Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • La esposa de Paul Auster reveló cómo fueron las últimas horas de su marido y se quejó por la filtración de la noticia de su muerte

    » Clarin

    Fecha: 02/05/2024 19:00

    La escritora Siri Hustvedt, esposa del recientemente fallecido Paul Auster, reveló cómo fueron las últimas horas del escritor que falleció el pasado 30 de abril por un cáncer de pulmón. A su vez, mostró su fuerte enojo por el hecho de que la noticia de la muerte del escritor se difundió antes de que la familia pudiese avisar a sus allegados. "Nos robaron esa dignidad", protestó Hustvedt. En su cuenta de Instagram, la escritora reveló que Auster murió en su casa “en una habitación que amaba, la biblioteca, una habitación con libros en cada pared, desde el suelo hasta el techo, pero también con ventanas altas que dejaban entrar la luz”. "Murió con nosotros, su familia, a su alrededor el 30 de abril de 2024 a las 6:58 p.m.", detalló. La noticia comenzó a circular por los medios y las redes sociales poco tiempo después, un hecho que disgustó a la familia y que la escritora se encargó de dar a conocer en su mensaje. “Algún tiempo después, descubrí que incluso antes de que sacaran su cuerpo de nuestra casa, la noticia de su muerte ya circulaba en los medios y se habían publicado obituarios. Ni a mí, ni a nuestra hija Sophie, ni a nuestro yerno Spencer, ni a mis hermanas, a quienes Paul amaba como a sus propias hermanas y presenciaron su muerte, tuvimos tiempo para asimilar nuestra dolorosa pérdida”, escribió. Detalló que no pudieron "llamar o enviar correos electrónicos" a sus seres queridos, "antes de que comenzaran los gritos en línea". "Nos robaron esa dignidad. No conozco la historia completa de cómo sucedió esto, pero sé esto: está mal”, sentenció. Por otra parte, la viuda de Auster contó que en las últimas semanas había desmejorado la salud del autor de La trilogía de Nueva York. Luego de que fracasaran los tratamientos por el cáncer de pulmón que lo afectaba, su médico oncólogo le ofreció quimioterapia paliativa, "pero él dijo que no y solicitó cuidados paliativos en casa". "Paul ya había tenido suficiente. Pero nunca, ni con palabras ni con gestos, dio muestras de autocompasión. Su coraje estoico y su humor hasta el final de su vida son un ejemplo para mí”, dijo. Y agregó: "Dijo varias veces que le gustaría morir contando un chiste. Le dije que eso era poco probable y él sonrió". El texto completo que publicó la viuda de Paul Auster en su cuenta de Instagram Fui ingenua, pero había imaginado que sería yo quien anunciaría la muerte de mi marido, Paul Auster. Murió en su casa, en una habitación que amaba, la biblioteca, una habitación con libros en cada pared, desde el suelo hasta el techo, pero también con ventanas altas que dejaban entrar la luz. Murió con nosotros, su familia, a su alrededor el 30 de abril de 2024 a las 6:58 p.m. Algún tiempo después, descubrí que incluso antes de que sacaran su cuerpo de nuestra casa, la noticia de su muerte ya circulaba en los medios y se habían publicado obituarios. Ni a mí, ni a nuestra hija Sophie, ni a nuestro yerno Spencer, ni a mis hermanas, a quienes Paul amaba como a sus propias hermanas y presenciaron su muerte, tuvimos tiempo para asimilar nuestra dolorosa pérdida. Ninguno de nosotros pudo llamar o enviar correos electrónicos a nuestras personas queridas antes de que comenzaran los gritos en línea. Nos robaron esa dignidad. No conozco la historia completa de cómo sucedió esto, pero sé esto: está mal. Paul nunca abandonó Cancerlandia. Resultó ser, en palabras de Kierkegaard, la enfermedad mortal. Después de que los tratamientos fracasaron, su oncólogo le ofreció quimioterapia paliativa, pero él dijo que no y solicitó cuidados paliativos en casa. Muchos pacientes experimentan los estragos del tratamiento del cáncer, y algunos se curan, pero lo que el mundo de la medicina llama cortésmente “efectos adversos” fácilmente se convierte en una realidad en cascada de una crisis tras otra, causada no por el cáncer, sino por el tratamiento. Las inmunoterapias, que actúan a nivel molecular, pueden ser particularmente peligrosas. Un “efecto” puede poner en peligro la vida y requerir una intervención dramática, lo que a su vez provoca otro efecto que amenaza la vida, que exige mayor intervención, y el cuerpo agredido se debilita cada vez más. Paul Auster y su esposa, la escritora Siri Hustvedt Paul ya había tenido suficiente. Pero nunca, ni con palabras ni con gestos, dio muestras de autocompasión. Su coraje estoico y su humor hasta el final de su vida son un ejemplo para mí. Dijo varias veces que le gustaría morir contando un chiste. Le dije que eso era poco probable y él sonrió. Os dejo con la última frase de la última novela de Paul, Baumgartner. No fingiré que cuando me lo leyó no sentí la gravedad de su significado. Entonces estaba enfermo, sufría fiebre todas las tardes y, aunque aún no se había hecho un diagnóstico de cáncer, tenía la poderosa sensación de que a él y a mí no nos quedaba mucho tiempo juntos, pero nótese la ambigüedad, la suave ironía. , el rechazo de lo final, lo absoluto, lo rígido o categórico. El querido anciano de Paul ha tenido un accidente automovilístico:

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por