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  • Dejan de atender a afiliados de una importante prepaga en un grupo de clínicas tras el freno a las cuotas

    » Clarin

    Fecha: 02/05/2024 06:11

    La salud privada es una cadena que integran el Estado, los financiadores, los prestadores y los pacientes. Tras embestida del Gobierno, que ajustó las cuotas de las prepagas a la inflación, se empiezan a conocer las primeras consecuencias: el principal grupo de clínicas de Rosario anunció que dejará de atender por OSDE al no poder llegar a un acuerdo con la prepaga por los aranceles. La Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina (Adecra), había manifestado en los últimos días su preocupación sobre esta cuestión y se encuentra en alerta. Pero lo que ocurrió en las últimas horas es poco habitual: más de treinta centros de salud, pertenecientes al Grupo Oroño, dejaron de atender por OSDE desde este 1° de mayo. Y es una incógnita lo que ocurrirá con el resto de las prepagas. El Grupo Oroño tiene varios de los centros de salud más importantes de Rosario: Sanatorio de Niños, CEN, Sanatorio Parque, CER, Cibic, Sanatorio Funes, GO Oftalmología, GO Centro Médico Alto Rosario, Instituto Cardiovascular de Rosario, Diagnóstico Médico Oroño y Maternidad Oroño, entre otros. Con 2 mil empleados y 1.500 médicos, atiende más de 100 mil consultas mensuales. Nicolás Villavicencio, presidente del Grupo Oroño, aseguró a Clarín que hubo negociaciones hasta última hora del martes para tratar de llegar a un acuerdo. Pero, según dijo, no fue posible. El empresario hizo pública una carta en la que afirma: “Dejamos constancia de que nuestra pretensión no conlleva o induce a requerir aumentos en las cuotas de los afiliados”. Precisamente, la decisión de OSDE ocurrió después de que la cautelar de la Secretaría de Comercio la obligara junto a otras seis prepagas a recalcular las cuotas del mes de mayo en función de la inflación acumulada desde la cuota de diciembre. La diferencia de OSDE con el resto de las empresas de salud privadas es que paga a los prestadores a mes vencido, y ahora recalculó lo que había anunciado que iba a aumentar a comienzos de abril. Por ahora la medida de las clínicas de Rosario sólo afecta a OSDE, pero hay incertidumbre sobre qué ocurrirá con el resto. Foto: Guillermo Rodriguez Adami Según Villavicencio, representaba una suba del 12 por ciento, que ahora quedaría sin efecto. El problema, claro está, no es sólo OSDE, sino qué sucederá la semana próxima cuando se sienten a conversar con el resto de las prepagas que también trabajan con Grupo Oroño y se encuentran en una situación similar. Fuentes cercanas a OSDE informaron que “continúan las negociaciones para asegurar el servicio y las prestaciones en Rosario, aún en este contexto incierto de tarifas que atraviesa el sector”. Y agregaron que se trata de “un caso aislado y que la inmensa mayoría de los prestadores comprendieron la situación”. No está claro todavía la dimensión que puede alcanzar esta crisis. Es decir, si lo del Grupo Oroño de Rosario será realmente un caso aislado o podría haber un efecto dominó. La cuestión se torna más compleja aún porque en el horizonte asoman las paritarias del gremio de la Sanidad y está por verse cómo repercuten en esa mesa salarial las consecuencias del tironeo entre el Gobierno y las prepagas. Las otras prepagas alcanzadas por la resolución oficial hasta el momento, además de OSDE, son Swiss Medical, Galeno, Hospital Británico, Hospital Alemán, Medifé y Omint. Y hay otras 13 que ahora son objeto de investigación, por presunta "cartelización", por parte de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Medicus es una de las prepagas que integra el nuevo grupo investigado por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Foto: Luciano Thieberger Ese nuevo grupo, sobre el que no se sabe cuándo habrá una decisión oficial, está integrado por Medicus, ACA, Accord, Sancor, Italiano, Fundación Güemes, Prevención Salud, Mutual Federada, Mutual Jerárquicos, Medicina Esencial y Pasteur. A partir del DNU 70, el Gobierno decidió correrse del mercado de las prepagas. Pero cuando el fuerte aumento de las cuotas provocó un sensible malestar en la clase media, la decisión oficial fue intervenir por dos caminos: una cautelar de la Secretaría de Comercio para que bajen las cuotas y un amparo judicial para que devuelvan el dinero cobrado de más. ¿Cómo se sale del laberinto? Según Villavicencio, “hay que juntar a todas las partes del sector y tomar soluciones en conjunto. Se está tomando una sección muy acotada del tiempo sin comprender una historia larga. Queriendo cuidarle el bolsillo a la clase media se han tomado medidas, sin entender cómo esas medidas contra los financiadores repercuten en los prestadores”.

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