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» La Nacion
Fecha: 30/04/2024 11:33
Escuchar El argentino Francisco Cerúndolo derrotó en sets corridos, 6-3 y 6-4, al alemán Alexander Zverev, número cinco del ránking mundial, y accedió a los cuartos de final del Masters 1000 de Madrid, que se juega sobre polvo de ladrillo en la capital española. Así, el tenista ubicado en el puesto 22 del escalafón se transformó en el primer argentino en meterse entre los mejores ocho del torneo después de Juan Martín del Potro en 2012: ese año, el tandilense cayó en semifinales ante el checho Tomas Berdych. Su próximo rival, este miércoles, será el estadounidense Taylor Fritz, octavo preclasificado y ubicado en el puesto 13 del ranking, vencedor en el primer turno del polaco Hubert Hurkacz por 7-6(2) y 6-4. “Fue mi mejor partido del año. Es un jugador muy bueno, fue complicado desde el principio. Súper difícil. Este era uno de los partidos que quería ganar. Las cosas van a cambiar. Hace unos días le gané a Tommy Paul, que fue 15 del mundo. Estaba buscando un partido como este desde hacía mucho tiempo. Hoy fue muy diferente”, dijo Cerúndolo tras la victoria. Y agregó, sobre su encuentro en la capital española con Juan Martín Del Potro: “Vi a Delpo hace dos días, estuvo en Madrid. Es muy lindo verlo. Estoy muy contento de estar otra vez en los cuartos de final de un Masters 1000, es muy importante para mí”. Cerúndolo se encargó de fastidiar a Zverev desde que empezó el partido. Le varió los ángulos, lo llevó de un lado a otro de la cancha y recurrió a su muñeca cada vez que pudo. Esa sensibilidad le permitió hacer del drop-shot una de sus armas preferidas para vulnerar a su rival, con el que nunca se había enfrentado. El primer set mostró una gran paridad desde el game inicial, que se decidió con un challenge quirúrgico del argnentino, que vio una pelota mala del alemán cuando los jueces la habían dado buena. Fueron más de ocho minutos para un juego larguísimo. Francisco Cerúndolo arma su revés ante Alexander Zverev, por los octavos de final del Masters 1000 de Madrid Clive Brunskill - Getty Images Europe En los games siguientes, Zverev no tuvo mayores inconvenientes en mantener su servicio. Al argentino, por el contrario, todo le costaba el doble. Continuaron sin lastimarse hasta el octavo juego, que se transformaría en decisivo. El argentino aceleró y vio la oportunidad para quebrar. La doble chance le llegó tras un gran punto, concluido con un drop tras cambiar el grip en el momento justo. Cerúndolo, entonces, se puso 5-3 y, con su saque, selló el primer parcial en 43 minutos de juego. Las estadísticas dirán que fue fundamental su primer saque (por encima del 70% de efectividad) y los puntos que ganó con él. La postal fue el gesto de Zverev cuando se iba caminando al descanso: movía la cabeza de un lado para otro, incrédulo. El alemán sabía que su rival lo estaba exigiendo al máximo. Y que él, hasta ese momento, no estaba a la altura. El segundo set continuó con la misma tónica: Cerúndolo, su drive y el toquecito de drop para fastidiar a su rival. El primer quiebre, a diferencia del primer parcial, llegó pronto: fue en el tercer game, mérito a la convicción del argentino, que nunca varió su plan de juego y al que le funcionaron tanto el saque como su derecha. Y el revés no desentonó. Zverev, en cambio, fue creciendo en nervios que se tradujeron en errores no forzados. Y nunca le encontró la vuelta a la variación de los tiros del argentino. Si se quedaba en la base, Cerúndolo lo traía a la red y le ganaba el punto. Si iba a la red, lo pasaba con un tiro paralelo, como el que usó el argentino para ponerse break arriba en el séptimo game. Ni en su propio box podían creer lo que estaban viendo: un tenis de altísimo nivel. Zverev, sin embargo, se repondría y mantendría su saque. No se sacarían ventajas, entonces, hasta el noveno game. Cerúndolo, con su saque, estaba dispuesto a hacer historia. Perdió el primer punto, pero respondió con una derecha invertida, que picó adentro y se fue lejos del alcance de Zverev. Con un gran servicio, más tarde, se puso a dos pelotas del triunfo. Un error de Zverev le dio dos posibilidades de victoria. Un doble match-point que el argentino resolvió en la segunda instancia. En la primera cometió un error. En la segunda no perdonó, la derecha de Zverev se fue larga. Cerúndolo, entonces, tiró la raqueta por el aire. Estaba entre los ocho mejores del Masters 1000 de Madrid, torneo que un solo argentino pudo ganar: David Nalbandian, en 2007. De esta manera, Cerúndolo consiguió la tercera victoria de su carrera sobre un top five. Las dos anteriores fueron ante el mismo rival, el noruego Casper Ruud, en Bastad 2022 y Barcelona 2023. El próximo rival de Cerúndolo, el estadounidense Taylor Fritz, tiene 26 años y se ubica en el puesto 13 del ranking mundial. Se enfrentaron una sola vez, el año último, en Roland Garros, con triunfo para el argentino en cuatro sets. El norteamericano ganó este año el ATP 250 de Delray Beach (venció en el partido decisivo a Tommy Paul) y viene de ser finalista sobre el polvo de ladrillo de Munich (cayó ante el local Jan-Lennard Struff). En otros resultados del día, del cuadro masculino, Daniil Medvedev batió al kazajo Alexander Bublik por 7-6(3) y 6-4, mientras que Andrey Rublev hizo lo propio con el neerlandés Tallon Griekspoor por 6-2 y 6-4. LA NACION
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