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» Noticiasnet
Fecha: 01/05/2024 23:20
ECONOMÍA Y PRODUCCIÓN | 30/04/2024 Con la llegada del otoño, las nueces, almendras y avellanas rionegrinas ya están listas para ser cosechadas. La producción de frutos secos en Río Negro muestra cifras destacadas en los tres principales Valles productivos. Entre los tres valles de Río Negro, la produccion de frutos secos suma aproximadas 4.500 hectáreas incluyendo nuevas plantaciones y consolidando uno de los esquemas productivos mas emblemáticos de la provincia. Además de ser un producto que tiene altas propiedades cualitativas por las características del clima en la provincia, también es un cultivo que está creciendo de manera sostenida y diversificada. Dentro de los frutos secos, el producto más emblemático es el nogal con aproximadas 2900 toneladas por año, con afianzado esquema comercial de las nueces rionegrinas en el mercado nacional e internacional. En materia nutricional los frutos secos aportan ácidos grasos omega-3, antioxidantes, proteínas y fibra. Su consumo regular contribuye beneficios para la salud cardiovascular, la función cerebral y la prevención de enfermedades crónicas. La temporada de cosecha del nogal en los valles de Río Negro no solo es fundamental para la industria, sino también una oportunidad para aprovechar los valiosos aportes nutricionales de las nueces de la región. Gracias a la aptitud de su tierra y la calidad del agua, el valle inferior se ha posicionado como el principal productor de avellanas del país. Alrededor del 95% de la producción nacional proviene de esta región, según datos del Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (IDEVI). Esta zona cuenta con las condiciones climáticas ideales para el cultivo de avellanos y nogales, lo que ha impulsado la producción de frutos secos de alta calidad. Además, el compromiso de las cooperativas locales ha sido clave en el desarrollo de esta industria. La comunidad productora de frutos secos del Valle Inferior ha logrado destacarse a nivel nacional, no solo por su volumen de producción, sino también por la constante búsqueda de mejoras en los procesos y la implementación de tecnologías de vanguardia. Este reconocimiento no solo refuerza el potencial económico que implica para la región. La industria de los frutos secos genera empleo y contribuye al desarrollo local. La producción de frutos secos es un ejemplo de cómo el esfuerzo y la planificación pueden transformar una región y convertirla en el motor de una industria. La aptitud de la tierra y la calidad del agua han sido los pilares para este éxito, pero es el trabajo conjunto de todos los actores involucrados lo que ha llevado a este sector a destacarse a nivel nacional.
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