Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • ‘El viento que arrasa’, un cuento que fue novela y ahora es película

    » Clarin

    Fecha: 03/05/2024 23:31

    Mientras la novela No es un río de Selva Almada se metió en la lista corta del International Booker Prize (se entregará el 21 de mayo en Londres) ingresando en la recta final de un premio importantísimo a nivel mundial, ella está muy tranquila en el espacio cultural de Clarín en la Feria del libro de Buenos Aires hablando de la novela que la puso en un lugar de reconocimiento masivo y de crítica: El viento que arrasa (2012), que ya agotó más de diez ediciones. Cuenta lo siguiente: “Este libro comenzó en realidad como un cuento y terminó siendo una novela. Y antes de empezar a escribirla iba mucho al Chaco. Yo vivía en Paraná. Son lugares muy católicos. En el Chaco comenzaba a proliferar, por entonces, el evangelismo. De ahí nace la idea de hablar del viaje y de un pastor evangélico. Y de esa idea surgió la hija adolescente. Me preguntaba: ¿Cómo puede ser esa vida? De ahí, entre esas cosas, salió la historia. Yo no soy religiosa y me daba curiosidad ver cómo funciona eso de la religión en una vida como la que personajes así”. El viento que arrasa es esa clase de novelas que irrumpen como fuerzas de la naturaleza que sirven para pensar los movimientos de renovación dentro de un campo literario. Es por eso que una obra de ese calibre hace su propio mientras modifica el entorno. Es así como llegamos a la adaptación de la novela al cine. Algo que en muchos sentidos generaba cierta expectativa como sucede cuando una pieza artística reconocible pasa a ser moldeada por otras manos, otros ojos, otra forma de trabajar. Y ese es el tema de esta mesa de diálogo moderada por la periodista Natalia Ginzburg, en la que también están la directora Paula Hernández y la actriz Almudena González, llamada “El viento que arrasa, de la literatura al cine”. Los intereses de Paula A la directora y guionista Paula Hernández le interesaron varias cosas de novela antes de pensar en llevarla a la pantalla grande: “El universo familiar, que la situación esté detenida en un espacio, cuatro personajes potentes, el mundo rural y religioso y, claro, el universo de Selva”, dice. En el espacio cultural de Clarín, la escritora Selva Almada y la directora Paula Hernández compartieron detalles del rodaje de El viento que arrasa. Foto: Enrique García Medina. Con una mirada reconocible en películas como Las siamesas, Los sonámbulos, Un amor (basado en un cuento de Sergio Bizzio), entre otros, este fue un encuentro que le permitió acceder a “cierto temor y vértigo que me motivaba, y además era salir de la zona de confort. Por ejemplo: las madres están contadas desde la ausencia. Eso era diferente de lo que venía haciendo. Después, me interesó el viaje como elemento narrativo”. Después hubo un encuentro entre la directora y la autora. Cuenta Almada: “Me junté con Paula. Me puso contenta que fuera ella, que fuera una mujer quien hiciera la película. Me dio confianza de que estaba en buenas manos. Sabía que era una directora sensible, cuidadosa”. La película, luego de hacer un recorrido por festivales de todo el mundo, en este momento está en cartel (en principio hasta la segunda semana de mayo). Así que las sensaciones de esta adaptación están todavía frescas, latentes. Cuenta la directora: “El vínculo es muy único el que de cada uno tiene con un texto. Lo que me ocurre en este caso en particular es con respecto a lo que estaba escrito. Había cosas que funcionan en el libro, pero no en las imágenes. La escritura de Selva tiene algo muy sensorial y muy lindo pero difícil de llevar al cine. La leí tres veces a la novela y fui eligiendo cambios. Cambiar, por ejemplo, el punto de vista y estructura del tiempo, que en la novela va y viene. El flashback me gusta hasta ahí, pero me alejan en lo que quiero contar. Primero estás pegado al texto y después hacés un tratamiento, algo más grande, después laburás las escenas. Después me desprendo de la novela”. En el espacio cultural de Clarín, la escritora Selva Almada y la directora Paula Hernández compartieron detalles del rodaje de El viento que arrasa. Foto: Enrique García Medina. En otros ojos El momento de la traición es fundamental para esta clase de despegues: de la historia que ya se contó (el libro) hacia la forma que va a tomar en otros ojos (la película). Dice Almada, que no tuvo ninguna injerencia en el guión ni en el proceso: “Cuando la vi: me encantó. Empieza con una escena que en la novela está en la mitad. Para mí fue inesperado que arranque por ahí. Fue, encima, un momento de la historia que me costó mucho escribir en su momento. Eso me compró bastante, que hizo la suya. Me gustó mucho eso”. La actriz Almudena González, protagonista de la película, cuenta que había leído la novela en el 2018. Y que cuando quedó para interpretar a Leni pensó que “no sabía si iba a poder hacerlo”. Y amplía un poco su experiencia: “Traté de entender el personaje dese esa cabeza, luego el personaje me tomó, entró en mí, pasó algo más misterioso. Pienso que el trabajo de la actuación es un poco no terminar de entender qué se hace y hacerlo igual. Estos cruces entre libros y cine me encantan. Me sentía muy afín con este mundo”. En el espacio cultural de Clarín, la escritora Selva Almada y la directora Paula Hernández compartieron detalles del rodaje de El viento que arrasa. Foto: Enrique García Medina. Este es un trabajo donde comprender el paso del tiempo es fundamental. Explica Almada: “Los tiempos del cine son largos, no es tan sencillo como escribir un libro. Los derechos de compraron muy poco después de salir el libro. Pasaron diez años hasta que se estrenó la película. Tenía la fantasía de que se hiciera más rápido”. Opina la directora: “La película tiene el mundo de Selva con mi forma de narrar. Es una mixtura”.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por