso hoy o no, sino la película”, agrega Bacigalupo. “El tipo de cambio real está 42% abajo del momento en que devaluó y eso hace presagiar que en alguna momento habrá un cambio en la estrategia, aceleración de crawling o algún saltito”, redondea. Para Kalos, un punto adicional es la falta de financiamiento, “Las empresas siempre están usando capital propio. Si hubiera financiamiento esa empresa seguramente crecería más rápido y ofrecería más productos”. En este contexto, el Gobierno comenzó a autorizar el ingreso de alimentos importados para presionar sobre los precios locales. “En el corto plazo si entran más productos de afuera eso puede ayudar por única vez a reducir precios, después se seguirán moviendo junto con la inflación”, señala Kalos. Uno de los problemas que ve Kalos es que el actual gobierno les da mejor acceso al dólar y les saca impuestos a los que importan productos terminados, mientras los fabricantes locales no tienen las mismas condiciones para traer insumos. “Hay que abrir la economía pero hay que hacerlo de manera inteligente, porque si no se va a destruir el entramado productivo argentino y el día de mañana te va a dejar dependiendo de la producción extranjera”. “También está la cerrazón de la economía, el esquema proteccionista y la altísima inflación que genera comportamientos distorsivos que alimentan dinámicas de precios más altos”, dice Bacigalupo. Y marca además que “la ganancia implícita de las empresas ha crecido mucho en los últimos años. Por la inflación buscan mecanismos de cobertura y a la vez las señales de precios son confusas, no sabes si algo es caro o barato. La distorsión en un régimen de altísima inflación es un factor importante a tener en cuenta”. Salvador Vitelli de la consultora Ledesma apunta a las expectativas macro. “Venimos con cierta inercia, acostumbrados a mayor emisión y mayor inflación y es difícil cambiar esta dinámica. Ante esto, el gobierno muestra anclas fiscales y monetarias para hacer ver que eso se está cortando”. Vitelli destaca que “tenemos una matriz laboral e impositiva bastante ineficiente que no nos permite ahorrar vía productividad y mayor competitividad, entonces terminamos encasillados en un escenario donde Argentina vuelve a estar cara en dólares”. Según Kalos, otro componente es la falta de dólares. “La escasez de divisas genera menos competencia: quien tiene un producto importado lo cobra más caro porque no sabe cuál es el precio al que lo va a volver a comprar. La inestabilidad macro argentina también juega en esto, en muchos casos nos encarecemos en dólar para prevenir riesgos”. Cómo se sale Para Marengo “la solución es reducir los costos. Hay que tratar de avanzar en las reformas estructurales, bajar la presión impositiva, por ejemplo las retenciones y el impuesto PAIS, y eliminar aranceles. También hay que abrir la economía y dejar de lado esa idea de que nosotros podemos producir todo. No es cierto que estamos protegiendo la industria nacional, lo que estamos haciendo es que el consumidor pague los productos más caros".
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