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» Agencia Nova
Fecha: 02/05/2024 18:11
La desaceleración de los precios de alimentos y bebidas, un rubro de alto impacto en la medición, como en el crawling peg del 2 por ciento (que muchos especialistas consideran un ancla de los precios) y a la decisión de postergar aumentos de tarifas previamente anunciados, son considerados factores clave en este panorama. El ministro de Economía, Luis Caputo , justificó esta última medida como una forma de aliviar la carga financiera de la clase media. Según los últimos análisis económicos, la inflación de abril se habría situado cerca del 9 por ciento, superando las expectativas iniciales del Gobierno, que preveían un descenso a un dígito para mayo. Este resultado marca un hito después de seis meses de cifras inflacionarias más elevadas. Los datos definitivos serán revelados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) el martes 14 de mayo. [AHORA] "Nada para festejar": Feinmann advirtió que la inflación para abril sería de entre 6 y 9 puntos, y si bien celebró que sea de un dígito, señaló que sigue siendo "brutal". https://t.co/v77cWGXezw pic.twitter.com/4WJJO7Ig1E En cuanto a la medición específica de alimentos, un rubro de alto impacto en la medición inflacionaria, se observó una desaceleración significativa. Según un informe de la consultora LCG, la inflación en este sector fue del 0,7 por ciento durante la última semana de abril, lo que representa una desaceleración de 0,8 puntos porcentuales respecto a la semana anterior. La cifra promedio en las últimas cuatro semanas se situó en el 3,3 por ciento. Además, las previsiones iniciales de la consultora sobre la inflación total de abril, que apuntaban al 10 por ciento, fueron corregidas a la baja, situándola en el 9 por ciento. Diversas consultoras privadas estiman cifras ligeramente diferentes para la inflación de abril. C&T Asesores reporta un aumento del 6,8 por ciento en alimentos y bebidas y del 8,7 por ciento en el Gran Buenos Aires, mientras que Eco Go cerró abril en un 8,8 por ciento. Sin embargo, todas coinciden en la tendencia a la desaceleración, impulsada en parte por la postergación de los aumentos de tarifas. Expertos señalan que la inflación de abril podría haber sido del 9 por ciento, con un riesgo sesgado hacia la baja debido a la desaceleración en alimentos y bebidas. Sin embargo, advierten sobre los posibles efectos negativos de postergar los ajustes necesarios, ya que esto podría generar un aumento posterior más pronunciado. Esta estrategia de postergación también genera incertidumbre sobre la sostenibilidad de la actual dinámica inflacionaria. En este sentido, sugieren que la decisión del Gobierno de retrasar ajustes en tarifas y el tipo de cambio podría tener un impacto negativo a largo plazo, poniendo en duda la efectividad de las medidas tomadas hasta ahora para contener la inflación. Aunque la inflación de abril muestra signos de desaceleración, persisten preocupaciones sobre los riesgos asociados con la postergación de ajustes necesarios en la economía, lo que podría impactar en la estabilidad financiera a largo plazo.
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