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  • Tamara Tenenbaum: “Todas las actrices son frustradas”

    » Clarin

    Fecha: 02/05/2024 13:08

    Tamara Tenenbaum estuvo presente en la Feria del Libro 2024. Es licenciada en Filosofía, docente universitaria, guionista, periodista y también escritora, narradora de cuentos, ensayos y novelas. En definitiva, una mujer multifacética: lo que abunda es la palabra para hablar siempre con argumentos. "Me interesó trabajar con personajes actrices y también con esta idea de la frustración”, explicó sobre su reciente La última actriz, publicado por Seix Barral. Su Tamara Tenenbaum en la Feria del Libro. Foto Maxi Failla. La autora de las consagradas novelas El fin del amor. Querer y coger (2019) y de Nadie vive tan cerca de nadie (2021) y de las obras teatrales Una casa llena de agua (2021) y Las Moiras (2023), fue entrevistada en el espacio Cultural Clarín, de la Feria. Ahora, su reciente novela se inserta en su literatura de un modo particular a partir del relato de personajes femeninos muy potentes: Sabrina es una joven investigadora que busca abrir su camino en el Conicet y propone desentrañar qué fue del teatro yiddish en Buenos Aires. La mujer se sumerge en archivos recuperados tras el atentado contra la AMIA y se encontró con el diario de Jana, la otra protagonista de esta historia, una actriz frustrada en la década del sesenta que trabaja como telefonista en el sector de cementerios de la mutual judía. En una entretenida charla con el periodista Pablo Díaz Marenghi, Tenenbaum reveló por qué se interesó en contar esta historia a través de una investigación que hizo sobre el teatro judío. "Me interesó trabajar con personajes actrices y también con esta idea de la frustración. Esto es muy fuerte para las actrices, porque un escritor puede escribir en su casa, una persona que toca la guitarra puede tocar para sus amigos, pero si el actor no está arriba del escenario no puede hacer nada. Eso es terrible. Uno no lo piensa tanto pero es realmente terrible para una persona cuyo fin en la vida es actuar", dijo la escritora acerca de su nueva obra. “Por eso pensé en esta novela que tiene una actriz frustrada en los años 60, que tiene un trabajo de oficina como tantas otras actrices, y una actriz frustrada en otra época que encaminó su vocación convirtiéndose en investigadora del Conicet investigando historias del teatro. Eso le produce mucha angustia: está todo el tiempo escribiendo sobre teatro sin actuar”, agregó. Descubriendo el teatro judíó Además, se sorprendió cuando descubrió el teatro judío, un ambiente diferente, lleno de misterios, proxenetas y de actrices frustradas. “Las producciones que se montaban en Buenos Aires eran muy grandes. Estaban financiadas por redes de trabajo sexual, por eso había muchísimo dinero ahí”, remarcó. Tamara Tenenbaum en la Feria del Libro. Foto Maxi Failla. “Eran lugares que se financiaban porque los proxenetas estaban excluidos del resto de las actividades: no podían ir al templo, tampoco podían ir a los clubes porque llegaba un momento en que uno sabía quiénes eran. Entonces, empezaron a financiar al teatro judío para tener un lugar donde ellos podían tener un lugar para poder despertar su identidad judía”. También dijo que el origen del teatro judío en Argentina “es muy impuro, muy polémico. Estoy utilizando la palabra ‘trabajo sexual’ cuando también podría utilizar la palabra ‘trata’. Todavía es un debate lo que pasaba en esas redes. Pasaban las dos cosas: el trabajo sexual voluntario e involuntario”. Sobre este tema, Tenenbaum dijo este “origen impuro reflejan muchas cosas del judaísmo” que le interesan descubrir para escribir su reciente novela. “Un judaísmo impuro, traidor, contradictorio, que tiene que ver con la religión y también con la inmoralidad y con una pobre identidad un poco polémica. Entonces, me interesé por investigar por ese universo”, precisó. Y agregó que todas las actrices son frustradas. “En realidad son todas las actrices, incluso las que trabajan”, detalló. “Ser actriz es como ser mujer. La realidad es que a las actrices que les va bien no las llama el director que les gusta, tampoco para hacer el personaje que les gusta. Están atrapadas en algunas cosas que no les interesan, tienen que hacer una publicidad que odian. Eso me pareció increíble”, expresó Tenenbaum. Sin embargo, aclaró, “hay muchas actrices que lo hacen pero requiere de mucho coraje. Requiere exponerse al rechazo”. Tamara Tenenbaum en la Feria del Libro. Foto Maxi Failla. –¿Qué es lo que más te interpela, sobre qué cuestiones te interesa indagar?, preguntó Díaz Marenghi. –Me interesa esta época ya que todo el tiempo se está hablando de identidades: quién es mujer, quién es lesbiana, quién es negro o blanco. La identidad judía tiene algo medio extraño que en a diferencia de entre muchas otras identidades se puede ocultar: no se puede ocultar que sos mujer, una persona negra tampoco puede hacerlo, un gay puede ocultar su condición sexual pero el judío no va por la vida contando que es judío. Para pensar en el camuflaje Y continuó: “De hecho, muchas veces te podés encontrar con alguien que dice que es antisemita delante tuyo porque no se da cuenta de que sus judío. Entonces, me parece bastante interesante esta cosa del camuflaje que a la vez es como la maldición del judaísmo: soy atea, no participo de la religión ni tampoco soy religiosa, pero entre personas religiosas hay un miedo permanente. Eso en el judaísmo se llama asimilación: la idea de que efectivamente la tradición sea olvidada y desaparezca”. El amor y los vínculos afectivos de Sabrina y de Jana también aparecen en La última actriz. La primera está obsesionada con el director de teatro mientras que la otra se encuentra en pareja con eldirector de tesis. “Por más que no haya una trama romántica es muy difícil que esta cuestión de la relaciones entre las personas no aparezca. Pero para mí, era importante que apareciera por esta analogía que me interesa entre ser actriz y ser mujer, con esta idea de estar esperando que te llamen. Hay una identidad configurada en torno a la pasividad. Eso es terrible”, subrayó Tenenbaum. “Pero uno puede tratar de ir contra eso: uno puede llamar a un director y decirle ‘quiero trabajar con vos’. Es lo mismo que llamar a alguien: vos no querés llamar, sino querés que te llamen, querés que el otro quiera verte; no querés que ese deseo surja de vos. Por eso me gustaba esa analogía de la espera y tener que lidiar con el deseo ajeno o con la ausencia del deseo ajeno”. Tamara Tenenbaum en la Feria del Libro. Foto Maxi Failla. “No me interesaba solamente el amor de modo romántico o el amor de pareja, sino el deseo. Y en este caso, lo que tienen en común estas dos mujeres es que están atravesadas por el deseo: de que los hombres las miren y que la miren los espectadores”, puntualizó. “Estamos complicados” Tenenbaum además se refirió al actual momento crítico que atraviesa la cultura en todas sus aristas. “Estamos en un proceso complicado por razones de todo tipo. Hace tiempo que estamos complicados en la cultura, no solamente en el gobierno de Milei”, aclaró. “Estamos en un momento en el cual muchísimos mercados están muy complicados como el mercado del libro. La gente no tiene plata para comprar nada y no solamente para comprar libros. Esto por supuesto que precede al nuevo Gobierno. Sería necio negarlo”, remarcó. “La mejor defensa que podemos ofrecer no es hacer lo contrario, no es marcar al enemigo que nosotros excluimos como percepción sino que la contrapropuesta que podemos hacer es seguir reivindicando la democracia no solamente en el sentido electoral y político sino también en el sentido social y cultural, enfatizó. “No comparto la posición de este Gobierno –dijo– de querer sacar a gente de la mesa de debate y quieren delimitar el sujeto con el que hablan de una forma muy cara de marcando, como todo gobierno populista, un enemigo neofantasmagórico que en este caso es el progresismo subsidiado en lo que sea. Es lo que siempre ha hecho el populismo de izquierda: un enemigo mágico contra el cual se puede posicionar el sujeto al que el Gobierno sí le habla”. Por último, también hubo tiempo para hablar de sus nuevos proyectos. “Estoy empezando cosas nuevas –anticipó–. Voy a estrenar una obra en junio. Se llama El día más largo del mundo, es un díptico de dos obras que hice sobre el teatro judío, sobre todo por la obra el ‘Dibuk’ que también menciono en esta novela. La primera obra fue Las Moiras que se reestrena en ocasión del estreno de El día más largo del mundo como para quien venga a ver una obra pueda ver las dos”. Tamara Tenenbaum en la Feria del Libro. Foto Maxi Failla.

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