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» Mdzol
Fecha: 30/04/2024 09:38
El telescopio espacial James Webb, lanzado en 2021, representa una herramienta revolucionaria que ha transformado nuestra comprensión del cosmos. Sus imágenes detalladas han revelado aspectos desconocidos del universo, capturando la atención de astrónomos y científicos, así como de personas ajenas al ámbito científico por su espectacularidad. En esta ocasión, el telescopio espacial James Webb logró fotografiar la majestuosa "Cabeza de Caballo", una nube de gas fría situada a unos 1.300 años luz de la Tierra. La NASA, junto con la Agencia Espacial Europea (ESA) y la agencia canadiense (CSA), revelaron nuevos detalles sobre la nebulosa "Cabeza de Caballo", un fenómeno celeste que surgió de las turbulentas olas de polvo y gas, y se formó a partir del colapso de una nube interestelar. Según informaron ambas agencias, las imágenes del telescopio espacial James Webb dan una nueva perspectiva que revela su intrincada estructura. Estas agencias explicaron que la iluminación de una estrella cercana y caliente hace que la nebulosa brille, desvelando su complejidad. Aunque las nubes de gas que la rodeaban se disiparon, un pilar aún se mantiene, y los expertos estiman que persistirá aproximadamente cinco millones de años antes de desintegrarse completamente. La nebulosa se encuentra en una zona de "fotodisociación", caracterizada por la presencia de luz ultravioleta de estrellas jóvenes y masivas. Esta radiación no solo calienta la región, sino que también altera la química del gas. El telescopio espacial James Webb ha captado imágenes de la icónica nebulosa "Cabeza de Caballo" -una nube de gas fría situada a unos 1.300 años luz de la Tierra. Foto: EFE/NASA/ESA La luz emitida por esa "fotodisociación" constituye una herramienta única para estudiar los procesos físicos y químicos que impulsan la evolución de la materia interestelar en todo el universo, desde los inicios de la formación estelar hasta la actualidad. Gracias a su cercanía y a su estructura particular, la nebulosa "Cabeza de Caballo" proporciona un escenario ideal para que los astrónomos investiguen las estructuras físicas de estas regiones. Asimismo, les permite estudiar la evolución de las características químicas del gas y el polvo en estos entornos, incluyendo las zonas de transición entre ellos. De acuerdo con las agencias espaciales involucradas en el proyecto del telescopio espacial James Webb, la nebulosa "Cabeza de Caballo" es reconocida como uno de los mejores objetos astronómicos en el cielo para analizar por la interacción entre la radiación y la materia interestelar. Los investigadores planean ahora examinar los datos espectroscópicos recopilados de la nebulosa con el objetivo de revelar cómo evolucionan las propiedades físicas y químicas del material que se observa a través de ella.
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