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» La Prensa
Fecha: 02/05/2024 01:21
1º de Mayo, hacemos una pausa en nuestra cotidianeidad laboral con motivo del feriado. La misma no posee solamente un contenido festivo sino que es una invitación a reflexionar y ejercer la memoria para recordar y honrar la obra de aquellos que abrieron un sendero para la reivindicación del trabajo humano y los derechos individuales y colectivos inherentes al mismo. Es una fecha que conmueve con fuerza a los trabajadores, la lucha por el progreso social, el bienestar general y la justa distribución de la riqueza, así como la primera gran reivindicación del movimiento: la jornada laboral de ocho horas. Fue en Estados Unidos durante la segunda mitad del siglo XIX donde la agitación y la lucha obrera por este reclamo adquirió gran vigor y provocó fuertes conflictos. En 1877, los ferroviarios fueron a la huelga por las 8 (ocho) horas y fueron violentamente derrotados en Pittsburg. En 1881 se constituyó la American Federation of Labor (AFL) y a fines de 1884 el Congreso de Chicago de la AFL lanzó una campaña nacional de lucha en defensa de esa reivindicación. En 1886 numerosas huelgas con características violentas fueron reprimidas con mayor virulencia. El 3 de mayo se desató una tragedia de proporciones, la manifestación obrera fue baleada a mansalva con el resultado de varias muertes, y el agregado un ataque con bombas contra los policías. Chicago fue escenario de la masacre. Dos semanas y media mas tarde se inició un juicio a los dirigentes obreros acusados de ser responsables de la violencia. El tribunal los condenó a muerte . El 11 de noviembre de 1887 se ejecutó la sentencia contra cinco de ellos, que fueron conocidos desde entonces como los Mártires de Chicago, investigaciones posteriores dieron cuenta de las presiones y manipulaciones de intereses políticos para lograr ese resultado. Los acontecimientos impactaron profundamente en todo el movimiento obrero a nivel mundial y en el Congreso de la Internacional Socialista celebrado el 14 de julio de 1889 se resolvió impulsar el 1º de mayo como Día Internacional de los Trabajadores. Con el tiempo la jornada adquirió ribetes legendarios y su celebración se universalizó. Muchos años y vicisitudes han transcurrido desde entonces, lográndose la consagración y/o ampliación de derechos que tenemos el deber de honrar y defender porque su coste ha sido elevado. Además la efemérides en nuestro país adiciona otra conmemoración, la de la sanción de nuestra Constitución Nacional en 1853, plexo normativo que brinda un marco jurídico general protectorio a todos los habitantes de la Nación y que constituye un piso básico de garantías y derechos además de asegurar la división y el equilibrio de los poderes del Estado basado en el principio republicano y representativo de gobierno basado en la Soberanía Popular. La celebración reciente de los cuarenta años de democracia nos compromete a sostenerla y defenderla como ámbito de convivencia diaria en el respeto de la pluralidad y diversidad.
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