Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Un discurso dentro del protocolo y a tono con una época marcada por la austeridad

    » La Capital

    Fecha: 02/05/2024 09:15

    El gobernador Pullaro adoptó un tono sobrio y conciliador y reversionó temas de Milei, aunque también se diferenció del enfoque del presidente Seguridad y educación, dos terrenos donde el discurso de Pullaro defendió un sistema de gestión basado en premios y castigos. En su primer mensaje de apertura de sesiones ordinarias de la Legislatura Maximiliano Pullaro fue a lo seguro . Parado frente a senadores, diputados y otros integrantes del sistema de poder de la provincia, el gobernador se inclinó este miércoles por un discurso sobrio , sin estridencias y que transitó por los carriles esperado s. En la previa, en el círculo más cercano a Pullaro habían adelantado que sería un discurso corto, de tono conciliador, que pintaría un panorama árido y, sobre todo, que tendría una impronta propositiva. El laboratorio pullarista que monitorea 24x7 la opinión pública en todo el territorio santafesino tiene claro que la sociedad no soporta los discursos largos, donde los diagnósticos funcionan menos como punto de partida que como justificativos de la impotencia y en los que abundan las peleas entre políticos. Cambia de canal o desliza el dedo en la pantalla de su celular. Con realismo crudo, Pullaro destacó el desplome de la actividad económica, la disparada inflacionaria y los efectos de la sequía (además de cierta mala praxis financiera de la administración anterior) como factores que restringieron el margen de maniobra de su gobierno en el tramo inicial y lo obligan a negociar a cara de perro las paritarias con los gremios estatales y a abrir un debate tabú como la reforma de la caja de jubilaciones de la provincia. A tono con el clima de época que puso al borde la extinción a la dirigencia política que dominó la escena nacional en las últimas dos décadas y del que emergió Javier Milei, Pullaro hizo especial énfasis en la poda del gasto político (desde la prohibición de alojarse en hoteles de más de 3 estrellas hasta la eliminación de la flota de celulares) y le pegó a la gestión de Omar Perotti por el déficit y engorde de la planta de personal de la provincia. Música para los oídos de una sociedad atraída por la playlist anticasta que impusieron los libertarios. Si el gran mandato del presidente es bajar drásticamente la inflación, el del gobernador es aplanar la curva de homicidios, sobre todo en Rosario. En ese pasaje, Pullaro también le mandó un tiro por elevación a Perotti. Dijo que su política se basa en la “planificación estratégica, no en intuición y costumbres”. Un modo de diferenciarse del rafaelino, a quien criticó entre 2019 y 2023 por “no tener plan” y que pasó de la verborragia de Marcelo Sain a la conducción negociada con Jorge Lagna y del autogobierno policial con Rubén Rimoldi al esquema final de emergencia con Claudio Brilloni. Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://twitter.com/maxipullaro/status/1785787854116847740&partner=&hide_thread=false Los santafesinos somos gente de trabajo, nietos de laburantes que se pusieron al hombro el destino de nuestras tierras y las sacaron adelante. Hoy, en el Día de los Trabajadores dimos inicio a un nuevo año legislativo. Trabajando juntos, con mucho diálogo y honestidad, vamos a… pic.twitter.com/yWsXv5IqUu — Maximiliano Pullaro (@maxipullaro) May 1, 2024 Sin triunfalismo en la pulseada contra el delito, el exministro de Seguridad defendió el endurecimiento de los controles en las cárceles y destacó que “no hay pacto posible” frente a los jefes criminales que buscan generar terror para que la sociedad pida al Estado que vuelva a una política más laxa con los detenidos de alto perfil. Frente a las críticas desde lugares opuestos del espectro ideológico —como en los que se ubican Patricia Bullrich y Sabina Frederic— Pullaro defendió a la policía santafesina como institución, aunque resaltó los sumarios abiertos contra los efectivos señalados por complicidad con el delito. Incentivos El gobernador y su equipo creen que en el corto plazo dominado por la urgencia no hay reforma policial posible y que se debe conducir a la fuerza con un aceitado mecanismo de premios y castigos. La misma lógica planteó en educación, donde pretendió distinguir a los docentes que trabajan y son pilares en el aprendizaje de quienes, a su entender, abusan del sistema de licencias. Una versión santafesina de “argentinos de bien” versus “privilegiados”, que marida con su idea de la provincia como “territorio de lo justo”. En un guiño hacia la platea progresista, Pullaro afirmó que no puede haber seguridad sin cohesión social, destacó el plan Abre iniciado durante la gestión de Antonio Bonfatti y profundizado durante el gobierno de Miguel Lifschitz, a quien definió como un “inolvidable amigo y gestor ejemplar”. Gestos hacia el socialismo, el segundo partido más importante de Unidos después del radicalismo y que controla la mitad de la mayoría en Diputados. Las diferencias con Javier Milei Sin eufemismos, pero sin sobreactuar dureza, Pullaro se despegó de Milei por el “fiscalismo que ahoga la producción” y el recorte a cero de la obra pública. El gobernador sabe que su electorado y el del presidente se superponen y que hasta ahora ningún dirigente político le ganó un duelo a Milei, que todavía está fuerte en el terreno de la opinión pública. En el mejor de los casos, como ocurrió con el gobernador chubutense Ignacio Torres, le sacaron un empate. La defensa de la santafesinidad es la plataforma que le sirve a Pullaro para intervenir nacionalmente y replegarse, pero también el paraguas permite contener a una coalición que mezcló lo que parecía el agua y el aceite. Por eso Pullaro agradeció con insistencia a la Legislatura. Con mayoría en ambas Cámaras, Unidos se mostró como una alianza compacta y le dio al gobernador todas las herramientas que pidió, como la ley de narcomenudeo, la reforma del Código Procesal Penal y los cambios en el Ministerio Público de la Acusación (MPA). Embed Gestos Antes de meterse de lleno en el discurso que leyó de principio a fin, Pullaro definió a la vicegobernadora Gisela Scaglia —quien pulsea con el sector de Federico Angelini por la presidencia del PRO Santa Fe— y a la titular de la Cámara baja, la socialista Clara García, como “entrañables amigas”. No sólo eso: al presidente provisional del Senado, Felipe Michlig, lo llamó “querido jefe político”, en un intento de despejar rumores de tensión entre ambos caciques radicales, y arengó con un “vamos Pablo” al intendente Javkin. >> Leer más: Pullaro en la Legislatura: saludos cálidos, menciones frías y un olvido fundamental En la economía de gestos hacia el Poder Judicial, agradeció a la titular del MPA, María Cecilia Vranicich (a quien llamó por su apodo “Ichi”) por “su apoyo y respaldo”, pero con el presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, Rafael Gutiérrez, el saludo fue meramente formal. De todos modos, no aparecieron en el discurso de Pullaro ni la propuesta para cambiar la composición de la Corte ni la reforma constitucional, dos temas que pueden interesar al círculo rojo pero que están lejos de las preocupaciones cotidianas de los ciudadanos de a pie. Como buen político profesional, el gobernador sólo se concentró en las prioridades de su administración en un discurso protocolar que pareció un paréntesis para rendir cuentas entre dos días de gestión.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por