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» Mdzol
Fecha: 02/05/2024 00:00
Quizás el tiempo no acompañó lo suficiente para darle marco a un "día peronista", pero el humo de las parrillas encendidas desde temprano, las banderas de los distintos gremios, los bombos y redoblantes, y los cantos le dieron los ornamentos típicos de a la marcha por el Día del Trabajador. Sindicatos alineados con le justicialismo y organizaciones de izquierda se manifestaron con motivo de la fecha y hubo algunos reproches por la ausencia de la Confederación General del Trabajo (CGT) en el Congreso mientras se debatía la Ley Bases. Desde temprano ya podían escucharse los redobles y los bombos resonar entre las angostas calles del Microcentro porteño, como también podían verse algunas banderas de los distintos sindicatos afiliados a la CGT. Todo parecía augurar que sería una marcha masiva que podría ser la imagen de un Gobierno en jaque, pero lejos estuvo de serlo. Bastaba con llegar a la Avenida Independencia en su intersección con la calle Defensa, para ver que la convocatoria no lograba consonancia con el ruidoso eco de la percusión entre los antiguos edificios céntricos. Iban llegando agrupaciones que se acercaban hasta la esquina indicada, la gente era mucha, pero no la esperada. Ya sobre las 11, una hora después de lo acordado, llegaron los principales referentes de la CGT, los peyorativamente llamados "gordos". Héctor Daer llegó y la prensa se abalanzó sobre él, mientras escapó detrás suyo Felipe Solá, otra vez vestido de opositor, luego de mantenerse en las sombras tras su paso por la Cancillería durante el Gobierno de Alberto Fernández. Banderas de Palestina en la concentración de la izquierda. Foto: Juan Mateo Aberastain/MDZ. No sería la presencia de Solá lo único que podría llamar la atención en la manifestación del Día del Trabajador, sino que las agrupaciones de la izquierda también llegaron hasta Avenida Independencia pero en la esquina con Paseo Colón, a la espera de la marcha posterior en Plaza de Mayo. Allí pudo darse un "abrazo simbólico" entre ambas corrientes ideológicas, pero la CGT se ocupó de marcar la distancia, a pesar del intento de acercamiento de los principales dirigentes de izquierda. Héctor Daer a la cabeza de la movilización de la CGT. Foto: X. El peronismo hizo caso omiso a la presencia de la izquierda en el lugar y siguió su marcha hacia la conferencia de prensa que habían anunciado previamente. El repudio hacia las modificaciones propuestas por la "Ley Bases", hoy en "mesa de entradas" del Senado, se repitió varias veces durante la manifestación, pero en cierto punto valida el reclamo de la izquierda al peronismo que no asomó la nariz en la Plaza del Congreso durante los últimos días. A su llegada a la marcha, Héctor Daer apuntó contra Rodrigo de Loredo: "El muchacho cordobés está absolutamente perdido". Foto: Juan Mateo Aberastain/MDZ. Los movimientos alineados a la izquierda fueron con sus banderas rojas, como es costumbre, y algunas de Palestina para reivindicar otro de sus reclamos, aunque poco tenga que ver con el Día del Trabajador. Vanina Biasi, Eduardo Belliboni, Gabriel Solano y Rubén "Pollo" Sobrero estuvieron entre los manifestantes pero distanciados de las columnas justicialistas que, al menos, doblaban en número a las de la izquierda. La izquierda comparando al represor Jorge Rafael Videla con Javier Milei y Victoria Villarruel. Foto: Gonzalo Barrera / MDZ. El principal parecido entre un grupo y el otro fue el anacronismo al que responden estas manifestaciones populares propias del siglo pasado. Hace ya mucho tiempo que la gente en las calles no significa exactamente un poderoso reclamo popular, ya que la modernización de la comunicación cambió hasta la forma de protesta, haciendo que una convocatoria sea más soluble en el tiempo. La izquierda, aún más lejos de la modernidad, repartía volantes con largas declaraciones de principios y unos pequeños diarios que se ajustan más a la protesta de los tiempos de Juan Bautista Justo. La izquierda convocó en Plaza de Mayo pero no consiguió una gran multitud. Foto: Juan Mateo Aberastain/MDZ. Aunque la central obrera aseguró que no hubo acuerdo con el Gobierno para obtener la media sanción de la Ley Bases, la izquierda reprochó la ausencia de la central obrera en los últimos días de movilización en el Congreso. Eduardo Belliboni, en diálogo con MDZ, reclamó: "Tenemos que estar en la calle hoy y, sobre todo, cuando se vote en el Senado. Hay que rodear el Senado y ese día tiene que haber un paro y movilización de la CGT y la CTA, para derrotar esta ley que es un desastre". En la misma línea, Vanina Biasi remarcó: "Hace quince años que lucho para que esta CGT se ponga a la cabeza del movimiento obrero contra las políticas patronales y no fue así. Ayer la CGT tendría que haber estado en las calles y hoy les reclamamos es que cuando se trate en el Senado se llame a paro y movilización".
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