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» La Capital mdp
Fecha: 02/05/2024 04:10
Un caso de ribetes sorprendentes. En eso parece constituirse, al menos en estas horas, el crimen del expiloto de carreras Carlos Garrido (66). Su desenlace es incierto y, por el momento, no hay imputados, pero sí una labor intensa del fiscal Alejandro Pellegrinelli y la policía para dar con el autor. Garrido, quien se destacara en el automovilismo nacional al correr varios años en Turismo Carretera, fue asesinado a golpes en su casa rural próxima al paraje El Boquerón de la Ruta 88. Luego de reconstruir el hecho, los investigadores tomarán declaraciones testimoniales y aguardarán resultados de peritajes para establecer la línea definitiva ahcia el esclarecimiento. Según pudo saber LA CAPITAL, las próximas diligencias serán claves para ello. Este jueves el fiscal Pellegrinelli analizará, junto a los especialistas de la Policía Científica, toda la prueba ya recolectada. Entre otras acciones, buscarán determinar cómo se quemó el automóvil de Garrido, ya que el proceso de combustión fue, a priori, “muy rápido”. “Queremos saber si hubo acelerantes del fuego, ya que adentro se quemó todo, hasta las llantas de aluminio. Huellas no hay”, adelantaron los informantes a este medio. Y agregaron: “Con eso se hará una evaluación para ver cómo sigue el caso”. Hasta ahora declararon personas del entorno de Garrido, que permitieron conocer algún trasfondo conflictivo con el casero del campo, el hombre de 35 años que fue el único que se encontraba con el excorredor al momento del ataque. En su comparecencia, el empleado de Garrido mencionó que fue sorprendido por “alguien” con el rostro cubierto, que lo golpeó con un palo. Ese ataque, explicó, le hizo perder el conocimiento. En ese contexto, aseguró que cuando se recompuso notó que presentaba una herida de arma blanca en la mano y golpes en el rostro, y que al dirigirse hacia la casa de su patrón lo encontró muerto en la galería de acceso. Vale recordar que el casero, pasadas las 22.30 del lunes, se comunicó al 911 pidiendo ayuda. La policía fue hasta el lugar, ubicado en en la ruta 88 a la altura del kilómetro 21,5, y constató el homicidio. Garrido había recibido un ataque a golpes mortal y la autopsia confirmaría dos traumatismos de cráneo severos. “Fueron golpes arteros, casi a traición, ya que no hay ningún indicador de defensa de la víctima”, confió una fuente forense. A 300 metros, sobre un camino rural, apareció el automóvil marca Citröen C4 incendiado, que este miércoles fue peritado por los bomberos. Incierto panorama en la investigación por el asesinato de Carlos Garrido Las próximas horas serán claves para el desarrollo de la causa, que hasta el momento no tiene imputados. Nota completa: https://t.co/nzRNIdbGiq pic.twitter.com/Z2MR9RFhDa — La Capital MdP (@lacapitalmdq) May 1, 2024 Para poder saber qué fue lo que sucedió, o al menos avanzar en la hipótesis central, Pellegrinelli y la policía analizó las extrañas primeras aseveraciones del casero una vez que fue internado en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA). Lo primero que mencionó el casero fue que no recordaba nada de lo ocurrido. Al momento de entrevistarse con la policía, estaba descalzo, lo que causó algo de sorpresa ya que Garrido, también estaba descalzo. Los calzados aparecieron en las inmediaciones. Relaciones conflictivas El fiscal Pellegrinelli debe definir la línea de investigación: es decir, si opta por la hipótesis de que existió un asalto que derivó en un homicidio, o se inclina hacia la posibilidad de una agresión mortal llevada a cabo por alguien del entorno de Garrido. La versión del robo o de un ataque perpetrado por intrusos parece haber perdido terreno a partir de una gran cantidad de indicios que, por otra parte, comprometerían al casero. “Todo el predio está relevado por la Policía Científica y el esclarecimiento puede darse en cuestión de horas”, explicaron las fuentes de LA CAPITAL. Existía una trama de conflictividad entre Garrido y el casero desde hace algún tiempo, situación que no se había resuelto sino todo lo contrario en los últimos meses. Para el expiloto la solución era la venta del campo, operación inmobiliaria que estaba avanzada y que llegaría para romper su vínculo con el casero. “Prefería apurar la venta que meterse en cuestiones judiciales por la relación laboral”, comentó uno de los informantes a este medio. Según pudo saberse, el problema tenía en el medio a una mujer joven con la que Garrido tuvo una relación prolongada. Esa persona se habría acercado durante el verano al casero e incluso iniciado un presunto romance, lo que generó el conflicto. En su declaración, el casero confirmó que mantenía una relación informal con la mujer, quien, por su parte, la negó ante el fiscal Pellegrinelli. Lo que sí está probado con documentos oficiales es que sobre Garrido había pesado una orden de exclusión de dicho domicilio, el suyo, solicitada por ella. Esa restricción de acercamiento que regía hasta esta semana. Garrido no podía acercarse a su propio domicilio porque allí vivían el casero (en sus dependencias auxiliares) y la mujer (en la casa principal). De todos modos, la mujer había abandonado la propiedad definitivamente hace algunos días, por eso Garrido retornó. Desentramar los conflictos existentes entre el casero, esa mujer que fue su pareja y Garrido será una de las claves para el esclarecimiento del caso. Al respecto se analiza en detalle las circunstancias en las que se produjo el ataque narrado por el casero. Por el momento, el cuerpo médico sólo constató que presenta una herida de arma blanca en la mano, y en las próximas horas le realizarán más estudios para saber si padece lesiones internas producto de los golpes en el rostro y cabeza que dice haber recibido, ya que a simple vista no fueron diagnosticadas. Solo una contusión en la nariz y la frente que no parecen corresponderse con una perdida de conocimiento prolongada. La secuencia que el casero contó incluye un primer ataque a él y luego a Garrido. Lo que no se halló en toda la propiedad fue el objeto con el que agredieron al expiloto. Sí, en cambio, apareció un cuchillo de cocina con el que se produjo la lesión en la mano del casero. La posibilidad de un asalto está prácticamente descartada ya que los investigadores hallaron evidencia contraria o que no pertenece a la lógica de un hecho de esa naturaleza. Primero y principal que no hubo faltantes, a excepción del automóvil que apareció incendiado a poca distancia. Si alguien se lleva un vehículo de un área rural es para alejarse del lugar. Tampoco se comprende por qué incendiarían el vehículo. Además, dentro de la propiedad se encontraron restos carbonizados de dos teléfonos, presuntamente pertenecientes al casero y a Garrido. Resulta inaudito que los ladrones se tomaran el tiempo para prender fuego los dispositivos. Por lo pronto, el fiscal Pellegrinelli no ordenó la detención del casero ni de ninguna otra persona.
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