» Clarin
Fecha: 01/05/2024 20:14
Ya dado de alta, el casero de la quinta de Mar del Plata donde fue asesinado el ex piloto de Turismo Carretera, Carlos Garrido, reiteró ahora ante el fiscal lo que había dicho a los policías en la escena del crimen: contó que fue un encapuchado quien lo durmió de un golpe en la cabeza y que, al recuperarse, descubrió el cuerpo sin vida de su patrón. Este miércoles, el fiscal Alejandro Pellegrinelli le tomó declaración al casero, un hombre de 35 años, en carácter de testigo. El hombre estuvo un día en observación por las lesiones leves que sufrió en la cabeza. Resta ahora corroborar la veracidad de sus dichos sobre lo que ocurrió la noche del lunes en la casa quinta de Garrido, en el paraje El Boquerón, a la altura del kilómetro 21,5 de la ruta 88, camino a Necochea. Se supo ahora que entre el casero y Garrido la relación no sería la mejor: en estos días el hombre mantendría un vínculo amoroso con una mujer que había sido pareja del ex piloto. La versión que dio al fiscal indica que, pasadas las 22, fue sorprendido por un encapuchado que lo golpeó en la cabeza haciéndole perder la conciencia. Por ese golpe y un corte que tenía en una de sus manos el hombre fue internado en el Hospital Interzonal General de Agudos de Mar del Plata, y el martes recibió el alta. Dijo que encontró el cuerpo de Garrido y llamó al 911. Estaba tendido ante la puerta de acceso a la casa. Los peritos de la Policía Científica constataron luego que el cuerpo había sido arrastrado "unos 5 metros hasta ese lugar". Aunque era su casa, Garrido no vivía allí. Y tampoco podía acercarse al lugar. Es que pesaba sobre él una restricción de acercamiento –se desconoce el motivo– planteada por su ex pareja, la mujer que ahora mantendría una relación con el casero. Carlos Garrido, en el podio, durante el festejo de una de sus victorias en el TC. Además de testigos del entorno del ex piloto, la mujer también se acercó a Tribunales, pero no pudo ser interrogada por Pellegrinelli a causa de una crisis de nervios que sufrió allí. Según el casero, ella no estaba en la casa cuando ocurrió el ataque. El auto de Garrido, un Citroen C4 con el que había llegado al lugar, fue encontrado a unos 300 metros de la casa. Pero no en línea recta: para llegar hasta ese lugar, él o los criminales debieron sacar el auto hasta la ruta 88, recorrer unos 500 metros y luego tomar un camino vecinal. Allí lo incendiaron. Los investigadores pretenden saber mediante peritajes si se utilizó algún tipo de combustible para que el fuego consumiera el auto "muy rápido" y que no quedara absolutamente nada. No se encontraron huellas físicas ni virtuales: los teléfonos celulares de Garrido y del casero estaban en el coche. El informe preliminar de autopsia reveló que el ex piloto fue asesinado a golpes en la cabeza. Presentaba dos heridas en la zona occipital "provocadas con un objeto que no fue encontrado". Los forenses no detectaron lesiones defensivas, las que suelen registrar las víctimas en un intento por impedir un ataque. Al parecer, Garrido no tuvo oportunidad. De momento, los investigadores no descartan ninguna hipótesis, pero la que se pensó en un principio, que Garrido pudo haber sido víctima de un robo, tiende a ser descartada: si no hubo faltantes en la casa, ¿qué podría interesarle a los supuestos ladrones que tampoco se llevaron el auto ni los celulares incinerados en el coche? Los avances en el caso parecen estar atados al resultado de los peritajes que se conocerán en los próximos días. Mar del Plata. Corresponsal
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