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  • Citroën Berlingo Furgón: probamos uno de los autos más longevos que se venden en Argentina

    » La voz

    Fecha: 02/05/2024 01:05

    Los furgones Citroën Berlingo y Peugeot Partner se producen en la Planta de El Palomar (Buenos Aires) desde 1998 y desde entonces se mantienen vigentes, con actualizaciones muy escuetas. Hace dos años, cuando se volvió obligatorio en Argentina, los dos vehículos incorporaron el Control Estabilidad. En 2024, la decisión de Stellantis –grupo que nuclea ambas terminales- pasó por retirar de la oferta de Partner y Berlingo a las versiones con motores nafteros y quedó en el mercado como única variante la motorización turbo diésel. Clasificados La Voz accedió a la versión furgón del Berlingo y la probó en las circunstancias para las cuales fue concebida. El Citroën Berlingo y el Peugeot Partner son de los vehículos más longevos que se venden en Argentina, sin que hayan recibido actualizaciones importantes. Aliados para el trabajo Dentro de la categoría de los vehículos utilitarios, los más accesibles y por ende los más austeros son los furgones chicos del segmento B. Allí conviven desde hace décadas los mismos rivales: el Fiat Fiorino y la dupla Citroën Berlingo y Peugeot Partner. Entre los tres se reparten prácticamente toda la industria del transporte urbano de carga pequeña (entre 600 y 800 kilos), una capacidad que no es para nada desdeñable, considerando que el grueso de las pick-ups medianas puede transportar hasta una tonelada de peso. El espacio de carga no está separado de la cabina, uno de los aspectos que le recriminamos. Pura funcionalidad El Citroën Berlingo luce prácticamente igual que hace 26 años. Su última actualización se basó simplemente en dejar a tono la parrilla con el paragolpes delantero, el cual es negro mate. Las llantas siguen siendo de chapa. El interior tampoco recibió en su ciclo de vida grandes cambios, salvo el tablero, el cual abandonó los relojes a aguja para adoptar uno digital. Luego, la configuración de la consola central es práctica, con los comandos bien a mano. Aunque es un utilitario básico, tiene soluciones que se agradecen, como los levanta vidrios eléctricos y el accionamiento eléctrico del espejo retrovisor del lado del acompañante. No hay lujos, pero sí funcionalidad. El piso de carga es bajo y el techo es elevado, por lo que el volumen de carga es realmente amplio. En este caso, resultó ideal para trasladar cajones de copas. Compacto pero espacioso Una de las claves de este furgón pasa por su tamaño bien compacto. Estamos hablando de un vehículo que mide 4,7 metros de largo (unos centímetros más que un hatchback citadino), que tiene un espacio de carga de tres metros cúbicos, es decir tres mil litros. Lo favorece mucho la buena altura de su techo. Otro de los pilares de su gran versatilidad es el acceso al espacio de carga posterior, el cual es bajo. Eso facilita la tarea de levantar cualquier carga pesada. También es clave la doble puerta, que no sólo se abre en 90° sino que destrabando unos seguros se puede ampliar hasta 180°. No podemos dejar de mencionar su puerta lateral corrediza, la cual tiene 60 centímetros en su parte más angosta; resulta muy liviana y de fácil accionamiento. Logramos unir Buenos Aires-Córdoba a una velocidad promedio de 120 km/h con un solo tanque de nafta de 55 litros, sin necesidad de repostar. Excepcional su consumo y autonomía. Poco gastador Lo mejor de este Berlingo es que conserva el ultra eficiente 1.6 litros HDi turbo diésel que entrega 92 CV. Se trata de los 92 caballos más rendidores que hemos probado con una impecable respuesta en baja, algo que es crucial para vehículos utilitarios. Con una caja manual de cinco marchas, puede alcanzar los 100 km/h en 12,5 segundos. De todos modos, lo que más va a valorar el usuario es su bajísimo consumo y su extensa autonomía de casi 900 kilómetros. Su rendimiento en ciudad es de 7,5 litros y en ruta de apenas 5,2 litros cada 100 kilómetros. Su tanque tiene capacidad de 55 litros. Su rendimiento en ciudad es de 7,5 litros y en ruta de apenas 5,2 litros cada 100 kilómetros. A bordo del Citroën Berlingo El confort de marcha es correcto, incluso en ruta, donde resulta bien estable pese a su altura. La postura de manejo no es de las mejores, principalmente por su butaca demasiado recta. Detrás de ella se encuentra una estructura tubular, cuya función es proteger al conductor de alguna carga que se desprenda y se mueva para delante. Se le puede recriminar en este aspecto la ausencia de ese sistema para la butaca del acompañante. También podría disponer directamente de un separador entre la cabina y el espacio de carga, principalmente para estar aislado del sector de carga, el cual en sus laterales no cuenta con ningún tipo de revestimiento ni aislación acústica (algo que se torna molesto, principalmente cuando se sale a la ruta). Más allá de eso, el Berlingo no deja de ser un vehículo confortable que cuenta con aire acondicionado, cierre centralizado, radio con ficha USB y dirección asistida. Te puede interesar Ford Transit, ahora impulsada con electricidad

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