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» Mdzol
Fecha: 30/04/2024 09:38
La inseguridad golpe a la sociedad argentina de forma transversal, pero hay un delito que crece a pasos agigantados en Mar del Plata: el robo y faena de caballos, que motivó una serie de protestas curiosas y hasta performáticas. Más de 50 jinetes hicieron una marcha y manifestaron su disgusto ante las autoridades por los reiterados robos de los animales, que muchas veces aparecen muertos en campos y sus dueños creen que los venden trozados en carnicerías y supermercados. En la caravana que se dirigió este lunes por la mañana desde la avenida Luro y Jara, hasta la Municipalidad, también se sumaron algunos automovilistas, entre los cuales se destacó un personaje de la "justicia vecinal" vestido como el personaje de "El Zorro". "Queremos seguridad", arengó a los jinetes el vecino del barrio Pueyrredon, que no dudaron en aplaudir y silbar ante cada grito de apoyo, y ataron sus caballos a metros de la puerta principal del palacio comunal. Algunos de los portavoces de los reclamos fueron recibidos por el secretario de Seguridad, Rodrigo Goncalves, quien les trasladó la preocupación del intendente Guillermo Montenegro, quien buscará revertir la ola de robos. En dicho encuentro les pidió que remitan las denuncias a una página web donde el Municipio puede hacer un seguimiento con mayor celeridad y vincularlas con las cámaras del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM). En la estadística que llevan los productores rurales que sufrieron abigeato, más de un centenar de caballos fueron sustraídos o asesinados en sus campos en lo que va del año, y aseguran que la policía debe intervenir "de forma urgente". Al viralizarse fotos y videos de equinos carneados a plena luz del día, se incrementaron los controles en carnicerías y se clausuraron algunas en las cuales se observaros deficiencias pero hasta el momento no se pudo comprobar que se vendiera carne de caballo. Sin embargo, esa es la sospecha principal de los manifestantes, de que hay un negocio detrás de estos incidentes y que hay redes de venta. —Buen día, Vasco. Estoy con los muchachos y encontramos este caballo del pibe que anda conmigo. Mirá cómo lo dejaron. Está todo el triperío y las patas acá, tiradas. Entraron con una camioneta y agarraron varias yeguas. Hicieron un desastre. Así encontraron los caballos destrozados en un campo Los videos muestran el horror con el que se encuentran los vecinos de la periferia marplatense, cuando encuentran sus animales despedazados. Carlos Lorezantto, dueño de uno de los caballos faenados, graficó que sus animales son "algo carísimo" y que por más que se radiquen las denuncias "una vez que desaparecen no los encontramos más". Entre los paisanos que impulsaron el reclamo se detectaron algunos niños que aseguran que tenían algunos de estos ejemplares como mascotas y que encontraron sus restos desperdigados a metros de sus casas, en una imagen que no pueden borrar de sus retinas. También se plegaron algunos carreros que indicaron que son víctimas del mismo delito, y que tienen que tener una vigilancia "de 24 horas" sobre los animales. Al sur de la ciudad, en la avenida Polonia al 3.500, se hallaron semanas atrás los huesos de siete caballos, en lo que los damnificados descartan que sean robos para "saciar el hambre de una persona o una familia", sino que hay "sí o sí una comercialización" que impulsa estas conductas, en ocasiones con tintes de sofisticación. Por su parte, Aníbal Irungaray, otro de los impulsores del reclamo, definió a sus caballos como "parte de su familia" y dijo que lo único que dejan son los recados cuando se los llevan, en señal de que el fin principal es vender su carne. Él junto a otros de sus colegas conversó con el concejal de Unión por la Patria, Diego García, quien dijo que se comprometerá en que estos casos sean investigados por el gobierno municipal, el Ministerio Público Fiscal y se detecten las redes de complicidad. Las denuncias por estos robos se radican a diario, y algunos de los jinetes, que desplegaron pancartas que decían, por ejemplo, "la patria se hizo a caballo", creen que hubo por lo menos 147 casos en lo que va del año. La marcha de los jinetes hacia la Municipalidad Héctor Suárez, otro de los denunciantes, dio a conocer que a los animales los sacaron "de a dentro del corral", e indicó que ya hubo tareas preliminares de la fiscalía para hacer pericias en los lugares donde se radicaron algunos de los robos. "Los carnean ahí nomás", lamentó. Consultados por las razones que motivan a los delincuentes que incurren en estas prácticas la opinión fue unánime: no creen que sea para hacer chorizos, porque "solo un caballo" les alcanzaría, sino para vender distintos cortes de carne en el mercado negro. Cabe remarcar que hay países europeos, como Italia, Francia, Suecia, entre otros, el consumo de carne de caballo es tan natural como otros tipos de carnes, en una costumbre que se remonta a la Edad Media y la época victoriana, donde se vinculaba con la pobreza y no se trataba de un consumo masivo. Es decir, los animales incluso en esas épocas eran utilizados para otros propósitos. Se popularizó en el siglo XIX y hoy es habitual encontrarlos hasta en platos de restaurantes. Las regulaciones del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) establecen que los argentinos no consumen este tipo de carnes pero se procesan en un puñado de plantas frigoríficas para exportación. Es más, hay leyes que impiden la comercialización en el territorio nacional desde la década del 30. La producción de carne equina se produce en el marco del Plan Nacional de Control de Residuos e Higiene en Alimentos (Creha) que se encuentra aprobado por los servicios sanitarios de la Unión Europea, entre otros países. En Argentina no está prohibido expresamente consumir carne equina pero sí faenar por fuera de los frigoríficos mencionados. En paralelo, organizaciones de activistas por los derechos de los animales buscan "rescatar" animales que tienen como destinos los frigoríficos. Este verano, se viralizó la historia de una mujer que, también en Mar del Plata, "rescató un ternero" y lo envió a un santuario de Córdoba, donde vive en libertad.
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