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» LM Neuquen
Fecha: 02/05/2024 00:49
¿Cómo impacta el conflicto en Medio Oriente a la industria local? ¿Cuán real es desarrollar Vaca Muerta al máximo en la ventana de la transición energética? ¿Funcionará el ambicioso plan de YPF en la era Marín ? ¿Cuál es el rol que juega el Estado? ¿Hay luz al final del túnel? Hay muchas preguntas en el ambiente y Juan José Carbajales , titular de la consultora Paspartú y exsubsecretario de Hidrocarburos de Argentina, ensayó algunas respuestas en una extensa charla con Al Final de todo (LU5). “Desarrollar todo el potencial de Vaca Muerta va a requerir del desarrollo de infraestructura. Todo lo que sea incremental tiene destino de exportación. Hace falta construir oleoductos, que la macroeconomía acompañe, que las empresas puedan invertir. Todo bajo un paraguas de cierta estabilidad macroeconómica que hoy no existe o que estamos en camino a tener”, aseguró. En cuanto al gas, la ventana de la transición es un poco más amplia. “Primero para ampliar la oferta a los mercados regionales, sabemos que estamos en firme a Chile pero eso se puede ampliar por el norte de ese país y el objetivo de llegar a Brasil, vía Bolivia por gasoductos o Uruguayana vía GNL”, destacó. Proyecto de país “Cuando hablamos de GNL ya estamos hablando de un proyecto país. Eso sería otro capítulo aparte, pero es un gran desafío por la envergadura de las inversiones. Requiere mucha producción, no alcanza con la de YPF, ahí va a haber que buscar un esquema asociativo, luego YPF plantea hacer tres gasoductos nuevos”, explicó. Y aseguró que “el gran activo que es crear construir una planta de licuefacción en tierra y a partir de ahí conseguir contratos que paguen toda esa inversión. Entonces será clave cuál va a ser cuál será la cotización del GNL a nivel internacional”. “Argentina tiene alguna ventaja logística porque puede llegar directo a los mercados asiáticos sin pasar por ningún estrecho, pero compite con el shale gas de Estados Unidos”, comentó en LU5. Gas verde “Hay que seguir profundizando en términos de competitividad y en la producción de ese gas al mismo tiempo hay que buscar alguna vuelta para poder ponerle una etiqueta de ‘gas verde’”, consideró “Eso se logra haciendo inversiones en producción para no tener pérdidas, no tener emisiones fugitivas, hay que medir que la emisión de metano y a la vez ver algún esquema de captura también y soluciones basadas en la naturaleza como la reforestación, por ejemplo”, señaló. El consultor hace foco en esta cuestión y explica que lo hace “porque va a ser un requerimiento a la larga de los clientes porque va a decir qué tipo de gas estás vendiendo amén del precio y de la calidad”. shale-gasoducto-p08.jpg El shale reclama obras para evacuar su producción. El impacto de Medio Oriente En cuanto al impacto de la crisis en Medio Oriente en nuestro país, el analista se concentró en la cotización de los valores internacionales del petróleo crudo y del GNL. “Argentina es exportador e importador de energía. Durante todo el año exportamos entre 15 y 20% de la producción nacional. Entonces, un alza de valores internacionales puede ser una buena noticia para los productores, para las provincias que recaudan regalías y para la Nación que recauda había retenciones. Sin embargo, puede poner presión en el mercado interno”, dijo. “Un alza de valores internacionales genera un clima de tensión entre las partes al momento de negociar. La otra cara de la moneda son las importaciones. Estamos en las puertas del invierno y Argentina todavía requiere completar su oferta nacional de gas natural como GNL y con gasoil tanto para completar la demanda residencial como principalmente para generación eléctrica”, afirmó. ¿Cuál es el rol de YPF? Durante su disertación en Vaca Muerta Insights, Horacio Marín habló de los pilares claves para cuadruplicar la producción en cuatro años y, según Carbajales, eso implica “duplicar la producción actual de petróleo y de gas. Son objetivos muy ambiciosos”. “YPF trata de liderar y es algo que siempre se le reclama a la compañía. Veo un gran desafío por delante con la empresa marcando la hoja de ruta de toda la industria y diría que me queda un interrogante”, remarcó. Según el analista, Marín destacó que el gobierno nacional no se entromete en el plan de negocios de la compañía. Él lo destacó como algo positivo y puede serlo en alguna coyuntura, pero no olvidemos que el Estado nacional es el accionista mayoritario y que tiene algún sentido que el Estado esté ahí o habría que darle ese sentido”. “Hay un consenso básico en que están dadas las condiciones para que la oferta hidrocarburífera, con una visión exportadora le reporte al país, Marín habla de 30.000 millones de dólares de acá 2030. Es decir, que sea otra fuente de ingreso de divisas para sanear la economía del país o por lo menos aportar en ese sentido”, dijo. ¿Nubarrones? “El optimismo inicial se enfrenta a serios desafíos. El primero es construir infraestructuras y un gobierno nacional que dice ‘yo no voy a hacer obra pública’, que traslada todo el compromiso al sector privado. Cuando cada uno juega su juego es más fácil, cuando hay que coordinar acciones en conjunto y si el Estado no dirige, ahí veo nubarrones”, agregó. Por otro lado, comentó que “la industria está pensando en exportar, pero el Estado nacional tiene la premisa de no prestar atención al mercado interno, al autoabastecimiento, sino en generar las condiciones de mercado para que la iniciativa privada se desarrolle”.
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